Cuenta el primer teniente alcalde y concejal de Mantenimiento de Granada, Juan Antonio Mérida, que tiene dos amigos jubilados que recorren la ciudad con un mapa donde van anotando los baches. El dirigente popular se sinceró con los periodistas en una rueda de prensa que ofreció el pasado mes de septiembre donde se comprometió a tener todas las calles de la ciudad en perfecto orden de revista en un plazo de dos años.
En el Zenete esperan con impaciencia la llegada de los dos jubilados pues, hasta el momento, de poco o nada han servido las denuncias que los vecinos han elevado al Ayuntamiento. El empedrado tradicional de la calle, lleno de baches y parcheados, parece haber recibido el bombardeo del enemigo, aunque en realidad es el resultado de un cúmulo de despropósitos de los que nadie parece dispuesto a responsabilizarse. Lo que en su día fue la calle principal de un arrabal árabe, paralela a calle Elvira, hoy es una arteria obstruida de mugre que requiere un tratamiento urgente.
Todo empezó cuando la entonces Consejería de la Vivienda y ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, a través de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía, inició en 2005 la obra de recuperación de la ladera del Zenete, para lo cual contó con ayuda de fondos europeos. El paso de camiones pesados obligó a echar una capa de cemento sobre el empedrado para tratar de protegerlo. Nada más lejos de la realidad.
Las tuberías de Emasagra reventaron por dos puntos distintos de la calle ocasionando serios daños en las viviendas de algunos vecinos. Emasagra prefirió renovar las conducciones a pagar indemnizaciones, pero lo que no hizo fue volver a poner el empedrado en su sitio ni la Concejalía de Urbanismo se lo requirió. La disciplina urbanística ha brillado por su ausencia. Ni siquiera ha ordenado a la Junta de Andalucía que restaure la esquina que la empresa constructora demolió para que pasasen los camiones ante la excusa de que la obra se iba a retomar en algún momento. La misma evasiva que se ha utilizado para no arreglar la calle.
La opinión de los vecinos
¿Cuándo tiempo tardará la Junta de Andalucía en emprender de nuevo la obra de recuperación de la ladera del Zenete? De momento sólo se ha construido un aparcamiento para 100 vehículos que lleva casi seis años cerrado, otro dislate más que no se puede permitir un barrio con problemas de estacionamiento, cuyos vecinos están siendo multados por aparcar en la cuesta de la Alhacaba.
GranadaiMedia ha contactado con cuatro vecinos que llevan más de una década residiendo en el Zenete para que den su opinión a cerca del estado de la calle.
Esther Torres lleva 12 años viviendo en la calle y se lamenta de la imagen «negativa» que presenta el empedrado. Alude a los charcos que se forman cuando llueve y a los trozos de alquitrán con los que se han rellenado algunos socavones para hacer transitable la calle. Recuerda que hubo «muchos problemas» cuando «reventaron las tuberías y nos vimos sin agua». «Con el paso de los camiones pesados salieron también grietas en algunas casas», indica.
Su vecina Raquel Álvarez ha comprobado, en los once años que lleva instalada con su marido y sus hijos en el Zenete, el poco interés que se presta a la calle. «Es lamentable. Ves cómo el Ayuntamiento arregla calles de los alrededores y no tiene el mínimo interés en el Zenete, lo ha dejado como un caso perdido», lamenta. Raquel ha escuchado que no se repara la calzada con la «excusa» de que se tiene que retomar la obra de las viviendas que van encima del aparcamiento, una justificación que no le convence. «El aparcamiento lleva más de cinco años cerrado, nosotros solicitamos un plaza que, por ser residentes, se supone que tenemos prioridad, pero hemos tenido que alquilar un garaje. Ni se sabe cuándo se retomara la obra».
