
La asociación de vecinos Zaidín Vergeles ha trabajado durante toda la mañana para montar su cruz.
El espíritu crítico que caracteriza el Zaidín vuelve a protagonizar, una año más, el Día de la Cruz, una festividad que los distintos colectivos del barrio aprovecharán para sacar su faceta más solidaria y reivindicativa, pero sobre todo para fomentar la participación y la vecindad a través de distintas propuestas lúdico ‘combativas’.
Los vecinos han dedicado toda la jornada a dejar listos sus altares, en los que llevan trabajando desde hace semanas. «Pan, trabajo y techo», lema que unió al barrio en la manifestación de febrero, inspira la Cruz de la Red de Mujeres. Las tres demandas se simbolizan con una cola del paro a base de siluetas de las que surgen frases como «quiero un trabajo digno, no caridad»; viviendas de cartón para denunciar los desahucios y paquetes de comida para protestar por la falta de alimentos que sufren muchas familias. De un árbol de la plaza Federico Mayo, donde se alza el altar, han colgado además unos peculiares ‘frutos’: los males y necesidades del Zaidín.

Actividades propuestas por la Red de Mujeres para celebrara el Día de la Cruz.
Con este diseño buscan «visibilizar las reivindicaciones del barrio», al tiempo que se potencia la relación vecinal, explica Paqui Jiménez, integrante de la Red. «Nuestra intención es que la Cruz se convierta en una herramienta para construir la participación, mientras paralelamente se denuncian los problemas del barrio en un ambiente festivo. Se trata además de ocupar el espacio público y recuperarlo para la ciudadanía», subraya. De ahí que la Cruz incluya un muro ‘pizarra’ donde los vecinos pueden expresarse libremente, reflejando sus principales preocupaciones.
De cara a saborear la participación se celebrará un concurso de tortillas este sábado 2 de mayo. La idea ha surgido de las alumnas del taller de cuidandería que desarrolla la Red como parte del programa Vecinas y Ciudadanas, cuya piedra angular pasa por fomentar este aspecto. Tras el concurso, las distintas recetas se servirán de tapas. Se repartirá, además, visap, una bebida típica africana elaborada con pétalos de flores. La jornada continuará con talleres infantiles y una tarde de té pakistaní que servirá de antesala a una noche flamenca con la actuación de Samuel Povedano. El domingo se impartirá un taller especial por el Día de la Madre, en el que los pequeños podrán confeccionar regalos manuales. Un arroz pondrá punto y final a la celebración, en la que no faltará el componente intercultural, ya que en el barrio conviven muchas culturas que se han implicado activamente con propuestas para la fiesta, comenta Jiménez.
Construir vecindad es también el propósito de la Cruz de Mujeres Alhalba. «En un mundo cada vez más individualista se necesita favorecer la convivencia. Ese el el sentido que queremos darle a esta celebración», reflexiona Antonia Barroso, integrante del colectivo.
Por este motivo Alhalba ha convertido su altar en un patio de vecinas donde «se reivindica la unión y la comunidad», explica Remedios Requena. En su sede han creado un típico patio andaluz donde no falta detalle confeccionado a mano: las pizarra y el tablón de anuncios han pasado a ser ventanas de corcho con visillos y rejas. Han fabricado un pilar del que incluso cae el agua, puertas antiguas con papel y los típicos azulejos de Granada a base de retales pintados. «Llevamos dos semanas trabajando», indica Ana Varga. «Primero compartimos el trabajo y después la fiesta», que se prolongará desde el sábado al mediodía hasta el domingo, agrega.
También durante el fin de semana «ya hasta que el cuerpo aguante» habrá fiesta en el centro cívico, donde la asociación de vecinos Zaidín Vergeles ha instalado una Cruz con un trasfondo solidario. Los fondos que se recauden con las bebidas -con tapa incluida a precios populares- se destinarán al centro de aprovisionamiento y redistribución de alimentos, que ya atiende a 260 familias zaidineras a través de los Servicios Sociales. Esta cruz «del barrio y para el barrio» está abierta a todos, señala Pepe Yáñez, vicepresidente de la asociación. Para la inauguración del altar el sábado a partir de las 14 horas se repartirán tapas de jamón gratuítas, anuncia el representante vecinal, mientras trabaja junto a otros vecinos en su montaje.
No lejos de allí, en la Unión Democrática de Pensionistas ya está todo listo para un domingo de baile y un sábado de convivencia entre sus integrantes. La Cruz de su escaparate, ganadora de un accesit el año pasado, vuelve a ser objetivo de miradas en esta edición. Sus creadoras, María Isabel Amat, Encarna Salmerón, Teresa Cañizares y María López, la han diseñado con lazos, relata la primera, que resalta la importancia de esta tradición en esta asociación sin ánimo de lucro volcada en los mayores.
Porque «las cruces forman parte de la cultura de este barrio, al igual que su espíritu reivindicativo y participativo», concluye Yáñez.
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