Atraco frente al Centro Cívico

María Virgen Saviñón, en la plaza donde recibió el tirón, a escasos metros del Centro Cívico.

María Virgen Saviñón es la presidenta de la asociación de Mujeres Inmigrantes Dominicanas en Granada y vecina del distrito Norte de la ciudad. El jueves 12 de enero, poco antes de las 19 horas, se dirigía al Centro Cívico Norte a mantener un encuentro con una trabajadora de la Concejalía de Juventud. Pero a escasos metros del edificio municipal, en la plaza Jesús Escudero García, dos jóvenes en moto le dieron un tirón para arrebatarle el bolso, la arrastraron por el pasillo que da acceso al edificio municipal y, tras caer, se dio un golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento.

Lo siguiente que recuerda Saviñón fue que despertó con los golpes en el pecho de un vecino del barrio, que le dio los primeros auxilios. Y la celeridad de la Policía, que al parecer ha detenido a los supuestos malhechores. «Uno de ellos estaba en búsqueda y captura», comenta. Los agentes llegaron incluso antes que la ambulancia, asegura la víctima del atraco, que elogia la celeridad con la que actuaron las fuerzas del orden. «Hasta un muchacho que me ayudó ha podido recuperar su moto, que se la habían robado», comenta la presidenta del colectivo inmigrante.

A pesar de que algunos familiares suyos recibieron enseguida el ‘aviso’ de que no denunciaran los hechos, Saviñón lo ha hecho. «No puede ser que cuatro mocosos controlen el barrio de esta forma», asegura, y anima a los vecinos a denunciar «para que la Policía pueda actuar». «Es que venían a caso hecho y hasta una navaja traían», comenta la mujer, todavía adolorida por los golpes y con un collarín al cuello, y sorprendida por un ataque así prácticamente a las puertas de un edificio muncipal.

El de la inseguridad es uno de los problemas que más golpea al distrito Norte de la ciudad. Aunque las agresiones que consiguen más visibilidad son las que afectan a colectivos como el de los taxistas, los tirones forman parte del día a día de estos barrios pero casi nunca se denuncia.

Los vecinos y vecinas apuntan hacia un clan, el de ‘Los mocos’, pero muchos confiesan que señalarlos es «buscarse la ruina».  «Si los denuncio me tengo que ir del barrio», aseguraba en diciembre una señora a la que le arrebataron una cadena cuando salió a tirar la basura. Días antes le tocó turno a Juan, «el que cobra los muertos». No sólo le apuñalaron, también le abrieron el coche para robarle.

El oro, o más bien todo lo que se le parezca, es el principal objetivo de estos tironeros del barrio. Llama la atención en un distrito donde  son más bien limitados los recursos económicos que la mayoría de las farolas tenga carteles como este: ‘Compra/venta de oro. Pagamos más que nadie’.

Muchas farolas del distrito Norte tiene carteles como este: 'Compra/venta de oro. Pagamos más que nadie'.