
La concejal Rocío Díaz porta el pendón. Al fondo, las autoridades de la ciudad y el subdelegado de Gobierno en Granada.
Tradicionalmente conocido como el Día de la Toma, el 2 de enero en Granada empieza a ser considerado el ‘Día de los gritos’. De nuevo, el ruido y la controversia fueron los protagonistas en una fiesta local que ha perdido casi todo su carácter festivo o histórico para dejar el protagonismo a su signatura política y sus disputas polarizadas. La Plaza del Carmen volvió a convertirse en terreno de juego para el enfrentamiento entre ideas radicalmente opuestas, con los nostálgicos franquistas a un lado -un frente que a media mañana sumó el apoyo Democracia Nacional, como anunciaron en su web– y grupos antifascistas, entre el independentismo andaluz y distintas posiciones de izquierdas y pro Derechos Humanos, al otro.
Mientras estos últimos expresan con sus proclamas y gritos su indignación por la presencia y la impunidad de los colectivos de extrema derecha en la plaza para un acto público, un portavoz de Democracia Nacional, Jorge del Valle, afirmó que sabiendo que «los amigos de ETA iban a intentar reventar el acto», desde su plataforma no podían hacer otra cosa que venir a Granada «en defensa de la unidad de España». Y mientras, cientos de ciudadanos que intentan no adscribirse a ningún extremo -la gran mayoría- terminaban de llenar la plaza del Ayuntamiento para asistir al acto.
La encargada de portar el pendón oficial y tremolarlo desde el balcón del Ayuntamiento ha sido la concejal de Turismo, Rocío Díaz, mientras la concejal de Comercio, María Francés, se encargó de ondearlo en la Capilla Real ante la tumba de los Reyes Católicos. Todo con el acompañamiento del resto de la corporación municipal bajo mazas y otras autoridades, si bien la oposición no comulga con esta celebración del todo. Ni PSOE ni IU han querido participar en el Día de la Toma, y UPyD ha estado presente en el acto, pero no en la misa celebrada en la Catedral de Granada a tal efecto. Ha sido precisamente durante esta homilía cuando el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha opinado que la victoria de los Reyes Católicos celebrada en este día hace referencia al final de una guerra, «de las más humanas que ha conocido la humanidad», y comentó que en los tiempos convulsos que ahora vivimos en lo social, político y cultural, «se necesita mayor cooperación entre todos» para salir adelante.
Al finalizar la tremolación desde el balcón consistorial a cargo de la concejal Rocío Díaz, recibida con aplausos por la mayoría del público y pitos por el grupo antifascista, el alcalde José Torres Hurtado se ha congratulado de que «la gran mayoría de los ciudadanos aprecie la fiesta de la Toma» frente al grupo de «intolerantes» que se da cita en el plaza. A preguntas de los periodistas ha criticado la ausencia de representantes del PSOE en la ceremonia, al que ve «perdido», «sin saber estar en el sitio que le corresponde».
Toma no, Mariana Sí
La Plataforma Granada Abierta organizó, por otro lado, a primera hora de la mañana, en la Fundación Euroárabe, el acto alternativo ‘Toma no, Mariana sí‘ para pedir al gobierno municipal que ponga fin a una fiesta «sectaria, anacrónica y excluyente», que mantiene la «manipulación histórica» y que tiene «un efecto llamada sobre la extrema derecha, racista y xenófoba», con riesgo para la convivencia democrática.
Granada Abierta propone que el 2 de enero se convierta en una jornada para fomentar la tolerancia y el diálogo intercultural y que la fiesta local Día de la Toma, sea sustituida por el 26 de mayo, Día de Mariana Pineda, que es símbolo de libertad e igualdad. En el acto participó Diego Cañamero, promotor de las Marchas de la Dignidad y líder jornalero, que se distinguió por su gran amistad con Carlos Cano. Se repitió un año más el mensaje de apoyo de Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO y presidente de la Fundación Cultura de Paz, y se hizo un hermanamiento de Granada Abierta con la Plataforma Mezquita-Catedral de Córdoba Patrimonio de todos, que ha estado representada por Antonio Manuel Rodríguez.
Pues no sé que tiene de malo celebrar un día que recuerda el fin de la REconquista de la ciudad. Quizás más de uno no se haya dado cuenta de que existe un «Re» delante de «conquista». Además tampoco se entiende esa sensación de cierta incompatibilidad en la celebración igualmente del 26 de mayo.
Alfonso Núñez Espejo
Bueno, ha habido muchas «conquistas» además de la musulmana…la visigoda, la romana, los suevos
Peter