
Protesta del sector de la hostelería y el comercio reclamando ayudas ante el cierre de Granada. Foto: Lucía Rivas
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha anunciado este domingo el alivio de las restricciones en toda la provincia. Granada se iguala al resto de territorios andaluces: comercio y hostelería abierto hasta las 18 horas. El cierre perimetral por municipios y el toque de queda a las 10 de la noche, se mantienen. Las papelerías, librerías y jugueterías, por la peculiaridad de las fechas, tendrán permiso para abrir hasta las 20 horas. Mientras que los restaurantes que tengan servicio de recogida podrán mantener el servicio hasta las 21:30.
Sin duda detrás de esta decisión está la presión de la hostelería y el comercio, que se ha manifestado exigiendo una solución «a la ruina económica» para sus negocios.
A preguntas de los medios, Moreno Bonilla indicó que el Gobierno andaluz “está preparando” un paquete específico de ayudas a los autónomos y empresas granadinas afectadas por la decisión administrativa del cierre de tres semanas. Unas ayudas que, indicó, esperan tener disponibles “para el mes de enero”.
“Sin salud no hay economía”

El presidente del Gobierno andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, durante su comparecencia en Granada. Foto: Junta de Andalucía
Moreno Bonilla parece tener claro que Andalucía está sobre el filo de la navaja en ese “equilibrio entre economía y salud” que su Gobierno asegura que promueve. “Sin salud no hay economía”, ha reiterado a los hosteleros.
El presidente andaluz recordó en su comparecencia tras la reunión con el comité de expertos que el Ministerio de Sanidad considera “como riesgo extremo” una incidencia de 250 casos por 100.000 habitantes. La provincia de Granada, dijo, ha pasado de los 1280 casos por 100.000 habitantes el 3 de noviembre, a una incidencia de 444 casos este domingo.
En este dato, Moreno Bonilla tiene en cuenta las cifras de todos los distritos sanitarios, incluido el Sur, que componen los municipios de la Costa y de la Alpujarra, con una incidencia acumulada a 14 días de 216,4 nuevos positivos por cada 100.000 habitantes y que baja significativamente la media de la provincia.
Una decisión arriesgada
El alivio de las restricciones para la hostelería en Granada es, cuando menos, una decisión arriesgada. A pesar de que la incidencia del virus ha bajado un 65% en estos 20 días de cierre de bares y comercios, el número de positivos está aún por encima de la línea roja que marca una situación extrema tanto en Granada como en su cinturón metropolitano. La incidencia acumulada a 14 días en los distritos sanitarios con mayor población de la provincia se sitúa en 591,3 y 569,2 casos por cada 100.000 habitantes, respectivamente.
La saturación hospitalaria, aunque ha bajado, es aún elevada (488 hospitalizados, de ellos 110 en UCI, según el último parte de la Junta de Andalucía de este domingo). El personal sanitario, tanto de Atención Primaria como de los hospitales de referencia, está exhausto. Y la capacidad de rastreo podría descontrolarse otra vez si hay un repunte de nuevos casos.
Hacer los deberes para evitar la tercera ola
El 10 de diciembre el Gobierno andaluz decidirá si alivia aún más las restricciones a la movilidad y los horarios, pero hay expertos y profesionales sanitarios que recomiendan unas Navidades menos movidas.
Horas antes de conocerse el alivio de las restricciones, el presidente del Colegio de Médicos de Granada, Jorge Fernández Parra, alertaba por Twitter sobre el riesgo de una tercera ola sin tener controlada la segunda. “Las hospitalizaciones y la ocupación de las UCI en Granada siguen muy altas. No hay capacidad de asumir otro aumento de ingresos. Pensemos en celebrar las Navidades del 2021 con los nuestros”, apuntaba.
A este comentario, le seguía el del doctor José Miguel Pérez Villares, jefe del servicio de UCI en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada: “De acuerdo con las palabras de Jorge Fernández Parra. El coronavirus no entiende de vacaciones ni de Navidades. El objetivo es salvar vidas”.
En el mismo sentido se manifestaba esta semana el catedrático en Inmunología de la Universidad de Granada Ignacio Molina. En una entrevista con GranadaiMedia alertaba de que estas Navidades deben ser diferentes para evitar encadenar una tercera ola. “Hasta que la población esté suficientemente inmunizada no vamos a estar en condiciones de una cierta normalidad”, apunta el también investigador del Centro de Investigaciones Biomédicas de la UGR.
Para Molina, “si no hacemos los deberes estas Navidades, tendremos miles de muertos en enero”. Y eso, añade, “no nos lo podemos permitir”.
Responsabilidad individual para evitar un repunte de los casos
La decisión de este domingo de la Junta de Andalucía pone en manos de la ciudadanía la responsabilidad de evitar encadenar una tercera ola en un escenario en el que, como indican los datos, la segunda ola no está aún controlada.
A las ya conocidas recomendaciones de usar mascarilla, lavarse las manos, mantener el distanciamiento social y toser o estornudar en el doblez del codo, conviene añadir evitar situaciones de riesgo como permanecer mucho tiempo en espacios cerrados sin la ventilación adecuada.
Este gráfico interactivo de El País explica el riesgo que se corre en el salón de una casa, un bar y un aula, dependiendo de las medidas de protección que se tomen y del tiempo que se permanezca en ellos. Hay que tener en cuenta que aproximadamente el 31% de los contagios que se pueden trazar se da en encuentros familiares y de amigos.
«Todos tenemos mucho respeto a lo que pueda pasar», indicó en su comparecencia Moreno Bonilla a propósito de la tercera ola que anticipan los expertos tras Navidades. «Pues en nuestras manos está el poder impedirlo», dijo.
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