Parte del edificio que albergaba el primer consultorio médico del Zaidín (situado en en la calle Paraguay) sirve hoy de sede a lo que queda del Patronato de Santa Adela, al que se debe la construcción de las primeras 322 viviendas con las que nació el barrio en noviembre del año 53, además de otras muchas promociones posteriores.
La historia del Zaidín está estrechamente ligada a la de esta asociación benéfica de construcción de viviendas protegidas, al menos en sus orígenes. De hecho, el organismo, que se financiaba a base de donativos y ayudas públicas, conserva un importante archivo en el que se puede seguir gran parte de la evolución del barrio. Sus estanterías atesoran los documentos, recortes de prensa y fotografías de las distintas promociones desde que pusieron la primera piedra del Zaidín en plena Vega.
“En la construcción de algunas promociones participaron muchos jornaleros a cambio de acceder a una de las casas”, relata Jesús Prieto, actual secretario del patronato, fundado en el año 48 por el gobernador civil de la época, Servando Fernández-Vitorino y Camps. “Lo bautizó así en honor a su madre, que se llamaba Adela”, recuerda Prieto.
Para la edificación de las primeras viviendas del barrio, el patronato adquirió más de 80.000 marjales por 6.000 pesetas cada uno junto al Camino de Dílar (hoy la avenida de nombre homónimo) en el pago seco del Zaidín. El bajo coste de estas tierras -por no ser de regadío- fue decisivo para que “el barrio naciera en esta zona, a tres kilómetros de Granada, y no en otra”, detalla Isidro Olgoso en su obra ‘Entre dos Ríos: historias del Zaidín’.
Desde que se anunció la futura Barriada del Generalísimo (así decidieron llamarla) su edificación se convirtió en “señuelo” para obtener donativos en el marco de la campaña de invierno que se promovía en la ciudad destinada a conseguir donativos para caridad (hay que tener en cuenta que la dictadura franquista utilizaba la construcción de viviendas y la beneficencia como pilares de su política social y herramientas de propaganda). En el 53 aquellos que ofrecieran 5.000 pesetas tenían derecho a elegir beneficiario de una de las casas en construcción. Eso provocó que muchos ‘buenos samaritanos’ hiciesen «préstamos encubiertos» por el importe de su donativo más intereses que «se sumaron al coste de las viviendas”, a las que era difícil acceder “sin padrino”, señala Olgoso.
El patronato recibió más de 4.000 solicitudes para las primeras 322 viviendas que se alzaron en el entorno de la plaza de las Palomas, también utilizadas como “moneda de cambio espiritual”, señala el historiador. De hecho una de las condiciones para dejar de ser beneficiario de una casa del patronato era “la mala conducta”, sostiene como ejemplo.
Tras aquella primera promoción –inaugurada y bendecida más de una vez- el patronato levantó otras muchas, entre éstas parte de la barriada de Santa Adela, espoleada por las catástrofes naturales que sacudieron Granada a finales de los 50. Algunas de estas viviendas siguen sin escriturar en la actualidad (no solo en el barrio, también en otras zonas de la ciudad), a pesar de que sus propietarios ya las amortizaron con sus cuotas mensuales, explica Prieto. En el Zaidín hay doce que pasarían a un limbo legal si desapareciera esta entidad, dado que en la mayoría de los casos sus titulares fallecieron y no existe acuerdo entre los herederos, agrega. Aunque como secretario intenta resolver este problema, por el momento ha resultado “imposible”, como también lo ha sido la venta de las 14 viviendas que aún posee el patronato, dependiente de la Subdelegación del Gobierno.
Prieto se encarga del cobro de su alquiler –inferior a los 3 euros mensuales en algunos casos– “el único ingreso hoy día del patronato», que desaparecerá en cuanto se vendan. “Por el momento, sus actuales inquilinos no han podido costearlas por tratarse de familias muy humildes con escasos recursos”, cuenta el secretario que, siempre atento y solícito, abre cada tarde al público la oficina en la que custodia gran parte de la historia del Zaidín.
(02/07/2013)
Buenos días, me llamo Martín Tellechea Vidales y les escribo
desde el gabinete de comunicación del Alarde de San Marcial de Irún
(Guipúzcoa), celebración que se conmemora en esta localidad cada 30 de
junio en recuerdo de las batallas que en Irún se libraron contra los
franceses en 1522 y 1813.
Desde hace unos años tenemos abierta una línea de investigación para
localizar lugares fuera de nuestra ciudad con plazas, calles o monumentos
que hagan referencia a nuestra celebración.
Buscando información en la red hemos encontrado que en Granada hay una
calle con el nombre de Calle San Marcial.
Nos gustaría saber si el nombre hace referencia a la batalla o, por el
contrario, se refiere simplemente al santo.
En caso de hacer referencia a la batalla, estaríamos interesados en conocer
con más detalle por qué se decidió poner ese nombre a la calle: pleno en el
que se tomó la decisión, dónde está ubicada, si guarda relación con calles
de alrededor, etc.
Desde el gabinete de comunicación solemos editar todos los años un programa
sobre el Alarde de San Marcial y nos gustaría incluir un reportaje sobre
esta calle.
ME comentan en el Ayuntamiento que es posible que la calle haga referencia a la batalla, ya que en los alrededores hay calles con nombre de famosas batallas, pero que me ponga en contacto con ustedes, que seguramente me podrían dar más información. Estaría interesado igualmente en que me mandaran alguna fotografía de la calle, que podría perfectamente ser actual.
Muchas gracias de antemano y un saludo
MARTIN TELLECHEA VIDALES