
El cartel informativo todavía permanece a la entrada del edificio del callejón del Gallo.
Ni siquiera los fondos del plan anticrisis de ZP, aquel intento estéril por relanzar la economía local, han impedido que la empresa que acometió los trabajos de rehabilitación del centro de servicios sociales del callejón del Gallo se declarara, en noviembre de 2011, en suspensión de pagos.
El pasado 16 de enero la Gerencia de Urbanismo recurría a un anuncio en el BOP ante la imposibilidad de trasladar a Urbom Ingeniería y Construcciones el informe sobre deficiencias que se han detectado en el edificio desde su última inauguración, «cuestiones menores» que, según reconoce la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, «se podrán costear con la fianza que en su día depositó la empresa ante la imposibilidad de notificarle las deficiencias en persona».
Queda por rematar, según Isabel Nieto, detalles como la instalación de un extractor en uno de los aseos, revisar la climatización para evitar fugas, colocar interruptores y un candado, y proteger del hielo de algunas tuberías. También se solicita la entrega de documentación, en este caso certificados de obras.
El Ayuntamiento adjudicó a Urbom, mediante concurso público, una obra presupuestada en más de 378.000 euros. Ese fue el precio que se pagó con fondos estatales para arreglar los destrozos ocasionados por los rateros en un edificio abandonado a su suerte, con un coste desorbitado e inaugurado en dos ocasiones, la primera en marzo de 2007, poco antes de las elecciones municipales. Los operarios de la empresa tuvieron tres meses para reponer cristales, tejas, instalar ascensor, luz y climatización, placas de escayola, carpintería exterior e interior, y pintar de nuevo por dentro y por fuera.
Los fondos estatales sirvieron para realizar varias obras en calles y edificios del Albaicín. Se remodeló la calle Santa Isabel la Real y el carril de la Lona, se actuó en la fachada del Palacio de los Córdoba y se ha reparado parcialmente las cubiertas de la casa Ágreda. Ahí están todavía algunos de los carteles que debían haberse retirado hace ya meses, entre ellos el de la actuación en el callejón del Gallo, el signo inequívoco de que el plan anticrisis de ZP no fue la panacea.
(13-2-2012)
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