
Paco Cuenca, junto a Ana Muñoz y Miguel Á. Madrid, en su visita al Carmen del Negro, con la Alhambra de fondo
El archivo histórico de la ciudad puede esperar eternamente. La obra del Carmen del Negro, un inmueble catalogado en la cuesta del Chapiz, junto al Palacio de los Córdova, lleva casi cinco años parada por falta de financiación. Se proyectó en tiempo de abundancia, cuando el dinero llegaba de Europa sin reparar en las consecuencias. En tiempos de vacas flacas y con el dinero liquidado, ahora hay que pagar la factura.
Y no hay dinero. El gobierno municipal sólo se ha comprometido a adecentar la entrada al carmen, en estado ruinoso, y culpa al Estado -al anterior Gobierno de Rodríguez Zapatero– de haberle negado fondos. Fue el gobierno tripartito (PSOE, IU y PA) el encargado de desarrollar el proyecto e iniciar una obra en tres fases, que se ha convertido en un ejemplo más de desidia y mala gestión administrativa.
Esta mañana el portavoz del grupo municipal socialista, Francisco Cuenca, acompañado de otros concejales, ha visitado el carmen del Negro para denunciar lo que considera una «vergüenza». «Mientras el alcalde José Torres Hurtado se dedica a inventar chorradas, como la conexión de un funicular o la instalación de un ascensor, se abandona un lugar de paso, convertido hoy en un estercolero, cuya recuperación sería punto de encuentro de turistas». Calcula que la ciudad de Granada ha dejado de percibir en estos años 25 millones de euros por «negarse a presentar proyectos a programas europeos».
Desde el colegio de secundaria Ave María se puede ver el mamotreto de hormigón, a medio hacer, que se levantó durante la primera fase. La segunda ni siquiera se llegó a terminar. En cualquier otro lugar, este edificio hubiera costado mucho menos. El ex Gerente de la Fundación Albaicín en la época de Gerardo García-Royo, y vecino del barrio, Juan Manuel Segura, conoce los pormenores de una obra que considera una «barbaridad». «Por coger dinero europeo se metieron en un proyecto que era una ruina. En cualquier otro lugar de la ciudad hubiera costado menos y hoy estaría abierto al público», sostiene Segura, quien heredó una obra que «me vi obligado a corregir para que no tuviera impacto».
En la entrada del carmen figura, en medio de los cascotes, un cartel de UCOP, la empresa a la que se le adjudicó la segunda fase. En su web todavía figura la recreación del archivo histórico como si de un espejismo se tratara.
(7-2-2012)
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