Metro por el centro: entonces no y ahora sí

El Ayuntamiento de Granada, gobernado entonces por el PP, rechazó hace más de una década que el tranvía discurriera por Gran Vía o Reyes Católicos. Ahora la Junta de Andalucía, que tiene al frente al mismo partido, ve imprescindible la ampliación del Metro por el centro de Granada.

En 2007 se pusieron en Albolote las primeras traviesas del Metro de Granada. Diez años más tarde, el nuevo medio de transporte, también llamado tranvía y tren ligero, empezó a funcionar uniendo la citada localidad con la de Armilla y pasando por Granada capital. 

Ahí discurre por La Caleta, el Camino de Ronda o el Zaidín, puntos que sólo con amplitud de miras se pueden catalogar como céntricos. Si le preguntan a cualquiera cuál es el centro puro y duro, seguro que contestará dando nombres de calles o sitios como Puerta Real, Gran Vía, Reyes Católicos, Plaza del Carmen, Paseo del Salón… Pues por ahí no pasa. Por ninguno de esos lugares. Se queda cerca de Recogidas, pero eso es todo. 

La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Fomento, ha anunciado que el Metro no sólo se va a ampliar para que llegue a otras ciudades cercanas, como Churriana de la Vega o Atarfe; también se contempla la construcción de una línea que conecte La Caleta, donde hay una estación, con Hípica, donde existe otra.

Entre medias está ese centro puro y duro que ya se ha mentado y que el tranvía recorrería siguiendo este itinerario: Avenida de la Constitución, Gran Vía, Reyes Católicos, Puerta Real, Acera del Darro, Alminares (tras cruzar el río Genil) y Andrés Segovia, donde la nueva línea se encontraría con la que ya hay. 

La pregunta que flota en el aire

Al margen de que eso muchos lo verán muy bien y otros puede que no lo vean tanto; con independencia de que algunos protestarán por las molestias derivadas de las obras que tendrán que hacerse; y sin entrar siquiera en la cuestión de si será en superficie o soterrado, aunque todo parece indicar que se optará por lo primero, hay una pregunta que flota en el aire: ¿por qué no se hizo antes?

Para averiguarlo hay que remontarse a principios de siglo, cuando comenzó a estudiarse seriamente la posibilidad de construir una línea. La única que hay por ahora. El PSOE estaba al frente de la Junta y también del Ayuntamiento de Granada, pero en 2003 entró en el gobierno local José Torres Hurtado (PP) y se opuso a la idea de un Metro por el centro. Ni por calles comerciales como Alhóndiga o la Plaza de los Lobos, como se sugirió sin demasiados estudios que avalaran esa opción, ni por el trazado que ahora se propone.

Sus argumentos fueron, fundamentalmente, que no quería llenar de catenarias las calles más concurridas ni desviar el tráfico que entonces (y ahora) discurría por ellas. El exalcalde, en ese aspecto, siempre fue partidario de soterrar. Se salió con la suya en el Camino de Ronda y no lo logró en el Zaidín, pero sólo porque los técnicos le convencieron de que había un tramo en el que ese soterramiento era inviable. 

El motivo del rechazo

Telesfora Ruiz, que fue concejal de Movilidad en el gobierno de Torres Hurtado, fue testigo directo de lo que ocurrió en 2011, cuando las obras del Metro ya estaban en marcha y se volvió a poner encima de la mesa la posibilidad de que una segunda línea discurriera por el corazón de la capital. Su posición fue contraria. 

La opción de que el Metro pasara por Reyes Católicos se rechazó hace años porque significaría «llenar el centro de catenarias y desviar el tráfico». Fotos: Lucía Rivas

«Sólo hay dos maneras de hacer un Metro: soterrado y por superficie. La primera se rechazó porque había un 90% de posibilidades de que, al excavar por el centro, aparecieran restos que habrían paralizado o incluso abortado la obra, así que dijimos que no porque no era viable, el riesgo era demasiado alto», explica. 

Torres Hurtado se opuso a «llenar el eje central de Granada con vías y catenarias», recuerda Telesfora Ruiz, que fue concejal de Movilidad

En cuanto a hacerlo por arriba, Telesfora Ruiz recuerda que tampoco era partidaria «porque así te cargas la imagen del centro histórico, porque un tranvía lleva catenarias, no es un autobús. Y además de llenar el eje central de Granada con vías y catenarias, tendrías que sacar de ahí el tráfico rodado, porque las dos cosas a la vez no son compatibles. De hecho, creo que sería muy difícil que cupieran dos vagones en Reyes Católicos. Pero aunque así fuera, quienes viven en el centro no tendrían vía de entrada y salida por coche, y hablo de los residentes», resalta. 

