
La chapa arrancada del muro por donde se cuelan a la Puerta de Monaita, y la pintada a modo de advertencia.
«La Policía de Granada no tiene nada mejor que hacer en una ciudad… tranquila como ésta, que crear problemas donde no los hay y joder a la gente sin necesidad ninguna… como en este caso en el que cierran el acceso a una zona verde (no privada) y que es de todos. El barrio ha hablado. Ahora pueden escuchar… O ser tan irracionales, autoritarios e infantiles como para volver a cerrarlo pero…. Volveremos a abrirlo».

La chapa colocada el viernes pasado.
Los autores de la pintada desafían al Ayuntamiento de Granada en su intento de poner puertas a lo que ellos creen que es el campo. En esta ocasión no ha tenido otra ocurrencia que colocar una lamina de hierro amarrada a dos postes en lugar de tapiar la parte del muro del Callejón de las Monjas, frente al Palacio de Dar al Horra, que se vino abajo (o se derribó de forma intencionada) a finales de febrero.
La chapuza instalada el pasado viernes tenía los días contados. No han tardado ni 24 horas en arrancar la chapa que impedía a los jóvenes colarse al interior de la Puerta de Monaita, un lugar degradado por las pintadas y otras gamberradas.
Pero si en algo tienen razón los autores de la advertencia dejada en el muro del Callejón de las Monjas no es en el hecho de que sea una zona «verde» desde donde disfrutar de una fascinante puesta de sol. Los hierbajos que han crecido en torno a la muralla zirí y por donde se abren camino para llegar a la Puerta de Monaita no tienen nada que ver con un espacio natural.
En lo que sí tienen razón es en el hecho de que debería estar abierto al público, debidamente acondicionado, todo el paseo lineal entre la Puerta de Monaita y el Arco de las Pesas, tal y como se recogía en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Albaicín, que data de 1991.
Desde entonces, nada se ha hecho. El propio alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, se quejaba en su visita hace unos días al Albaicín de que la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía tuviese paralizada la primera fase de recuperación del paseo lineal, la que discurre entre el Arco de las Pesas y el Aljibe del Rey, para la cual el Ayuntamiento de Granada tiene destinado en el presupuesto de este año un millón de euros.

Dos jóvenes, que han logrado colarse por el Callejón de las Monjas, permanecen subidos en la Puerta de Monaita.
El problema no es que haya vándalos que no respeten entornos con mil años de antigüedad, grafiteros que convierten los espacios artísticos en zonas inmundas. La contrariedad estriba en la actuación de las administraciones que, con su desidia, contribuyen al deterioro del patrimonio.
(22-4-2012)
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