Es una de las tiendas más singulares de los bajos comerciales que dan vida a la Zona Norte en el entorno del Alcampo. La tienda de complementos Carmela lleva desde 2010 buscándose un hueco entre los vecinos del barrio en la calle Profesor Francisco Dalmau. Ahora echa el cierre y lo hace no sólo con la liquidación de su stock, también agradeciendo a clientes y proveedores, «que no tienen la culpa», explica Carmen Díaz, su propietaria.
Un enorme cartel a la entrada del establecimiento anuncia las rebajas y aclara: «Ni mi esfuerzo, ni el de mis clientes, ni el de mis proveedores (a ellos muchas gracias) ha servido para seguir. Sin embargo, el comercio de lujo sigue subiendo».
Cuando se le pregunta a Carmen por las razones, habla de recortes, de subida de impuestos y de una tasas de agua y basura insostenibles e injustificables para el pequeño comercio:
Hasta marzo, Carmen hará el esfuerzo por liquidar todo el stock. De momento los vecinos están respondiendo muy bien y se acercan a comprar un detalle para un regalo o un complemento que necesitan. Ella, como siempre y porque conoce a sus clientas habituales, sugiere unos pendientes más o menos discretos, en función de la destinataria.
«Niña, las piedras no curan culebrillas«, le dice con total honestidad a una joven que llega buscando una para una amiga. «Eso sí, son monas», recalca.
Si tienes que hacer algún regalo en estos días por San Valentín o quieres ayudar a Carmen, pásate por la tienda. Seguro que encuentras algo que llevarte.
(07-02-2013)
Carmen que razón mas grande tienes. Lamento la situación. Un abrazo!
Tienes mi apoyo!
Manuel Amate @DomoElectra
Siempre que veo un negocio que cierra, y más si es pequeño, pienso en la pérdida que hay detrás de eso. Y no me refiero sólo a la pérdida económica, o laboral (muy importantes también) sino que pienso en la ilusión y el esfuerzo que habrán dedicado a ese lugar el dueño y los empleados. Y lo veo triste e injusto.
Y más aún en la Zona Norte, tan necesitada de esa vida comercial.
Lo siento. Saludos.
landahlauts
Todo mi apoyo a Carmen. Es una pena que se estén cargando y de qué manera a los pequeños comercio, esos de barrio tan entrañables en que la persona que te atiende más allá del mostrador te asesora como si fuera tu amigo de toda la vida. Más ayudas a los autónomos y pequeños comercios es lo que necesitamos ahora. Un abrazo.
Ester