El papel de la Gran Vía de Colón en el nuevo Plan de Movilidad Sostenible propuesto del Ayuntamiento está trayendo tras de sí sus más y sus menos a cuenta del paso de biciletas, aunque se haya descartado su prohibición. La propuesta de la asociación Granada al Pedal, aceptada en principio por los técnicos según comunicó la concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz, de dos carriles de 1,2 metros de ancho en los laterales fue criticada por «peligrosa» por Biciescuela Granada, que presentó su propio pliego de siete propuestas consensuadas con otros colectivos, como Ecomovilidad o Salvemos la Vega.
La principal dificultad, que quienes tienen que resolver son los técnicos de Movilidad del Ayutamiento, estriba en hacer compatibles el tráfico rodado habitual con las bicicletas y, fundamental, la futura Línea de Alta Capacidad (LAC) de autobuses, uno de los factores que casi acaba con la relación contractual de Rober con el Ayuntamiento, y que pretende potenciar el transporte público en una zona tan delicada de las comunicaciones de la ciudad.
Jesús García, -concejal del PSOE entre 1988 y 1999, formando parte de los gobiernos de Jara y Quero en su momento, y posterior candidatos de Los Verdes a la alcaldía en 2007-, portavoz de Granada al Pedal, ha explicado a Granadaimedia que el objetivo de su propuesta es que «Gran Via sea lenta. El tráfico en Gran Vía tiene que ser lento, y no de paso, como hasta ahora. Lenta para favorecer al comercio, los hoteles y los residentes, que estos últimos además serán los que usen la bicicleta. En otras ciudades europeas del tamaño de Granada, la bici es el medio de transporte del centro histórico, pero aquí, aparte de las cuestas, hemos diseñado una ciudad para la velocidad, y eso es una barbaridad«.
La sensación desde Granada al Pedal es que «se han inventado polémicas falsas, como la de que se iba a prohibir el paso de bicis. Realmente lo único que hemos hecho nosotros es presentar una moción junto a IU, que se está estudiando. La concejal anunció que no se iba a prohibir el paso de la bicicleta, no que fuese a aplicar nuestra propuesta necesariamente. Me parece bien que se estén reuniendo con todo el mundo, porque es lo que debe hacerse, y de hecho mantener en el tiempo estas reuniones cuando ya se esté aplicando el Plan. No nos hemos arrogado la representación de nadie, estamos abiertos a que esas reuniones sean con todo el mundo».
«En Gran Vía, con el espacio que hay, porque los bordes son los que son, es imposible hacer un carril bici normalizado como el que hay, por ejemplo, en el centro de Sevilla».
La crítica principal a su propuesta de los carriles de 1,2 metros en los laterales es la peligrosidad ante posibles adelantamientos a los ciclistas, algo que matiza: «para empezar, es que no es un carril bici. En Gran Vía, con el espacio que hay, porque los bordes son los que son, es imposible hacer un carril bici normalizado como el que hay, por ejemplo, en el centro de Sevilla. Proponíamos una línea de preferencia para la bicicleta, que parte de la base de que en Gran Vía el tráfico se va a reducir y a volver más lento. Otras opciones, como los carriles centrales, invitan a la velocidad y son aún más peligrosas, porque invitan a la velocidad, y la bici tiene que ser lenta, que puedan ir niños o personas mayores en ella«.
La preferencia para la bicicleta y el LAC «necesariamente tiene que hacer que baje la velocidad. Parece que la ciudad esté diseñada para la velocidad, y todavía no sabemos si el Plan eliminará el tráfico de paso por Gran Vía. Pero hay que pensar que tiene grandes puntos negros de contaminación atmosférica y acústica, sobre todo a la altura del Padre Suárez. Y queda por ver qué dice de todo esto la Consejería de Fomento, que financia en parte el Plan«.