Como alternativa, el equipo de gobierno, tras aprobar en 2011 su Plan de Movilidad, puso encima de la mesa la Línea de Alta Capacidad (LAC), unos autobuses rápidos que empezaron a circular por el centro tres años más tarde. Esa idea, según reconocen ahora casi todos, no funcionó bien. De hecho, ya no existen esos autobuses. Aunque la exconcejal sigue defendiendo sus beneficios.

«No creo que sea un capricho»

«Por ejemplo, cuando empezaron a funcionar esos autobuses, los medidores de la calidad del aire que instaló la Universidad de Granada establecieron que la contaminación en el centro había descendido más del 30%, así que al menos en ese sentido sí que estaba haciendo algo bueno», resalta, para añadir que el anuncio que ahora ha hecho la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, le ha dejado «un poco sorprendida» porque supone un giro brusco en la política defendida por los populares hasta ahora. «Pero en fin, no creo que sea un capricho y doy por hecho que si se ha anunciado será porque los técnicos habrán hecho estudios que demuestran que es viable», concluye. 

Un tren baja de La Caleta hacia Avenida de Andaluces, dejando a su izquierda el bulevar de Constitución.

El PP no quiso el Metro por el centro e hizo una obra millonaria en la Avenida de la Constitución y la Gran Vía, por donde ahora quiere que pase

Es necesario recordar que el gobierno popular se empeñó en que el Metro no pasara por el centro y, en lugar de eso, sí que acometió la remodelación de la Avenida de la Constitución (y, en menor medida, también la de la Gran Vía de Colón). El remozado bulevar, ahora mucho más atractivo que antes, fue inaugurado en 2007 tras una obra que desde luego no fue gratuita. Se invirtieron 12,8 millones, un sobrecoste de 5 millones sobre lo inicialmente previsto. Ahora, si se hacen las obras del Metro, serán probablemente en superficie y precisarán de otra potente inversión. Es, por decirlo en términos vulgares, como pintar sobre lo recién pintado. 

De ese cambio de postura de los populares evita hablar Marifrán Carazo. «Yo sólo puedo responder de lo que he hecho desde que accedí a mi cargo, y lo cierto es que desde el primer minuto anuncié que quería ponerme a trabajar cuanto antes para ampliar el Metro y completar así una red que ha de servir de herramienta para mejorar la movilidad en Granada», manifiesta a GranadaiMedia

Los planes de la consejera, contados por ella misma

En consecuencia, explica, la Junta se ha movido desde entonces con rapidez para que el Metro tenga otras tres líneas: una que llegará hasta Atarfe, otra que irá a Churriana, Las Gabias y Alhendín, y una tercera que discurrirá por el centro. De momento, en los trabajos previos, el gobierno andaluz ya ha invertido 8 millones y el objetivo es que esas tres líneas estén en funcionamiento antes de diciembre de 2026 «para así podernos aprovechar de los fondos Next Generation de la Unión Europea», precisa. 

La Gran Vía, epicentro de la capital, por donde discurriría el trazado de la nueva línea.

Para Marifrán Carazo, el Metro por el centro es «una prioridad» no sólo para mejorar la movilidad, sino también para reducir la contaminación. Los nuevos parámetros fijados por la Organización Mundial de la Salud para medir la calidad del aire sitúan a Granada como la ciudad más polucionada de España. «Las decisiones, ya lo dije, deben ser urgentes. Frenar la contaminación ha de ser un objetivo de todas las administraciones y actuar en todos los frentes, y eso no sólo lo vamos a conseguir con el Metro, sino que hay que seguir mejorando el transporte metropolitano, algo en lo que ya nos estamos esforzando, y debemos también meter en ese debate las conexiones ferroviarias, para lo que necesitamos el impulso del Gobierno central», recalca. 

