
El salón de actos, momentos antes de dar comienzo el homenaje.
«No era muy dada a los actos públicos por su timidez o, más bien, por su modestia. Por eso cuando le concedieron el título de Hija predilecta de Granada me llamó muy sorprendida, aunque contenta, para comentarme: No lo entiendo ¿qué he hecho yo por esta ciudad para que me den el reconocimiento? Si hubiese sido bombero o algo así»… Contaba esta anécdota sobre la poeta granadina Elena Martín Vivaldi su sobrina, María Teresa Martín Vivaldi, durante el homenaje a la escritora que el IES Alhambra, enclavado en el Zaidín, ha organizado esta mañana para conmemorar el Día de la Mujer.
Esta efeméride, que se celebra cada 8 de marzo, se ve «empañada por datos sobrecogedores que evidencian lo mucho que aún queda por andar» en defensa de la Igualdad, afirmó el director del centro educativo, José Nogueras Ramos, durante la inauguración del acto. Así, «hasta el 50% de las agresiones sexuales se cometen contra niñas menores de 16 años. Más de 300 millones de mujeres viven en países donde la violencia de género no se considera un delito; y hasta el 70% de las mujeres asegura haber sufrido una agresión física o sexual violenta en algún momento de su vida», lamentó Nogueras antes de dar paso al homenaje, que ha contado con la presencia de Consuelo Aguayo, profesora del centro y promotora del acto, el poeta y escritor Antonio Carvajal y el concejal de Educación, Jorge Saavedra.

De izquierda a decha: Consuelo Aguayo, Jorge Saavedra, José Nogueras Ramos, Teresa Martín Vivaldi y Antonio Carvajal.
El edil reconoció que la escritora, con una estatua en el bulevar de la Constitución y el título de Hija Predilecta de la ciudad, «todavía no ha sido reconocida y valorada como merece». Coincidió con Saavedra Teresa Martín Vivaldi, que describió a su tía como una persona «muy ocurrente, con un sentido del humor muy fino» y «nunca hiriente», ya que trataba de hacer «críticas constructivas cuando le llevaban algún escrito, en caso de que no fuese bueno».
Según relató, Elena siempre estaba rodeada de poetas jóvenes y era «muy urbanita». En su poesía, muy intimista, le gustaba hablar de rincones que se encontraba en la ciudad. Pasaba muchas horas leyendo -devoraba «tres periódicos diarios»- o estudiando y rodeada de libros por su trabajo como bibliotecaria, explicó su sobrina. «Solía escribir de noche -agregó. Era muy noctámbula, como se refleja en poemas como ‘Ventanas iluminadas'», incluido en la antología de Elena Martín Vivaldi ‘Niños van y pájaros’ editada por el IES Alhambra.
El libro, que se ha repartido entre los alumnos, incluye ilustraciones de su sobrina y poemas de distintas épocas -algunos inéditos- seleccionados por Carvajal, también autor del prólogo. El poeta conoció en el año 61 a Martín Vivaldi, que resultó ser decisiva en su carrera. De hecho, la escritora le regaló la Métrica de Navarro Tomás y, gracias a esa obra -recordó- pasó a ser el primer profesor titular de Métrica de la historia de la universidad española.
Carvajal describió a una Elena que sufrió la evidente «soledad de enfrentarse a un mundo hostil de hombres», pero que nunca estuvo aislada, ya que supo rodearse de amigos y conocidos y, afortunadamente, tuvo detrás una familia que la respaldaba.
El escritor provechó el momento para pedir que se «rescate la figura» de una de las amigas íntimas de Elena, la también poeta Trina Mercader -funcionaria de la administración local que se trasladó a Granada en el 56 tras la independencia de Marruecos. Solicitó, además, que se reconozca al padre de la escritora granadina, «el Doctor Martín Barrales, que aún no tiene dedicada una calle en Granada, pese a ser el primer alcalde de la ciudad durante la II República».
Tras su discurso, una alumna del centro, Marta Molina, repasó la biografía de Elena Martín Vivaldi y sus características como escritora, dando paso a un recital poético en el que estudiantes interpretaron algunos de sus poemas como ‘Elegía a Celia Viñas’, ‘Homenaje a Ángel Ganivet’ o ‘La música callada’.
(11/03/2013)
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