«No creo que haya muchas calles en Granada que estén como ésta»
Francisco Ruiz es uno de los vecinos que más ha sufrido los problemas derivados de la obra. La avería en una de las conducciones de agua le inundó la parte de abajo de su vivienda, en la que lleva residiendo desde hace 10 años. Considera que todo es una cuestión de «desidia» por parte de las administraciones, aunque pone el acento en el Ayuntamiento al ser la competente en el arreglo de la calle y en aplicar la disciplina urbanística. «Esta ciudad vive del turismo y los turistas vienen a ver dos cosas: la Alhambra y el Albaicín. La impresión no puede ser muy grata, la calle está fatal y el Ayuntamiento no se ha preocupado para nada en arreglarla. No creo que haya muchas calles en Granada que estén como ésta».
Él tiene su propia plaza de garaje pero reconoce que, después de dos millones de euros invertidos en la ladera, «ni los vecinos tienen uso del aparcamiento ni el dinero de la Unión Europea se ha usado para lo que estaba previsto».
María Castillo es una mujer mayor que lamenta no haber vendido la casa a su debido tiempo. «La calle está fatal, muy dejada, lo que da una imagen tercermundista. Da igual que sea una calle muy céntrica por donde pasan muchos turistas», opina. Le da qué pensar que la administración se haya gastado este verano un dinero en arreglar el mal llamado mirador que apenas tiene vistas a la ciudad y a la vega de Granada. «Piensa mal y acertarás. ¿Para qué se ponen baldosas? ¿Por qué no arreglar los baches o quitar las pintadas? Luego presumen de que es Patrimonio de la Humanidad. Si vivieran aquí seguro que estaba solucionado», censura María, quien advierte del atoramiento de los imbornales de la calle, un problema que se aprecia en los días de lluvia [ver video].
Sólo un dato comparativo más. Según el concejal Juan Antonio Mérida el pasado año se invirtió 1,7 millones de euros en el parcheo y conservación de calles. Pues bien, en el Albaicín se realizaron 625 intervenciones frente a las 2.234 llevadas a cabo en el distrito centro. Sólo la Chana, con 492 obras, y la zona norte, con 461, estuvieron por debajo del Albaicín.
(29-10-2012)
Bueno vaya mentira q todas estarán arregladas en dos años. Lo de la calle del Zenete es un despropósito pero no es la único ni el peor. Yo vivo en calle CUEVAS COLORADAS Y CRUZ DE LA RAUDA. Estas calles nunca han tenido empedrado ni pavimento alguno. No se si será por la proximidad a la zona del cerro de San Miguel pero sufrimos un abandono total. Inagra no barre estas calles por q como no están pavimentadas pues como si fuera el campo y luego tenemos un bidón de basura para esta zona. La conclusión es q todos los ocupantes de las cuevas hacen uso de este bidón y claro se llena en media hora y supone cientos de residuos y basuras por el suelo. Y cuando digo cientos es cientos y cada día. Es un autentico estercolero. No se para q pagamos basuras y impuestos si no nos dan ni el servicio básico. Ya sabemos q los ocupantes de las cuevas no pagan basura pero ese problema nos ataña a todos.
F. Montero
El Zenete fue empedrado y ordenada la ladera de la antigua casa Taboada en el Plan de Calles Terrizas de 1984. Todo quedó perfecto. Hasta que en 2004 llegó Corsan y destrozó lo que se ve en la foto para meter una enorme excavadora. Entre 2008 y 2009, ACSA (Emasagra) y Gas Andalucía abrieron la calle en canal para meter tuberías. Levantaron la losa «protectora» de hormigón. Todos desaparecieron sin reponer nada, incluso se llevaron piedras para otros baches. El resultado es una calle de Beirut, como si estuviese bombardeada. El parking cerrado, la obra inacabada. Y los turistas fotografiando este rincón del tercer mundo, ya que el tránsito hacia San Miguel Bajo se hace casi todo por aquí. A ver si el nuevo «alcalde» del barrio se interesa un poco más que los anteriores.
Mario