Las Fiestas Populares de Bobadilla y el Cerrillo de Maracena coinciden este año durante el fin de semana del 8, 9 y 10 de julio. Con la crisis como trasfondo común, ambas barriadas han sabido diseñar un programa de actividades pensado para todas las edades y marcado por la austeridad en el gasto, pero no en la ilusión y en las ganas de pasarlo bien.
En Bobadilla la jornada comenzó en la mañana del viernes con la exposición de carocas y un festival de juegos para los niños del barrio. La plaza del Tabaco se llenó de niños de todas las edades que participaron en distintas pruebas y juegos tradicionales con la misma ilusión con que nuestros abuelos jugaban a la rayuela.

Dos niños de Bobadilla participan en la prueba de la manzana
Sin tecnología y lejos de las video consolas y los ordenadores, los pequeños tuvieron que mostrar sus habilidades para comerse una manzana, por parejas, colgada de una cuerda y sin usar las manos. Mientras los participantes se esforzaban por conseguir su objetivo, el resto de los niños los animaban sentados en una larga hilera de sillas, y también los padres, madres y demás familiares participaban en un encuentro protagonizado por las risas. Como premio, «unas monedas para los columpios, y en la siguiente prueba cinco eurazos», señalaba el secretario de la Asociación de Vecinos San Isidro-Bobadilla, Antonio Guerrero. Él es el encargado de organizar las Fiestas Populares y, dentro del programa, los niños tienen un protagonismo indiscutible.

Varios vecinos observan una de las carocas en Bobadilla
Tras la prueba de las manzanas, llegó la carrera de huevos. Con una cuchara en la boca, los participantes debían portar un huevo sin que se les cayera hasta la meta. Por suerte, estaban previamente cocidos, si no la plaza habría parecido una sartén. Juegos como el camarero, consistente en hacer un recorrido llevando una bandeja con una copa de agua sin que se derrame, la explosión de los globos, la carrera de pies atados o las cucañas completan la agenda de actividades infantiles que ocuparán las mañanas de los días de fiesta.
Mientras tanto, en la Plaza del Tabaco lucían las carocas elaboradas por los vecinos que, en tono cómico y con ironía, trataban temas como el metro de Granada, los cambios en el lenguaje con la introducción de los teléfonos móviles o la llegada del ave.
El pregón, a cargo de la concejal del Ayuntamiento de Granada María Francés, una fiesta de la espuma, la verbena, las atracciones infantiles, una comida popular, la procesión del Santo por las calles del barrio y un espectáculo de marionetas, entre otras actividades, integran un programa que, este año, ha contado con un presupuesto de 5.800 euros.

Matías Muñoz y Eli García, de la Asociación de Vecinos Cerrillo de Maracena-Los Barrios, junto a una moto clásica de 1921
Por su parte, las Fiestas Populares del Cerrillo de Maracena arrancaban con una exposición de pintura de los alumnos del taller que se lleva a cabo en la Asociación de Vecinos Cerrillo de Maracena-Los Barrios, así como la muestra, en la sede de la agrupación vecinal, de una moto clásica de 1921.

Jerónimo Jiménez (i) y Alejandro Vega, miembros de Agraft
Sobre una plataforma, una maqueta de tren en escala G (1.22,5), o lo que es igual, con una locomotora 22,5 veces más pequeña que la original. Se trata de una aportación de la Asociación Granadina de Amigos del Ferrocarril y el Tranvía (AGRAFT), con sede el barrio y medio centenar de socios. Junto a los trenes, una réplica a escala del primer tranvía urbano que llegó a Armilla, en 1908, y de su estación, así como una maqueta de un tranvía americano.

En primer término, la maqueta del tranvía americano; detrás, el primer tranvía urbano de Armilla y la estación
El pregón de las fiestas tendrá lugar el sábado 9 de julio y correrá a cargo de la delegada de Educación de la Junta de Andalucía, Ana Gámez. El resto de la programación la integran una fiesta de la cerveza, un concurso de platos típicos, la entrega de premios literarios, un espectáculo de baile y un desfile de coches y motos clásicas, entre otros.
(8-7-2011)
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