El Huerto del Carlos puede dejar de ser una plaza pública con espléndidas vistas a la Alhambra y Sierra Nevada para convertirse en una jaula. Sobre el espacio público que se habilitó -no sin problemas- encima de los aparcamientos subterráneos de Santa Isabel la Real, punto de reunión de decenas de jóvenes, se cierne ahora la amenaza del cerrojazo.
La Asociación de Vecinos del Albaicín que preside Manuel Vargas, conocido como ‘Chavalote‘, ha propuesto al Ayuntamiento de Granada que valle la zona perimetral del Huerto del Carlos. En realidad, lo que se quiere hacer es lo mismo que se ha llevado a cabo en otros espacios públicos de la ciudad, como la Plaza de la Libertad o el Triunfo, que se mantienen abiertos por el día y se cierran por la noche para evitar causar molestias a los vecinos.
La propuesta de los representantes vecinales del barrio es una de las prioridades que ya han trasladado al gobierno municipal del PP y de la que informaron en la última asamblea anual ordinaria, donde dieron cuenta de la gestión de 2011 y de otras demandas para el barrio.

Botellas apiladas en torno a una de las papeleras un sábado por la mañana.
La solicitud también ha sido tratada en la junta municipal del distrito, donde también se ha pronunciado la Asociación de Artesanos Multidisciplinares de Granada ‘El Gallo’, partidaria de acotar el lugar porque, al caer la tarde, «se convierte en un botellódromo y el deterioro del inmueble público es cada vez mayor». «Este magnífico parque, el único del barrio, debe ser de todos y para todos, pero los niños del barrio no pueden ir porque está ocupado por personas de distinta procedencia que protagonizan actos incívicos».
El parque tiene una zona con columpios, donde se puede ver por las tardes a niños acompañados de sus padres, y otro rincón inaugurado hace unos meses con aparatos de gimnasia para mayores.
Del huerto sólo queda el nombre, prevalece el hormigón y el cemento sobre un espacio descuidado y aquejado por los males de otros tantos lugares del Albaicín y la ciudad, como son las pintadas y los destrozos en el mobiliario. Un ejemplo de ello es el aspecto en el que se encuentra el tramo de la muralla situado en uno de los laterales de la plaza, cuyo destrozo ninguna administración asume.
Pero no todos los vecinos están en contra del posible cercado del Huerto del Carlos. Algunos de los que residen en las viviendas más próximas no se sienten molestos por la presencia a diario de jóvenes que lo mismo les da por tocar algún instrumento, bailar capoeira o improvisar un partido de fútbol.
El alcohol no falta y es frecuente ver las botellas de cristal apiladas en torno a las papeleras, pero éste es un problema, como reconocen las autoridades, de muy complicada solución que se ve en cualquier plaza pública de la capital. Y los que allí se reúnen saben que la música a partir de determinadas horas acarrea problemas, más bien multas, como nos asegura Pablo, un joven que acude con cierta frecuente a la plaza y que se manifiesta claramente en contra de su posible cercado.
Tampoco Ramu, un joven sueco que trabaja en el sector de la hostelería, ve razonable la petición de los vecinos. Asegura que no se causan molestias a los residentes porque muchos de ellos son estudiantes, y los que no lo son y muestran algún tipo de queja se les respeta.
¿Es razón suficiente como para cerrar una plaza? Nelson, un artesano del Albaicín que residió hasta hace unos años en la Huerta del Carlos, le parece una «barbaridad». Sostiene que la gente que vive en las viviendas próximas es la que ocupa la plaza y, hasta donde él sabe, nunca han causado problemas. Se despide recordando una frase que le atribuye al juez asesinado por ETA, Francisco Tomás y Valiente: «La libertad está en la calle».
En cualquier caso, la petición está encima de la mesa de los miembros del equipo de gobierno que deberán evaluar si realmente está justificada la demanda de la asociación de vecinos y, si es así, destinar el dinero suficiente como para cercar una plaza de grandes dimensiones, una empresa complicada en tiempos de crisis.
(29-4-2012)
[…] es el caso del Callejón de San Cecilio y el arreglo de la Cuesta de la Alhacaba. Se incluye el vallado y la finalización del Huerto del Carlos, la recuperación del entorno de San Miguel alto como parque, el refuerzo de pavimentos en el […]
La participación ciudadana no trae cuentas | #plenogr
Se quejan de que se dejen residuos como botellas pero se niegan a poner un contenedor, venden a los extranjeros granada como una ciudad de arte con música callejera pero persiguen a los que la hacen, y convierten plazas en cárceles en nombre de la libertad y el civismo… Después de años frecuentando la plaza los únicos altercados siempre son causados por la policía.
Ciudadano Cabreado