La versión del detenido en San Miguel alto

El joven italiano detenido el sábado en San Miguel, en el Albaicín, denuncia que fue víctima de malos tratos por parte de la Policía. Asegura que los moratones que tiene en el rostro son consecuencia de los golpes. El joven ha sido condenado por lesiones y por oponer resistencia.

Italiano detenido

Los ojos amoratados de Joshud.

Joshud es un joven italiano de 20 años de edad de constitución delgada, más bien enclenque, que se encuentra de visita en Granada. El pasado domingo fue condenado en un juicio rápido  por dos faltas de lesiones y un delito de resistencia a la autoridad al quedar demostrado, según se recoge en la sentencia a la que ha tenido acceso GranadaiMedia, que golpeó a dos de los cinco agentes de la unidad antidisturbios de la Policía Local que acudieron el pasado sábado, 15 de junio, a disolver un botellón a espaldas de la ermita de San Miguel alto.

En el relato de hechos probados Joshud figura como el agresor y los agentes como las víctimas. Se dice que el joven italiano les increpó e insultó, y opuso una “tenaz oposición” en el momento de su detención por negarse a identificarse, propinando “patadas y golpes con un palo” [en realidad era una barra de hierro para hacer malabares]. Uno de los agentes, según se recoge en el fallo del Juzgado de Instrucción 2 de Granada, resultó con lesiones en la rodilla derecha, “de las que ha curado a los siete días sin necesidad de tratamiento médico y sin secuelas” [los hechos tuvieron lugar el día anterior al juicio]. El otro agente sufrió un golpe doloroso en uno de los dedos de su mano y heridas en antebrazos “de las que ha curado a los cinco días”. A un tercero le rompió el móvil y la funda valorados en 120 euros.

Por todo ello fue condenado a una pena de cuatro meses de prisión, que queda en suspenso siempre y cuando no delinca en el plazo de dos años, y al pago de una multa y de una indemnización a los tres agentes por importe total de 800 euros. Inicialmente el fiscal reclamaba 6 meses de cárcel.

Hasta aquí la versión policial avalada por sentencia firme después de que la defensa del joven aceptara los cargos que se le imputaban al conseguir una rebaja en la petición de cárcel. Joshud dio su conformidad porque, según confiesa, “lo que más aprecio es la libertad”.

«Abuso de poder»

Joshud

Joshud asegura que se sintió indefenso ante el tribunal pero prefirió aceptar una rebaja de la condena.

No obstante,  el joven italiano se ha puesto en contacto con GranadaiMedia para dar su versión de los hechos. Acude a la cita con un cachorro entre sus brazos al que no para de besar y hacerle mimos. Tiene los ojos amoratados debido a los golpes que, según él, sufrió durante la detención, lo que corroboran otros testigos presentes en la entrevista.

Reconoce que el sábado por la noche estaba en la explanada que hay detrás de la ermita de San Miguel alto junto a medio de centenar de personas, haciendo lo que habitualmente hacen los jóvenes los fines de semana: beber y escuchar música. Incluso admite que insultó a los agentes cuando les instaron a abandonar el lugar por tratarse de un botellón ilegal. Tampoco le duelen prendas al reconocer que portaba en ese momento una barra de hierro para hacer malabares. Sin embargo, niega con rotundidad que agrediera a los agentes y que se negara a identificar. Según su versión, los agentes le retorcieron un brazo, le tiraron al suelo y luego le golpearon contra la furgoneta.

La Junta Municipal de Distrito del Albaicín se solidariza con los dos agentes heridos que se llevaron un «susto tremendo»

“Fue claramente un abuso de poder. Mi padre es policía y sé que no pueden actuar como lo hicieron. Yo no llegué a agredir a nadie porque dejé el palo de los malabares en el suelo. En ese momento no sabía si tenía el documento de identidad en la mochila, pero no tenía problema alguno en facilitarle mi número para que lo comprobaran. Ellos en cambio no quisieron enseñar su número de placa”.

Los supuestos malos tratos que asegura haber recibido se produjeron también tras su detención, siempre según su testimonio. Asegura que permaneció cinco horas esposado en el hospital bajo una estrecha vigilancia, además de soportar insultos que aludían a su nacionalidad.  Interrogado a cerca de las razones por las que no presentó parte de lesiones en caso de haber sido agredido, da a entender en su pobre castellano que su solicitud no fue atendida, al tiempo que se muestra dolido por el trato recibido en el hospital.

El incidente salió a relucir en la Junta Municipal de Distrito del Albaicín del miércoles después de que una vecina de las Cuevas Coloradas, la zona que se encuentra debajo del cerro de San Miguel, censurara a la Policía Local por lo que consideraba una denegación de auxilio. La mujer explicó que había llamado por teléfono a la Policía Local para quejarse del ruido de tambores y le habían informado de que ya habían estado allí y que se había producido una detención con dos agentes heridos.

El alcalde de barrio y portavoz del gobierno municipal, Juan García Montero, excusó la actuación de la Policía e hizo que constara en acta “trasladar nuestro apoyo a los dos policías locales heridos por llevarse un susto tremendo”. En el altercado no hubo más detenciones pese a que allí se habían concentrado unas sesenta personas, según informaron fuentes policiales.

(21-6-2013)

 

Comentarios en este artículo

  1. Esa es nuestra policía la que lleva veinte años ignorando el botellón en Pedro Antonio de Alarcón, te vacila cuando lo denuncias aludiendo -«esto es Pedro Antonio» y te acusa trás pegarte de agresión

    Inmaculada Sanchez Nogueras
  2. No se como tomar esta noticia pero soy vecino de la zona y solo puedo decir que esto se repite cada día. Aquí tenemos que soportar que la juventud rebelde de toda Europa y otros países vengan a vivir su época bohemia hasta que se cansan. Esto es nuestro día a día de libertinaje. El ayuntamiento y la junta saben perfectamente lo que se cuece en el cerro de San Miguel pero hacen oídos sordos. Sencillamente vergonzoso. Lamento los palos que se llevo el chico y solo puedo decir que he presenciado la actuación de la policía local en la zona (por desgracia)en varias ocasiones y tienen bastante mano izquierda y diplomacia. Lo que pasa que con esta gente eso no funciona a pesar de los intentos. Y siempre acaba igual pese a los intentos de no ceder a la provocación.

    Fernando M

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