(Actualización) El Liberia seguirá con sus «pases magníficos»

Después de 35 años de música en directo, eventos culturales y visitantes ilustres, el mítico pub de calle Duquesa ha estado a punto de echar el cierre. Repasamos su historia con Gabi. Un acuerdo de última hora con el dueño del local ha permitido que el Liberia siga ofreciendo sus «pases magníficos».

cierre del pub liberia

Gabriel, propietario y gerente del Liberia, en el local a medio desmontar. Foto y vídeo: Jesús Ochando

ACTUALIZACIÓN 3/6/2021: Finalmente el pasado lunes 31 de mayo Gabriel Aguilera y el propietario del local alcanzaron un acuerdo y renovaron el contrato. Él mismo indico en las redes del pub que reabrirá el próximo viernes 4 de junio a partir de las 21.00, aunque aún no estará al 100% precisamente por haber tenido el local prácticamente desmontado para el pasado lunes. También agradeció el apoyo de los habituales, la gente del mundo de la cultura y la presión desde redes y medios de comunicación que contribuyó a convencer a la propiedad. A GranadaiMedia ‘Gabi’ ha explicado que planea una reapertura «oficial» para más adelante, pasadas las Fiestas del Corpus.

“Yo decía que había tres pases: el primero, el segundo y, cuando ya se había ido casi todo el mundo y los artistas empezaban a charlar e improvisaban, el pase magnífico. Este era de puertas para adentro. Lo veíamos solo unos pocos”, recuerda Gabriel Aguilera, ‘Gabi’, propietario y regente del Liberia Café Pub, mientras nos atiende rodeado de tres décadas y media de historia a medio desmontar.

El Liberia es un pub atípico en cuyo espacio, un sótano de calle Duquesa, conviven ahora mismo carteles con instrucciones de mantener la distancia por la COVID-19, los precios del pacharán y un poema de Borges dedicado al ajedrez pegado a la máquina de tabaco. Eso, además de varias fotos de Enrique Morente, en su momento habitual del local.

Lo que acaba con el Liberia, según nos explica Gabi, no es la crisis derivada de la pandemia que ya se está llevando algún negocio tradicional por delante. Son las condiciones del alquiler. Sin querer entrar en detalles, se limita a explicar que al renegociar el contrato “se me han propuesto condiciones que yo consideraba abusivas, y más después de más de 30 años cumpliendo mes a mes y sobreviviendo a varias crisis. Como está la cosa ahora mismo, no entiendo que los propietarios aprieten cada vez más, porque no soy el único. Pero en fin, aunque nunca pierdo la esperanza en un milagro de última hora, es lo que hay y el día 31 [el próximo lunes] entrego la llave”.

Un local que ha visto cambiar el centro de Granada

En el local han visto cambiar el centro de Granada y a sus habitantes a lo largo de los años, por eso este veterano de la barra lamenta que su negocio y algunos vecinos vayan a echar la persiana. “Hace 20 años o más daba miedo andar por estas calles a partir de las 22.00 de vacías que estaban. Había mucho edificio muy deteriorado y muy pocos vecinos, la mayoría personas mayores. Ahora hay más gente joven, más pubs aparte del Liberia, que durante muchos años estuvimos solos… eso le da vida a un barrio”.

Al mismo tiempo que cambiaba la vida alrededor, lo hacía dentro del local, que nació “cuando el área de Medio Ambiente ni existía”, se ríe Gabi. “Luego nos hemos ido adaptando a todo: saneamientos, insonorización, etc.”.  La música en directo también ha cambiado a lo largo de los años. “El Liberia lo inauguró la que luego sería la Blues Band de Granada, aunque entonces ni siquiera tenía ese nombre. Durante mucho tiempo fuimos el sitio para escuchar blues en directo en la ciudad, aunque no solo. Nunca me cerré a nada, cualquiera que tuviese un mínimo de calidad artística y me propusiese algo tenía aquí su sitio”.

Por ejemplo, el flamenco. “Para ser un local fuera de los circuitos habituales del flamenco en Granada, porque no era nuestro papel, no me puedo quejar de la gente que vino aquí”, apunta el propietario. “Y las noches con Enrique [Morente, al que consideraba un amigo], que nos acababa regalando actuaciones petit comite aquí abajo cuando se bajaba la persiana”.

Flamenco, rock y partidas de ajedrez

Entre los nombres que han pasado por el local recuerda a Los Lagarto, Los Malditos Mojarras –que bajaron de Madrid para un aniversario del pub- o al cómico Santi Rodríguez, que fue un habitual. “Sus monólogos aquí empezaron de forma improvisada: acababa la actuación del día y se subía a contar unos chistes, casi como una cosa entre amigos. Un día acabó improvisando con el Mago Migue y luego han acabado trabajando juntos. Porque lo mejor de asistir a lo que yo llamo el pase magnifico es que aquí se juntaban gente del teatro, cómicos, músicos o magos y se ponían a hablar para sacar cosas nuevas y colaborar. Asistir a eso fue un privilegio”.

En las épocas de más actividad, entre los 90 y 2000 “teníamos programación completa toda la semana. De jueves a viernes había música en directo, pero otros días había teatro o los miércoles sesiones de poesía”. Recuerda la época también de los bailes de rock’n’roll, con DJ “y baile de rock con su estética de los 50 y su baile del mismo estilo, no moderno”. También los campeonatos de ajedrez, en los que participó Luis Fernández Siles, varias veces campeón de Andalucía y conocido divulgador y youtuber ajedrecístico.

En el Liberia, en fin, se llegó a presentar el Salón del Cómic de Andalucía cuando todavía eran las Jornadas del Cómic Ciudad de Granada. Seguía siendo uno de los pocos pubs donde leer la mítica revista motrileña El Batracio Amarillo mientras esperaba uno el turno para el futbolín o el billar. Entre sus paredes, allá por el año 94, tuvo la presentación de otra revista de historieta, en este caso erótica pero también satírica, El Erizo Abierto.

Las crisis no son nada…

Por vivir, a Gabi le tocó hasta una inundación del local. Le reventó una tubería mientras él estaba de vacaciones en la playa. El agua acabó, por ejemplo, con muchas de las viejas fotos en papel que custodiaba en las estanterías. “Tuve que venir corriendo y encontrarme medio local anegado. Las crisis no son nada, ya ves, no sé ni cuántas dicen que he pasado. El confinamiento y la pandemia los estaba capeando, que si préstamos al ICO, que si las ayudas, que si volver a abrir como se pudiese… la cosa es que los propietarios también entiendan que no se puede seguir exigiendo más si ya estamos al límite”.

Si algo quiere dar son las gracias. «Las gracias a todos los clientes, a los habituales que son como mi familia y a todo el que quiso venir aquí a actuar y compartir su talento. Gracias a todos los que han participado en esta aventura”, finaliza Gabi.

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