Hace más de medio siglo que la Estación Experimental del Zaidín abrió sus puertas en el barrio que le da nombre. En sus laboratorios se siembran hipótesis, observación y experimentación, entre otras muchas ‘semillas’, para cosechar respuestas a preguntas que aún no la tienen, conocimiento y avances sobre las plantas, el suelo, la protección medioambiental y la nutrición animal.
Corría 1955 cuando se inauguró la EEZ, hoy día el mayor centro de investigación español de Ciencias Agrarias dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cuenta su subdirector, José Manuel Palma.
Aunque en sus orígenes, sus microscopios y probetas estuvieron volcados en la edafología y la biología vegetal -materias de las que aún se celebra un importante curso internacional– pronto el estudio del suelo y la planta se fue ampliando «por las propias inquietudes de los investigadores» y se abarcó, además, la Nutrición Animal, relata el subdirector. A mediados de los 90 -agrega- se decidió que esta nueva rama «siguiera un camino paralelo» a la EEZ, de la que siguió dependiendo administrativamente, aunque con su propia línea de investigación e instalaciones Armilla. «La parte más inorgánica relacionada con bioquímica ambiental y ciencias del suelo se desgajó a su vez y, de la mano de la UGR, se formó el Instituto de Ciencias de la Tierra«, recuerda.

Los fondos captados por los investigadores de la EEZ suponen el 80% de su presupuesto. Foto: Granadaimedia
Líneas de investigación
El CSIC ha «cambiado de estrategia» ahora y Nutrición Animal ha vuelto a integrar su línea de investigación en la de la estación. Precisamente de este departamento han surgido algunos de los últimos hallazgos de la EEZ, entre éstos un compuesto anticancerígeno en las semillas de una leguminosa o aditivos naturales inocuos que, incluidos en la dieta de los cerdos, permiten reducir su grasa consiguiendo así una carne ‘light’.
La estación sigue otras cuatro grandes líneas de investigación cuyos equipos han gritado ¡eureka! en más de una ocasión. Entre éstas se encuentra la biología de las plantas, que estudia fórmulas para que los vegetales tengan «mayor resistencia a la sequía, a estrés por metales pesados o a patógenos». Dentro de esa rama -resume el subdirector- se busca conocer las «propiedades nutricionales y posible explotación para la dieta», lo que ha llevado a descubrir un método para detectar fraudes en el aceite de oliva.
Otro departamento observa los microorganismos del suelo y beneficios que aportan a las plantas con las que conviven, como su fertilización natural para evitar el uso de químicos. Este trabajo ha llevado, por ejemplo, al hallazgo de bacterias indicadoras del cambio climático que científicos de la EEZ utilizan actualmente para estudiar sus efectos en Sierra Nevada.
La protección ambiental a través de estrategias de eliminación de residuos industriales, agrícolas, etc. ocupa otro de los grandes campos de estudio. Cuando se hundió el Prestige uno de los equipos de investigación detectó una bacteria que degrada el chapapote. Posteriormente se descubrieron las conocidas como ‘auto-killers’ que se ‘suicidan’ después de eliminar los residuos tóxicos que vierten determinadas fábricas, un método que ya utiliza una empresa de explosivos de Huelva.
Una última rama ahonda en los pastos y sistemas silvopastorales mediterráneos, lo que traducido vendría a ser «el uso del ganado como bombero medioambiental«, explica Palma, entrecomillándolo. Uno de los grupos de este departamento ha creado un método, premiado recientemente por la Junta, que permite evitar la propagación de incendios forestales a través de «estrategias de pastoreo muy efectivas a las que ya se han sumando muchos ganaderos», concreta.
No todos los políticos entienden la potencialidad de la Ciencia por su visión cortoplacista
«La mayoría de las investigaciones, con las que se generan desde patentes a propuestas explotables por las empresas, tienen aplicaciones muy prácticas, ya que nuestra implicación con el entorno es total», precisa el científico. Pero, para llegar a esta eclosión, «es necesario hacer mucha investigación básica previa, o lo que es lo mismo, generar conocimiento para en un futuro poder aplicarlo», subraya.
No todos los políticos entienden, sin embargo, la potencialidad de la ciencia por su «visión cortoplacista», lamenta. Los recortes en I+D parten de esta «perspectiva corta de miras», cuando la investigación es «una inversión de futuro», defiende.
