
Diego Castillo, durante una manifestación del 1 de mayo en Granada. Foto: GranadaiMedia
Diego Castillo Caballero (Granada, 1968) portavoz de la asociación de parados Parque 28 de febrero de Cartuja, será el ‘número 3’ en la lista de Izquierda Unida a las municipales de mayo próximo, que encabezan los actuales concejales de la formación en el Ayuntamiento de Granada, Paco Puentedura y Maite Molina.
Con esta apuesta IU no sólo pretende hacer visible a un colectivo con el que viene trabajando desde su creación, también combatir el elevado porcentaje de abstención de los vecinos de Norte, que en las pasadas municipales cosechó el peor índice de participación de toda la ciudad de Granada (47,16%).
Fue precisamente la elevada abstención en el distrito lo que convenció a Castillo Caballero para dar el ‘sí quiero’. «Es un derecho que tenemos (el del voto) al que los vecinos de nuestro barrio no pueden renunciar si quieren cambiar las cosas», comentó a GranadaiMedia.
El ‘número 3’ en la lista de IU, vecino del barrio de Cartuja, donde ha crecido y vive su familia, trabaja en una empresa de conservación y mantenimiento de carreteras en el entorno de Sierra de Nevada, pero como muchos ciudadanos del distrito Norte, vivió una situación de paro de larga duración tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Mejorar las oportunidades de los desempleados de su barrio a través de la formación es el objetivo del proyecto educativo puesto en marcha por la asociación Parque 28 de febrero que lidera Castillo, por el que unos 70 hombres y mujeres del barrio volvieron a las aulas en 2012 para sacarse el graduado escolar.
Diego, como le conocen los vecinos, está vinculado también a la Plataforma Zona Norte y a la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados. Está casado y tiene una hija.
¿Puede sacar IU el tercer concejal?
La formación de izquierdas ha mantenido durante los 12 años de Torres Hurtado como alcalde de la ciudad dos concejales en el Ayuntamiento de Granada. Aunque los resultados electorales de las autonómicas del 22 de marzo no son extrapolables, fueron un varapalo para IU, que mantuvo su parlamentaria por Granada pero perdió una importante cantidad de votos (-4.800 sufragios en la capital, de los 18.000 en la provincia).
Es probable, con todo, que el castigo infligido por los votantes esté más relacionado con el pacto de gobierno en la Junta de Andalucía que con la labor de oposición realizada por los concejales de IU en Granada. Falta por ver si el fenómeno Podemos, formación que no concurre como tal a las municipales, se diluye o se expande en estos dos meses que restan hasta las elecciones.
No es la primera vez que los partidos políticos buscan cierta representatividad de los barrios y el movimiento asociativo en sus listas, aunque en puestos más rezagados. Veremos qué resultados le da a IU la apuesta por Diego Castillo, al menos en Norte, donde el PSOE suele ser el partido más votado.
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