
La Policía requiere la documentación a algunos de los que protestaban por el desahucio en la casa del aire.
Los estaban esperando. Varias dotaciones de la Policía Local y Nacional custodiaban la puerta de acceso de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada, sita en Gran Capitán, ante el anuncio de una concentración en protesta por el inminente desahucio de una de los dos inquilinos que residen en la Casa del Aire, en el Bajo Albaicín.
No llegaban a un centenar de personas pero se hicieron oír con gritos en contra de la especulación urbanística. El único inconveniente, según la Policía, estribaba en que no habían solicitado autorización a la Subdelegación de Gobierno, argumento que pusieron en duda los allí concentrados, que apelaron a su derecho a la libertad de reunión. Hubo un momento de tensión cuando los agentes requirieron la documentación a algunos de los presentes, pero la situación volvió pronto a la calma. A escasos metros de la entrada a la Gerencia, en la plaza Rector García Duarte, los concentrados leyeron un manifiesto de apoyo a los vecinos desahuciados, desplegaron una pancarta y corearon consignas en contra de las administraciones que consideran cómplices de la especulación inmobiliaria. A continuación cruzaron la acera para situarse a escasos metros de la puerta de acceso bajo la atenta mirada de la Policía.
Los dos vecinos -un hombre y una mujer- que resisten en la Casa del Aire, situada entre las calles Zenete y Beteta, han encomendado su suerte a la movilización y solidaridad ciudadana. La mujer que lleva residiendo 21 años en la conocida casa de paso del Albaicín ya recibió la notificación judicial para ser desahuciada mañana, miércoles.

Los concentrados desplegaron una pancarta.
Al Ayuntamiento de Granada se le hace responsable de «no haber sancionado ni ejercido su obligación de expropiación del edificio ante las continuas faltas por parte de la inmobiliaria», en este caso, Edivara-Dugra-Varasol.
La protesta coincide con las movilizaciones de ciudadanos indignados que desde el pasado 15 de mayo se vienen produciendo en distintas ciudades españolas, entre ellas Granada, logrando pequeñas victorias como ha sido la paralización de una docena de desalojos de familias que no podían afrontar las hipotecas contraídas con los bancos.
Las circunstancias son diferentes porque en el caso de los inquilinos de la Casa del Aire residen en régimen de alquiler, pero el fin que se persigue es el mismo. En el caso de los vecinos de la Casa del Aire, la inmobiliaria lleva 6 años presionando a los vecinos para que abandonen el lugar y tener las manos libres para convertir el edificio en apartamentos. «Parece evidente que las personas y su derecho a una vivienda digna quedan en un segundo plano cuando se trata del beneficio económico», argumenta en una nota el colectivo ciudadano de apoyo a los vecinos de la Casa del Aire.
Por su parte, la inmobiliaria sostiene que rehabilitará el inmueble respetando la legalidad urbanística. La empresa se agarra a la decisión del juez y los vecinos apelan al derecho a una vivienda digna. Por lo pronto mañana, miércoles, hay convocada una nueva movilización, esta vez en la Casa del Aire ante la posibilidad de que se haga efectivo el desalojo aunque en realidad la afectada hace algún tiempo que ya no vive en el inmueble.
(20-6-2011)
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