Lo que piden es «no ponernos a jugar a técnicos. Reunirnos las veces que haga falta y comprobar qué sirve. No ponerse de acuerdo es terrible. Quizás con el metro, o tranvía, o lo que sea, hemos perdido la oportunidad de que pase por el centro precisamente por no ponerse de acuerdo la instituciones». La evolución del actual Plan «me gusta porque intenta ser integral. No vale con poner carril, hay que potenciar el transporte público para que sea atractivo al usuario y deje el coche. Veremos si se consigue«.
Y advierte García que para él todo esto se queda corto: «en 2007 llevé en el programa que Gran Vía y Reyes Católicos fuesen peatonales«.
(15-05-2013)
[…] Jesús García, como portavoz de Granada al Pedal, explica la propuesta de su asociación para el paso de bicicletas por Gran Vía de Colón como parte de la eliminación de puntos negros de contaminación en la ciudad. Informa Jose A. Cano […]
Granada Despierta con Almanjáyar 'ocupada' | Granada despierta
Todos queremos una Gran Vía lenta. Pero la propuesta de Granada al Pedal, aunque la titule de lenta se traduce en una simple vía ciclista de tan solo 1,2 metros de ancho y sin distancias laterales de seguridad. Lo cual es una auténtica ratonera para ciclistas. Además, en ningún caso invita a la lentitud de los demás conductores, sino todo lo contrario: no tendrán que hacer ninguna maniobra ante la presencia de un ciclista, podrán pisar el acelerador y sobrepasarle a 5 cm de distancia. Gracias por su propuesta Sr. Jesús García, es usted muy amable. Pero con su remanente verborrea política haciendo ver lo que no es ya no engaña a nadie.
Jesús García no quiere entender que no se trata de una crítica a la nomenclatura de su propuesta (que la llamen como quieran: carril bici, vía preferente, o franja pintada), la crítica se basa en un estudio de seguirdad vial para ciclistas.
El Sr. García no querrá jugar a ser técnico pero parece que se ha quedado muy a gusto proponiendo cualquier cosa que contradice las normas más básicas de la seguridad vial para ciclistas. No es necesario ser técnico para darse cuenta.
Lo más lamentable es que además quieran dársela de dialogantes, cuando Granada al Pedal no ha querido participar en las convocatorias abiertas ciudadanas para consensuar propuestas entre todos los colectivos, asociaciones y personas interesadas. En cambio, se han dirigido unilateralmente al Ayuntamiento, sin debatir o consultar previamente con nadie. Han actuado en favor de un interés personal y político en lugar de un interés social y colectivo.
Por último, destacar que la intención de prohibir circular por Gran Vía no es una invención, ni falacia. La concejala de movilidad lo expresó públicamente en prensa y en reuniones previas a la publicación del Plan. Así mismo, quedó reflejado en el propio plan. Lo que ocurre es que a Granada al Pedal no le ha interesado ponerle mala cara al Ayuntamiento. Si el Ayto ha dado marcha atrás ha sido gracias a la movilización social en la que Granada al Pedal no participó y, sin embargo, posteriormente quiso ponerse una medalla sin haber movido un dedo (como buenos políticos que son) mediante una propuesta perversa que quieren venderla como lo que no es (no es una Gran Vía lenta, sino una ratonera para ciclistas).
Gracias por la atención.
Juan Carlos I
Totalmente de acuerdo, Juan Carlos.
Pablo
Sr Juan Carlos I o Felipe V, veo que usted es muy monárquico, pero usted es el intolerante más grande que ha conocido esta tierra granadina.
La propuesta de Granada al Pedal es una propuesta que ha puesto de acuerdo a tres partidos políticos de muy diversa ideología, tan es así que usted se sitúa fuera de cualquier razonable propuesta coherente con respecto al tema de la bici en Granada, «así les va»…
Jesús García, con su propuesta, ha propuesto una idea coherente y conciliadora pera la movilidad en Granada
El Sr. Juan Carlos II (ó III) juega a ser técnico , sin ser nada. Lo más lamentable es ustedes , los de «bicicrítica» o «biciescuela» (la escuela de los intolerantes) son dos o tres mendrugos que hablan de no ir por las aceras y los veo todos los días echándose por las mismas.
