El deterioro crónico del Cuarto Real

La imagen que el Cuarto Real de Santo Domingo ha transmitido en el último año ha sido triste. Triste es la palabra, ante un parque que en abril cumple 10 años de existencia y que suponía un reducto de paz sin tráfico rodado y moderno en un barrio tan hospitalario como el Realejo. Su tesoro oculto. Estas imágenes son del viernes, a media mañana, tras las últimas escabechinas de la noche del jueves.

La falta de tablones es peligrosa, con huecos profundos, que algunas veces se rellenan con tierra del propio parque

Se ha hablado de sus desperfectos en mil ocasiones. Lo ha hecho la oposición, y lo ha recordado la Asociación de Vecinos en las Juntas Municipales de Distrito, también en el pregón de las fiestas del barrio del pasado mes de octubre. Ah, y en el pregón de las fiestas del barrio de 2012 también. Desde que no se puede contar con el guarda perenne, Ramón, está todo manga por hombro. Según se destacó en Ideal hace más de un mes, el Ayuntamiento ya se comprometía desde la Junta Municipal de Distrito a realizar una intervención integral inminente, que empezaría en diciembre «a más tardar». Si esa inminencia es la misma con la que se ha abierto el parque del Cuartel de las Palmas, en Carretera de la Sierra, que acumula otro mes de retraso, vallas cerradas y camiones de alto tonelaje entrando y saliendo, estamos aviados.

Cuarto Real de Santo Domingo

Así estaba el Cuarto Real en 2011. No faltaba ni un tablón. Foto: Archivo GranadaiMedia

El progresivo descuido ha sido imparable desde entonces. Las pandillas de inconscientes, los horarios desmedidos (Javier, vecino de la zona, afirma haberlo visto abierto a las dos de la madrugada), la falta de arreglos… han hecho que donde faltaba un tablón luego faltaran dos, después tres y después cuatro. Algunos de esas roturas abren zanjas de medio metro en las que cualquier niño podría colar una pierna. Porque otra cosa que desapareció al descuidarse el parque son los niños, cada vez van menos.

Algunas de esas zanjas se han rellenado con la tierra de la zona terrosa para evitar tropezones, generando lo que popularmente se llama un roto para un descosido (como se puede ver en las imágenes). Las papeleras son zombis de latón, el tocón negro de la entrada recuerda que un árbol entero ardió este verano y en el agua flotan, a ratos, algunos de esos tablones arrancados. En agosto Inagra se encargó de la erradicación de los grafitis, pensando en que arrancaban las obras de rehabilitación del Cuarto Real de Santo Domingo, que además también tiene sus problemas con los arquitectos, pero que debería estar abierto al público como una de las edificaciones más atractivas de la ciudad, en verano de 2014. Son seis meses. Pero ya han aparecido las primeras pintadas fosforescentes, y cada día falta un tablón más.

(17/12/2013)

Comentarios en este artículo

  1. […] Pero a los Reyes deberíamos pedir también otras cosas, como que finalmente sí que se intervenga en el Cuarto Real de Santo Domingo, que ya no necesita de adecentamiento, necesita de una recuperación total, porque es peligroso, así, como suena. Lo podemos ver en imágenes en GranadaiMedia. […]

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