#15M: Juegos democráticos en el barrio

El movimiento 15M, con vecinos de la Zona Norte de Granada. Conchi Martín

Con juegos y una paella por premio, vecinos de los barrios de la Zona Norte de Granada y jóvenes del movimiento 15M, acamparon por una horas en el Parque 28 de Febrero de Cartuja este domingo 29 de mayo. Una cifra discreta de habitantes, con mayoría infantil, se acercó hasta los toldos colocados desde temprano, que pretendían servir de reclamo para la asamblea ciudadana, pasadas las tres de la tarde.

Los niños fueron los primeros en acudir. Para ellos, además de un cuenta cuentos a cargo de Alicia, mexicana afincada en el barrio de Campo Verde (somos hijos de colores que se aman), Javi y otros jóvenes, muchos de ellos maestros de los colegios del entorno, tenían preparados otros juegos con los que la veintena de chiquillos pasó un rato divertido.

La paella, el premio a una jornada lúdico-reivindicativa

Sobre las dos llegó la paella, cocinada la noche anterior, con leña (tal vez en el mismo CSO desalojado esta mañana). Pero para llegar a ella primero había que pasar por una ruta: un problema, un culpable, una solución.

El resultado fue un mural lleno de reivindicaciones. Las había simples pero tremendas, provenientes de manos infantiles: el problema es que ‘me pegan‘, los culpables son ‘los niños que pegan‘ y la solución, ‘perdonar‘. O esta otra: el problema es que ‘rompen los columpios’, los culpables son ‘los niños mayores’ y la solución, ‘decirles que no los rompan’. Seguridad, empleo, xenofobia, exclusión, fueron otros de los grandes ‘problemas’ expuestos en el mural, con diversos culpables y propuestas de soluciones.

La lectura de los mensajes del mural fue el punto de partida de la asamblea, ya esta vez con las personas mayores del barrio y los jóvenes del 15M. La convocatoria fue más bien escasa aunque productiva: hay que llegar a más vecinos (algo más de 43.000 en el distrito Norte). Gran parte de la asamblea se centró en determinar cómo hacerlo. Después de decidir realizar la próxima asamblea el viernes 3 de junio, frente a la explanada del Centro Cívico Norte, se pasó a decidir cómo difundir el encuentro para que se sumen más habitantes.

El mural con los problemas, culpables y posibles soluciones.

Una cacerolada recorrerá el próximo miércoles, a partir de las 20 horas, los ocho barrios del distrito (el punto de concentración y partida es la Jefatura Provincial de Tráfico, media hora antes). La idea es llegar a la mayor cantidad de vecinos y que en cada asamblea se incorporen más voces. Voces que no sólo se quejen de los problemas del barrio, también que propongan soluciones para entre todos encontrar el camino para presionar y cambiar la dinámica de exclusión a la que está sometida la Zona Norte de la ciudad.

Todo se debate en asamblea y se busca el consenso. Desde qué día es el adecuado para celebrar la cacerolada hasta si el orden del día debe sufrir alguna modificación. Cuando existe discrepancia, se abre turno de palabra para que los discrepantes abunden en sus posiciones. Una dinámica sin duda extremadamente democrática que alarga hasta el cansancio las reuniones. Es la forma de funcionar de estas asambleas, que pretenden llevar a los barrios y asentar en ellos el movimiento ya bautizado como 15M que por cuestionar, cuestiona ya  hasta si deben seguir usando el lema Democracia Real Ya. La supervivencia de este movimiento, cuando se debate cuándo levantar la #acampadagranada de la Plaza del Carmen, pasa precisamente por ahí.