
Los vecinos levantan los libros en señal de protesta.
El Zaidín sacó ayer la artillería pesada, la literatura, para gritar con fuerza ‘no al cierre a la biblioteca’. Vigilados por la policía –no hay arma más peligrosa en manos del pueblo que los libros- los vecinos se reunieron en la plaza de las Palomas para realizar una lectura pública que comenzó con el discurso ‘Medio pan y un libro’ pronunciado por Lorca para inaugurar la biblioteca de Fuente Vaqueros.
Minutos antes de iniciar la lectura, llegaban los participantes de la ‘bicicletada protesta’ que ha hecho rodar por el barrio su rotunda negativa al cierre. También lo hacían los vecinos que durante toda la mañana recogieron firmas para defender este espacio cultural, cuyas instalaciones serán cedidas al grupo de bailes regionales, según ha anunciado el gobierno local.
Una vez en la plaza de las Palomas, donde hace más de una década las movilizaciones vecinales consiguieron que la biblioteca abriera página, personas de todas las edades leyeron fragmentos de distintas obras con la esperanza de que el Ayuntamiento no escriba el punto y final de este espacio: la historia de una bibliotecaria secuestrada, la poesía de Machado y Benedetti, fragmentos de obras de Galeano, entre otros muchos textos, se sumaron a este acto reivindicativo que concluyó con un intercambio de libros.
“Esta protesta es la primera de muchas”, anuncia la plataforma ciudadana constituida en el Zaidín para impedir “esta agresión a la cultura y al propio barrio”, ya que la biblioteca de la plaza de las Palomas «da servicio a su zona más humilde».

Lectura pública en la plaza de las Palomas.
“Crecí sin biblioteca. La conocí siendo mayor, perdiéndome muchas cosas. Ahora no podemos permitir que este pequeño gran espacio cierre sus puertas a los más necesitados”, afirma una de las integrantes de la plataforma. Sus palabras son recogidas por otro vecino. “He vivido más de la mitad de mi vida enfrente de esta plaza y no la concibo sin su biblioteca. Quitarla es atacar directamente la historia de un barrio porque no se trata de un mero edificio, es una de las grandes conquistas del Zaidín. Parece ser que el Ayuntamiento entiende la cultura como una resta, no como una suma, lo que resulta incomprensible”.
Por lo pronto, la plataforma vecinal proseguirá la recogida de firmas, los encuentros cada martes para decidir actuaciones y las lecturas públicas los jueves. Con estas iniciativas trata de defender «un sueño»: que la cultura «llegue a todos y no se aleje de los más desfavorecidos».
(05/08/2011)
Es intolerable que desde un Ayuntamiento en lugar de potenciarse la cultura se cercenen espacios como una Biblioteca. Incomprensible.
Toni