Fin de fiesta policial

La Sala Príncipe, en el Campo del Príncipe. Foto: GranadaiMedia

La Sala Príncipe, ubicada en el Campo del Príncipe, fue la protagonista de un desalojo policial el pasado viernes. Desde que ocurrieron los trágicos sucesos del Madrid Arena, el control sobre los aforos de las salas se ha extremado, más teniendo en cuenta que en Granada también tuvimos el caso reciente de la Copea de Farmacia en el Hotel Alcano. Y según las fuentes policiales citadas por agencias como EFE o Europa Press, recogidas también por diarios como Ideal, Granada Hoy o Radio Granada (o Canal Sur), en la Sala Príncipe había en la madrugada del sábado, hacia las 2.00 de la madrugada, 598 personas, cuando el límite de aforo era de 206.

Se trataba, además, de una fiesta estudiantil, en la que menores de edad se habían citado para celebrar el fin de ciclo en la Educación Secundaria Obligatoria de varios colegios granadinos. Es lo que se llama una «fiesta light», que prohibía el consumo de bebidas alcohólicas en el interior del local o la introducción de las mismas. No hubo que lamentar incidentes, ya que según las mismas fuentes policiales los chavales abandonaron la fiesta de forma ordenada y rápida.

Ahora falta la resolución de una sanción económica, y la decisión de si le corresponderá pagarla a los propietarios de la sala o a los promotores de la fiesta, aunque probablemente se trate del primer caso. GranadaiMedia ha podido hablar con un portavoz de la sala de fiestas, que reconoce los hechos aunque con matices.

Por un lado, según la Sala Príncipe, el origen del problema no estuvo dentro, sino fuera. Al ser una «fiesta light», muchos jóvenes decidieron hacer ‘botellón’ en el mismo Campo del Príncipe, extendiendo la fiesta al exterior. «Por eso es por lo que vino la Policía en un principio, para controlar ese ‘botellón'», asegura. Según esta versión, varios de los jóvenes intentaron escapar de la Policía y corrieron entre las mesas del Campo del Príncipe, generando una situación escandalosa. Y a raíz de esta situación, la Policía decidió ampliar el control sobre la fiesta de fuera y de dentro, encontrándose con esa superación del aforo permitido, explica el portavoz.

Según este representante, el aforo de la sala es bastante limitado, y aunque en principio se hable de poco más de 200 personas, el límite legal puede llegar a ser de 270. A esto añade que en el recuento la Policía incluyó al personal de la sala, por lo que la superación del aforo estaría, según la sala, en aproximadamente el doble de lo permitido -superación, de todas formas-. Con respecto a si había alcohol dentro de la sala, niegan rotundamente que se vendiera ninguna bebida alcohólica en dicha «fiesta light», aunque al desalojar la Policía aparecieran algunas petacas que los estudiantes dejaron caer al suelo para evitar ser reprendidos. «Hay un control a la entrada, pero es muy difícil que alguno no consiga esconder esas petacas y meterlas dentro», afirma. Y no consideran que hubiera ningún problema en el interior de la Príncipe. Creen que había mucha gente, pero sin riesgos mayores. De hecho, a la expectativa de la sanción que se resolverá esta semana, la sala podrá seguir abriendo sin problemas.

Con todo, los propietarios de la sala deberán ser más estrictos con el control del aforo, dada la alarma generada por este suceso. Sin embargo desde la sala han decidido emitir un comunicado sobre el asunto, en el que aseguran que «el local puede albergar cómodamente a 650 personas y dispone de las medidas de seguridad para su disfrute».

(24/6/2013)