Por último, destacar que la intención de prohibir circular por Gran Vía fue desde el principio un globo sonda para ver cómo se reaccionaba, un estudio decían los medios de comunicación. Lo que ocurre es que a biciescuela (de la escuela de los intolerantes) no le ha interesado nunca la bici, sino su negocio de hacer «talleres anti carril bici». Si el Ayto ha dado marcha atrás ha sido gracias Granada al Pedal, por ser una asociación que durante 15 años (que yo recuerde) lleva actuando por la movilidad sostenible en Granada.
Por último, decirles que las ratoneras son para los ratones, quizás usted así se considere, yo no.
Gracias por la atención.
Un usuario de la bici (no un ratón)
Un usuario de la bici
Muy de acuerdo con el usuario de la bici anterior…
Un usuario de la bici
Me encantan los argumentos tan abrumadores que utilizas para decir que soy intolerante. O para decir que los de biciescuela son intolerantes (organización a la que no pertenezco). Y ¿bicicrítica? ¿en Granada? no sabía que existiese. En definitiva, actuando de forma tan rastrera, te doy las gracias por dejarnos a todos en tan buen lugar.
Es vergonzoso que una organización con 15 años de experiencia como Granada al Pedal postule como coherente y conciliadora una vía lateral de 1,2 metros de ancho para los ciclistas, por donde nos rebasanrán a toda velocidad a 5 cm de distancia lateral.
No es necesario ser técnico para saber que:
1. Cuando hay una vía específica en un lateral, al ser otro carril, el resto de conductores no tienen la obligación de realizar una maniobra de adelantamiento, sino que hacen un rebasamiento. Es decir, mantienen su trayectoria recta sin desplazarse hacia su izquierda y, además, pudiendo acelerar hasta la máxima velocidad posible. No habría ningún problema si la vía específica para la bicicleta fuera tan ancha como cualquier carril de tráfico normal, pero Gran Vía no da más de sí. El ancho previsto para esta vía lateral es de tan solo 1,2 metros. Lo cual significa que cuando el resto de vehículos rebasen a los ciclistas no mantendrán la necesaria distancia lateral de seguridad. Sencillamente, nos pasarían a 5 cm de distancia y a la máxima velocidad posible.
2. Incitiría a los ciclistas a adelantar por la derecha al resto de vehículos. Lo cual, es ilegal y peligroso, pues contradice una de las normas más básicas del tráfico. Por un lado, los taxis y autobuses tendrían que ocupar la vía específica de bicicletas para subir y bajar pasajeros. Y, por otro, cuando los taxis y vehículos autorizados giren a la derecha no tienen interiorizado que por su derecha les pueda adelantar otro vehículo. Por todo ello, los otros vehículos cerrarían el paso peligrosamente a los ciclistas porque éstos últimos, además, estarían ubicados en el ángulo muerto de sus retrovisores.
3. Por último, condicionaría a los ciclistas a que se ubiquen en el extremo derecho de la calzada en el resto de calles. Sin embargo, según los datos sobre los accidentes ciclistas urbanos de la DGT en 2010, el 60 % de los casos ocurren en los cruces por falta de visibilidad y para evitarlos se recomienda que los ciclistas no circulen pegados a la derecha, sino que vayan por el centro del carril de la calzada, donde son más visibles (www.enbicipormadrid.es, 7 marzo 2013).
¿Biciescuela circulando por las aceras? Deberías ponerte gafas.
¿Mendrugos?… Pero, ¿quién es el intolerante?
Oh, sí es verdad…. Ha sido gracias a Granada al Pedal que finalmente no se ha prohibido el paso de ciclistas por Gran Via. Vamos a ver… ¿pero no decías que no era real la intención de prohibir el paso de ciclistas por esta calle?