«Meter el Metro por el centro es una prioridad para mejorar la movilidad y reducir la contaminación», argumenta la consejera de Fomento, Marifrán Carazo

En cuanto a cómo se ejecutarán las obras por el centro y cómo afectarán al tráfico y a la cohabitación con los coches, la consejera entiende que es un aspecto en el que debe llevar la batuta el ayuntamiento. «Regular el tráfico es una competencia municipal. Nosotros lo que sí podemos es ofrecer nuestra colaboración a través de nuestro Plan de Movilidad y Transporte del Área Metropolitana, pero está claro que aquí se necesita un trabajo en común, trabajar todos juntos en una misma dirección como se está haciendo en Málaga y en Sevilla. Yo creo que, cuando se quiere realmente conseguir un objetivo, las administraciones se terminan entendiendo», agrega. 

El «sueño enterrado» de Unidas Podemos

De circular el Metro por Reyes Católicos, que es lo previsible, quedaría sepultada, y nunca mejor dicho, la idea que Unidas Podemos lanzó como promesa electoral en las municipales de 2019: recuperar el río Darro en el tramo entre Plaza Nueva y Puerta Real

Antonio Cambril, que fue el candidato a la alcaldía de esta formación y ahora es concejal, entiende que el Metro por el centro «es bueno», porque «contamina mucho menos que los coches, a los que impedirá que entren en muchas vías». 

«Aquí nadie quiere acometer un proyecto polémico, como sería recuperar el río Darro. En Granada no podemos soñar, sólo tener pesadillas», apunta Antonio Cambril, portavoz de Unidas Podemos

Aunque le parece «una buena solución», pregunta si no es posible un trazado que no atraviese Reyes Católicos, porque eso «eliminará la posibilidad de que Granada recupere su río; que es una tendencia, esa de recuperar ríos, que se está siguiendo en medio mundo. Pero aquí se ve que hacemos todo al revés». 

Para el edil, sacar a la luz el Darro traería beneficios económicos y atraería «un turismo de calidad, como está ocurriendo en París». Mejoraría además la imagen de la ciudad, para lo cual tira de otro ejemplo: «Bilbao era hace treinta años una ciudad muy poco atractiva y la limpieza de la ría la ha cambiado por completo. Y eso sí que fue una obra de kilómetros, enorme comparado con lo que nosotros proponíamos aquí». 

Por debajo de Reyes Católicos y Puerta Real discurre el Darro, río que Unidas Podemos propuso sacar a la superficie.

«No sé si fue Ganivet o Lorca, pero uno de los dos se preguntó qué se podía esperar de una ciudad que entierra a su río. Lo suscribo y añado que lo que ocurre aquí es que ningún político se atreve a acometer un proyecto polémico y con vista al medio y largo plazo. Está visto que en Granada no podemos soñar, sólo tener pesadillas», acaba.

 

La Junta y la Ronda Este

Marifrán Carazo también se refiere en esta entrevista con GranadaiMedia a la Ronda Este, una infraestructura por la que apuesta la Junta y cuya posible construcción provoca el rechazo de diversos colectivos. La consejera da a entender que la carretera sería otra herramienta para mejorar la movilidad, pero precisa que por el momento «nuestro compromiso es sólo estudiar su viabilidad, tanto la económica como la ambiental». 

«Por supuesto, como en cualquier otra actuación, seríamos muy respetuosos con el entorno y serán los técnicos quienes decidan si hay algún trazado que es compatible y si la obra es sostenible no sólo en ese aspecto, sino también en el económico. Los resultados de ese estudio nos comprometemos a exponerlos al público con absoluta transparencia», promete. 

«Renunciar a estudiar siquiera una infraestructura que podría mejorar la movilidad sería un error», sostiene Carazo

Lo que a Marifrán Carazo no le parece aceptable es «renunciar a estudiar siquiera una infraestructura que podría ayudar a mejorar la movilidad, porque eso sería un error. Hay que tomar decisiones en base a los estudios que se hagan», insiste. 

A su juicio, las nuevas carreteras no tienen por qué ser necesariamente incompatibles con el entorno. Menciona, en ese sentido, que en Málaga «el ayuntamiento ya está pidiéndonos apoyo para hacer una tercera circunvalación y tanto ese municipio como otros cercanos están reservando suelo porque asumen la necesidad de esa vía en un futuro próximo. Y en Málaga, como en otros muchos lugares, también estamos trabajando y apostando por el Metro, por el transporte público, por los carriles-bici… ¿Allí sí podemos hacerlo y en Granada nos vamos a negar a estudiar una posibilidad? Tenemos que aspirar al máximo, siendo siempre conscientes de lo que hacemos y garantizando una profunda sensibilidad con el medio ambiente», finaliza. 

 

 

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