Asfixia económica
Las tijeras en la Ciencia y el ‘corralito’ a los fondos de investigación, que impide a los científicos acceder a la financiación externa que habían conseguido para desarrollar sus investigaciones, ha provocado que la EEZ se encuentre en una situación económica «límite», al igual que el resto de centros del CSIC.
De hecho, solo el 20% del presupuesto de la estación proviene del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, mientras que las captaciones de sus propios científicos representan el 80%, lo que les había permitido «tener una economía saneada, pese a la crisis», refiere Palma. Pero ahora no pueden disponer de sus remanentes y el Gobierno solo se comprometió a liberar parte de los 75 millones necesarios para el funcionamiento hasta finales de año de los 100 institutos de investigación del CSIC -cinco de ellos granadinos. «Si los fondos no llegan, cerramos en octubre», advertía este verano uno de los científicos de la EEZ, con el pago a grandes proveedores «aún pendiente», informa el subdirector (mientras la Ciencia espera esta inversión para garantizar su supervivencia, este mismo estío se han aprobado otros gastos, como incrementar en 877,33 millones la inversión española en armamentos).

Taller de la EEZ para la jornada divulgativa ‘¿Qué pierdes tu si se pierde la ciencia?’ celebrada hace un año. Foto: Granadaimedia
«Estamos en negativo y seguimos sin saber qué sucederá», exclama el responsable del centro granadino, a la espera de que llegue esta financiación, así como la de los programas nacionales de investigación, de los que no se recibe aportación desde enero de 2012 -el año pasado ni siquiera hubo convocatoria, precisa.
Estamos en negativo y seguimos sin saber qué sucederá
Las consecuencias de la falta de fondos para la ciencia son «imprevisibles» por «la dificultad de retomar estudios. Si te descuelgas, te adelantan». El abanico de «efectos secundarios» es dramático, detalla Palma: hay investigaciones que no han empezado y otras que no podrán hacerlo. Además, la renovación del personal o las nuevas contrataciones «ya no dependen de las necesidades científicas, sino de las posibilidades económicas, que son nulas», se entristece, lamentando la fuga de cerebros presente y futura.
Mientras los países más desarrollados del mundo reaccionan a la crisis incrementando su inversión en I+D para fortalecer sus economías, España sigue con la espada de Damocles de los recortes pendiendo. De ahí que muchos investigadores -entre ellos el subdirector de la EEZ- se hayan adherido a la carta por la ciencia, que pide recuperar los niveles de financiación pública de 2009 para acercarse a la media europea y que la investigación siga generando conocimientos. Porque «si recortas en Educación y Ciencia -advierte Palma- estás jugando con el futuro».
(26/09/2013)
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«Corría 1955 cuando la Junta de Ampliación de Estudios -el primigenio Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)- decidió inaugurar uno de sus centros… Decir esto demuestra la absoluta incultura de quien lo ha escrito. Pero yo, en este caso, no doy clases gratis…
Mediterráneo
Gracias por alertar del error Mediterráneo!
En efecto, la Junta de Ampliación de Estudios desapareció tras la Guerra Civil. Cambio este dato incorrecto.
Lorena Moreno
[…] La ciencia se rebela, y con razón. Toda la prensa local está volcada en apoyo del discurso emitido por un colectivo de científicos granadinos de primera división que reclaman que este sector, que supone el 4,7% del PIB provincial, no puede aguantar más recortes. De hecho, hay una movilización programada para mañana, como podemos leer en Granada Hoy e Ideal (edición impresa), o en Radio Granada podemos escuchar las declaraciones de dichos científicos. En Granada Hoy, de hecho, apoyan esta información en una cifra que también asusta: La Universidad perderámás de 250 profesores en cinco años. Mientras tanto nuestros alumnos siguen acumulando méritos que hacen que la reivindicación tenga sentido, como el estudiante de Informática premiado por la Fundación Universia por su aplicación iWhatsIt (Radio Granada). En GranadaiMedia ya hablamos en su día de, por ejemplo, la dramática situación de la Estación Experimental del Zaidín. […]
Granada despierta con la ciencia asfixiada | Granada despierta
Felicidades Lorena. Intentar plasmar más de 50 años de actividad en un artículo no es tarea fácil, pero aquí se muestra una buena imagen de lo que ha sido y es la Estación Experimental. Los errores no demuestran incultura, son solo errores que además son fácilmente subsanables.
Juan