Es lamentable que Granada al Pedal no haya participado en la manifestación masiva de ciclistas en contra de esta prohibición, en la recogida de miles de firmas y en la búsqueda de apoyo entre el todo el movimiento ecologista (Salvemos la Vega, Ecologistas en Acción) y de todas las tiendas de bicicletas y clubs de ciclistas…
Después de no participar en nada de esto, queréis poneros una medalla por proponer una auténtica ratonera para ciclistas…
Date por enterado que yo no voy a usar esa mierda, aún arriesgándome a que me multen. Pero yo soy un ciclista experto. Lo vergonzoso es que los ciclistas inexpertos circulen por esa ratonera que habéis propuesto. Los estáis condenando.
¿conciliadora y coherente? Ignorancia al poder.
Muchas gracias.
Juan Carlos I
Desde el inicio de la redacción del Plan de Movilidad urbana Sostenible (PMUS) Dª Telesfora Ruiz, Concejal-Delegada de Movilidad, manifestó públicamente en diversas ocasiones (y, personalmente, en dos reuniones mantenidas con Biciescuela Granada) su intención de prohibir el paso de ciclistas por Gran Vía y Reyes Católicos, desviando su circulación hacia otras calles. El 22 de febrero fue aprobado en el Pleno del Ayuntamiento dicho documento que, entre otras medidas, prevé que los ciclistas no podrán coexistir con la LAC en las calles reservadas al transporte público (Gran Vía, Reyes Católicos y Acera del Darro), tal y como describe en el apartado 5.4.2.b del capítulo 13, pág. 388. Como no hay espacio para hacer vías reservadas, esto significa claramente que se nos prohíbiría el paso.
Gracias a las movilizaciones realizadas por Biciescuela Granada (más de 2.000 ciclistas en la manifestación de diciembre de 2012 y la presentación de alegaciones apoyadas por 2.000 firmas y las adhesiones de Ecologistas en Acción, Salvemos la Vega, Ecomovilidad.net Granada, 30 tiendas locales de bicicletas y 20 clubs ciclistas locales) el Ayuntamiento de Granada, finalmente, dio un paso atrás. El 21 de marzo comunicó que no prohibirá el paso de ciclistas por Reyes Católicos y que Gran Vía pasará a tener dos carriles, uno en cada sentido, por la que circularán los autobuses LAC, los taxis y los vehículos autorizados. Pero, a ambos lados y junto la acera, habrá otro carril de 1,20 metros de ancho para las bicicletas.
Sin embargo, esta solución técnica (que, entre toda la comunidad ciclista, al parecer, cuenta tan solo con el apoyo unilateral de Granada al Pedal -que no quiso participar en las citadas movilizaciones-) convertiría Gran Vía en auténtica ratonera para ciclistas. Multiplicaría la probabilidad de sufrir un accidente grave por los siguientes motivos:
1. Cuando hay una vía específica en un lateral, al ser otro carril, el resto de conductores no tienen la obligación de realizar una maniobra de adelantamiento, sino que hacen un rebasamiento. Es decir, mantienen su trayectoria recta sin desplazarse hacia su izquierda y, además, pudiendo acelerar hasta la máxima velocidad posible. No habría ningún problema si la vía específica para la bicicleta fuera tan ancha como cualquier carril de tráfico normal, pero Gran Vía no da más de sí. El ancho previsto para esta vía lateral es de tan solo 1,2 metros. Lo cual significa que cuando el resto de vehículos rebasen a los ciclistas no mantendrán la necesaria distancia lateral de seguridad. Sencillamente, nos pasarían a 5 cm de distancia y a la máxima velocidad posible.
