Los planes se mantienen. El edificio de las Palomas se cederá al grupo municipal de bailes regionales para que gestione una escuela de danza que ofrecerá clases «por una cuota mensual de unos 10 euros«. Previamente el Ayuntamiento «adecuará este espacio con la colocación de espejos y parqué en el suelo» para acondionarlo a su nuevo uso. Así se lo ha comunicado el concejal de Cultura, Juan García Montero, a la plataforma por la Reapertura de la biblioteca de las Palomas, informan sus miembros, con los que ha mantenido un encuentro esta mañana.
Durante la reunión, conseguida tras siete peticiones previas rechazadas y después de que los integrantes del colectivo vecinal se encerraran en Los Mondragones, el edil ha abierto la puerta a ceder un espacio «para la creación de un club de lectura» en el mismo edificio, donde se tendría que compatibilizar su actividad principal -la escuela de baile- con esta otra que podría gestionar la plataforma, informan los vecinos.

El colectivo trasladó a García Montero su proyecto de gestión compartida.
Para esta otra función, García Montero ha hablado de la posibilidad de adquirir libros, añaden los integrantes de la plataforma, que le han mostrado, por su parte, un proyecto de gestión compartida que posibilitaría la reapertura de la biblioteca de las Palomas sin apenas coste para el Ayuntamiento. Para llevar a cabo esta iniciativa, el colectivo vecinal cuenta con material bibliográfico cedido por particulares, el apoyo de la Facultad de Biblioteconomía de la Universidad de Granada, así como de sus propios integrantes, que se ofrecen como voluntarios para mantener abierto en este espacio cultural.
El colectivo vecinal ha alabado la «cordialidad» de la reunión, que a su entender debería haberse mantenido «antes para buscar una solución conjunta más acorde a las necesidades del barrio», donde «ya existen otros centros que ofrecen clases de baile». Han propuesto, en esta línea, espacios alternativos para la creación de esta escuela de danza que el edil ha descartado por tratarse de edificios poco diáfanos y, a su entender, inadecuados para esta actividad, comentan los vecinos.

Cuatro integrantes del colectivo se reunieron con el concejal mientras otros esperaban fuera.
Mientras García Montero «ha defendido la necesidad de preservar las tradiciones», así como que «el baile también es cultura», cosa que la plataforma no niega, sus integrantes han subrayado que «se puede vivir sin saber bailar, pero no sin saber leer». El colectivo insiste en que no es danza lo que necesita la zona en la que se ubica la biblioteca, la más pobre del Zaidín, sino libros. «Existe la necesidad de despertar en esta parte del barrio el hábito de leer. Las Palomas cumplía esa función esencial», resalta la plataforma, para la que resulta vital el mantenimiento del edificio como biblioteca «en su sentido más amplio y genuino, más allá de un simple lugar de préstamo de libros, por la importante función social, de acceso al conocimiento y alfabetización» que llevaba a cabo en esta zona del Zaidín «donde las necesidades socioculturales son muchas y actualmente no existen espacios culturales dedicados a la lectura».
El concejal se ha amparado, por su parte, en las circunstancias económicas para justificar el cierre de Las Palomas, cuyo mantenimiento resulta más costoso que la escuela de danza -a la que el Ayuntamiento subvencionará con 12.000 euros anuales– según ha trasladado a los vecinos, que siguen dispuestos a cogestionar este espacio para ahorrar costes, comentan. Según avanzan, García Montero se ha comprometido a estudiar el proyecto de gestión compartida y ambas partes han emplazado a una nueva reunión futuros acuerdos.
El edil ha rehusado hacer comentarios sobre la reunión.
(16/10/2012)
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