Mario Maya, a pie de la Alhambra

La viuda y la hija de Mario Maya, junto al alcalde en funciones y el escultor, en el tributo al bailaor. Foto: J. Algarra

La viuda y la hija de Maya, junto al alcalde en funciones y el escultor, en el tributo al bailaor. Foto: J. Algarra

El bailaor y coreógrafo Mario Maya (Córdoba, 1937-Sevilla, 2008) ya tiene su estatua en el Paseo de los Tristes, a pie de la Alhambra y a escasa distancia del Sacromonte, el barrio donde forjó su brillante carrera artística.

Familiares, amigos y autoridades han acudido al acto de inauguración de la escultura realizada por el artista Miguel Moreno, que pretende ser un homenaje de la ciudad a uno de los más grandes artistas renovadores del baile flamenco. La obra ha costado 11.000 euros.

Su viuda, Mariana Ovalle, se ha mostrado «emocionada y agradecida» con la ciudad por cumplir «un sueño que se ha hecho realidad». «Espero que Granada lo reciba como un regalo. Es un regalo que Mario vuelva a su casa».

Su hija Ostalinda Maya tampoco ha podido contener la emoción tras dedicarle unas palabras a su padre, Premio Nacional de Danza y Medalla de Oro de Andalucía; una persona «comprometida» al que  «no le regalaron nada». «Su única forma de triunfar fue con trabajo, constancia y sacrificio».

mario maya flamenco paseo de los tristes alhambra sacromonte

Muchos amigos se congregaron en el Paseo de los Tristes para asistir al homenaje. Foto: J. Algarra

Por su parte, el alcalde en funciones de Granada, Juan Antonio Mérida, ha elogiado la escultura de dos metros que ha moldeado Miguel Moreno a partir de una técnica mixta de chapa forjada y fundición, que «recuerda su arte y su flamenco» y «redondea» un lugar emblemático como es el paseo de los Tristes. «Mario Maya está parado pero en movimiento, en equilibrio constante», describió Mérida, quien anunció la próxima apertura de la sede de la Fundación Mario Maya a escasos metros del lugar.

El maestro Mario Maya ocupa un lugar destacado en la historia por ser uno de los referentes contemporáneos de la danza flamenca con obras como ‘Ceremonial’ (1974), ‘Camelamos naquerar’ (1976), ‘Áy! jondo’ (1977), ‘Amargo’ (1986) o ‘El amor brujo’ (1987).

Su amigo Curro Albayzín le ha dedicado unos versos y ha recordado la vinculación del artista al barrio del Sacromonte.

El homenaje se cerró por la noche con un espectáculo musical, en el que se proyectaron imágenes del artista sobre la fachada de la Casa de las Chirimías.

(26-6-2014)

Comentarios en este artículo

  1. En Ciengramos nos estamos haciendo la pregunta que lanzáis esta mañana «¿qué opináis de tanta estatua [en Granada]?», a través de un proyecto de investigación y pedagógico coordinado por los artistas Rogelio López Cuenca y Elo Vega.
    http://ciengramos.com/355/

    Ciengramos editorial
  2. Una escultura horrenda estropeando un enclave espectacular.No es el sitio idóneo para colocarla.

    Mario

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