2. Incitiría a los ciclistas a adelantar por la derecha al resto de vehículos. Lo cual, es ilegal y peligroso, pues contradice una de las normas más básicas del tráfico. Por un lado, los taxis y autobuses tendrían que ocupar la vía específica de bicicletas para subir y bajar pasajeros. Y, por otro, cuando los taxis y vehículos autorizados giren a la derecha no tienen interiorizado que por su derecha les pueda adelantar otro vehículo. Por todo ello, los otros vehículos cerrarían el paso peligrosamente a los ciclistas porque éstos últimos, además, estarían ubicados en el ángulo muerto de sus retrovisores.
3. Por último, condicionaría a los ciclistas a que se ubiquen en el extremo derecho de la calzada en el resto de calles. Sin embargo, según los datos sobre los accidentes ciclistas urbanos de la DGT en 2010, el 60 % de los casos ocurren en los cruces por falta de visibilidad y para evitarlos se recomienda que los ciclistas no circulen pegados a la derecha, sino que vayan por el centro del carril de la calzada, donde son más visibles (www.enbicipormadrid.es, 7 marzo 2013).
Ratonera ciclista propuesta por el Ayuntamiento y Granada al Pedal para Gran Vía
El 5 de abril, Biciescuela convocó a toda la comunidad ciclista a una reunión abierta y pública en la que se recogieron 7 alternativas que evitan los riesgos para los ciclistas y consensuó la convocatoria de una segunda manifestación para el 13 de abril: “Ni prohibición, ni ratoneras para ciclistas en Gran Vía”.
El 25 de marzo, Biciescuela solicitó una entrevista a Dª Telesfora Ruiz que, finalmente, el 11 de abril accedió a mantenerla. Se le entregaron las 7 alternativas citadas. Nos confirmó que los ciclistas podrán seguir circulando por Gran Vía y Reyes Católicos. Sin embargo, desconocía lo escrito en el apartado 5.4.2.b del capítulo 13, pág. 388 del PMUS. Tras su lectura, en nuestra presencia, afirmó que estaba mal redactado pero que a estas alturas no podía modificarse el documento. Y, además, reconoció que las vías laterales para ciclistas de 1,2 metros podían generar riesgos, por lo que estudiaría las alternativas entregadas. Por estos motivos, la manifestación del 13 de abril fue desconvocada.
Después de casi dos meses nos preocupa que el Ayuntamiento todavía no haya publicado una decisión definitiva sobre este asunto y tememos que la reunión que tuvo con nosotros tan solo haya servido para apaciguar el malestar ciclista y continúe manteniendo su decisión de introducir las peligrosas vías laterales de 1,2 m. Por todo esto, queremos transmitir la opción que consideramos más acertada para conjugar la prioridad de la LAC y la seguridad de los ciclistas.
Según el gobierno municipal, con la puesta en marcha de la LAC Gran Vía tendrá menor tráfico rodado y pasará a tener dos carriles (uno para cada sentido). En este nuevo escenario, al contrario de lo que ocurre cuando hay vías laterales específicas, el resto de conductores tiene la obligación de realizar la maniobra de adelantamiento. Lo cual no es una traba para ellos porque los carriles serán más anchos que los actuales y el tráfico rodado en sentido contrario será menor. Es decir, habrá espacio de sobra para desplazarse hacia su izquierda e invadir parcialmente, si es necesario, del carril contrario sin problemas. Esta maniobra de adelantamiento es más segura para los ciclistas que la de rebasamiento porque se realiza a menor velocidad y con la suficiente distancia lateral de seguridad. Y, además, da la opción al ciclista de gestionar su propia seguridad: separándose del extremo derecho de la calzada evita ser encerrado por el resto de vehículos y, además, puede protegerse de adelantamientos indebidos con solo moverse hacia el hueco que ha venido dejando a ese mismo lado. Por lo tanto, consideramos que esta es mejor opción: hacer en Gran Vía dos carriles de tráfico, como en Reyes Católicos, por los que circulen LAC, taxis y vehículos autorizados (entre ellos, las bicicletas).
Juan Carlos I