Joaquina Eguaras: entre Pinto y Valdemoro

Mapa del barrio Joaquina Eguaras, según el Ayuntamiento de Granada.

«Ni mejores ni peores, simplemente diferentes. Aquí pedimos otras cosas porque nuestra problemática es distinta». Es el argumento de Cecilio Uceda, presidente de la asociación de vecinos de Joaquina Eguaras, para explicar por qué han solicitado segregar al barrio del distrito Norte y anexionarlo a Beiro. La petición pasó este lunes, 29 de agosto, por la Junta de Gobierno Local (según publica Granada Digital) y llegará al pleno municipal de septiembre, donde recibió el visto bueno.

El Ayuntamiento indica entre las razones esgrimidas para el cambio de distrito «la proximidad» al complejo administrativo de Los Mondragones, casi un kilómetro más alejado del epicentro del barrio (ver mapa) que el Centro Cívico Norte (ver mapa). Pero Uceda aduce otros motivos: «Parte de Joaquina Eguaras pertenece a Beiro y la otra, a Norte. Puestos a elegir, preferimos Beiro», comenta. Un extremo que, en todo caso, contrasta con la información suministrada por el propio Ayuntamiento en el Padrón del municipio (documento de Excel), cuando, como nota al margen, puntualiza que «en 2008 los antiguos barrios Joaquina Eguaras-Beiro y Joaquina Eguaras-Norte, se agrupan en el barrio Joaquina Eguaras del distrito Norte«.

«La gente no quiere pertenecer a la zona Norte por lo que es», comenta una señora en la terraza de Los Pescadores II

«Creo que la decisión no es por eso sino por la mala fama de la gente que vive más arriba», comenta una vecina en el Café Cuatro, ubicado en una de las cuatro esquinas que forman el cruce de Gobernador Pedro Temboury con la avenida Joaquina Eguaras. Aunque ella misma aclara que «es cierto que en los Mondragones te hacen más caso, aunque pille más lejos».

«Decir que ahora somos de Beiro es echarnos tierra sobre nosotros mismos», tercia otro vecino del barrio en el mismo café. «Somos de Granada, seamos de Norte o de cualquier otro distrito», abunda.

«La gente no quiere pertenecer a la zona Norte por lo que es», comenta una señora en la terraza de Los Pescadores II, uno de los bares históricos del barrio. «Prefiero Beiro», intercede otra que podría ser su hija. «Vamos a seguir viviendo en el mismo sitio y con los mismos problemas», añade la primera, que, ya cuando considera que nadie la escucha, protesta: «Qué tonterías más grandes se hacen».

Vecinos de Joaquina Eguaras disfrutan del partido del Barcelona-Villareal en la terraza del Café VG.

«Lo que es» sale en muchas de las declaraciones de los vecinos, como en las de Manolo, propietario del Café VG, también en la avenida Joaquina Eguaras. «Decir que vives en la zona Norte no está bien visto. No me he avergonzado nunca de vivir en el Polígono. Que seas de un barrio u otro no significa nada. ¿Por qué no proponen mejoras para el barrio en lugar de esas payasadas?», se pregunta.

En la misma línea se manifiestan Gabriel, José María y Juana, que viven entre la avenida que articula y da nombre al barrio y Pedro Machuca. «De Joaquina Eguaras para arriba nunca hacen nada. Así que nos va a dar lo mismo», critican, y añaden que desconocían la solicitud del cambio de distrito. «No nos avergonzamos de vivir en Almanjáyar», puntualizan. Y ya que se trata de pedir, solicitan «que nos pongan mejores bancos en esta zona de la calle».

Las voces no son unánimes. Vicente, dueño de la tienda de toldos Sol y Sombra, considera que «es más pijo pertenecer a Beiro» pero reconoce que ello permitiría estar «más cerca de las administraciones y eso tendría beneficios para el barrio». En su opinión, «Joaquina Eguaras no tiene las necesidades de otros barrio de la zona Norte, que siempre ha estado marginada». «Nosotros estamos entre Pinto y Valdemoro. Lo lógico e ideal es hacer otro distrito con nosotros y toda la zona de la Estación de Autobuses para atrás, hasta el límite con La Chana, pero si eso no es posible, mejor pertenecer a Beiro».

«Nosotros estamos entre Pinto y Valdemoro», apunta Vicente, dueño de la tienda de toldos Sol y Sombra

«Me encantaría», comenta Carmen, una viuda que vive cerca de la Estación de Autobuses. «Hace poco fui a apuntarme en un taller en Los Mondragones y por una calle no me lo permitieron. Aquí en el barrio también hay talleres, pero en invierno me da miedo ir hasta allá», y apunta en dirección al Centro de Mayores ubicado tras la Escuela de Flamenco. A la otra Carmen que la acompaña, en cambio, «le da igual» porque ella es «feliz en el barrio». La primera de las Cármenes está tan convencida de los beneficios del cambio, que varios minutos después aparece con otra amiga, Trinidad, para que deje claro que ella también «está de acuerdo con que pertenezcamos a Beiro». Inseguridad y miedo alegan también Margarita y Braulio, aunque no puntualizan el modo en que el cambio de distrito podría aliviarlos.

Incluso hay voces como la de Puri, que también vería estupendo el cambio: «No me gusta Almanjáyar, no me gusta que nos relacionen, que nos mezclen con los que viven arriba», declara. O como Loly y Eli, que llevan algo más de 17 años viviendo en el barrio y se muestran convencidas de que «pertenecer a Beiro ya es otra cosa, porque ahora a la gente le dices que vives en Norte y se creen que vives en medio del follón».

«A la hora de elegir colegio tal vez nos venga mejor el cambio», apuntan Rafael y su esposa

Pero hay otros que miran más las ventajas administrativas que las de imagen, como Rafael y su esposa: «A la hora de elegir colegio tal vez nos venga mejor», apuntan y diseñan un cambio de escenario en el que Joaquina Eguaras «deje de estar en un limbo» en el que llegan «arreglos y mejoras para arriba y para abajo» y ellos, que están en el medio, los ven «pasar de largo». O como Antonia, para quien «ya no será forzoso pertener al Centro de Salud ubicado en Almanjáyar». Eso sí, pide por favor a los responsables vecinales y municipales que cuiden un poco más el busto de Joaquina Eguaras casi escondido en una rotonda de la avenida y que «parece que la han tirado de un quinto piso».

Una amiga que comparte banco con la pareja formada por Rafael y su esposa pone el punto final a la charla: «Porque cambien el distrito no va a cambiar el barrio ni la gente del resto de Granada va a cambiar la idea que tienen del barrio, su fama, que es lo peor. Eso no va a cambiar».

¿De dónde a dónde va Joaquina Eguaras?

Además de una avenida que atraviesa el distrito hasta donde Granada pierte el nombre y se convierte en Kinépolis, Joaquina Eguaras es uno de los ocho barrios que conforman el distrito Norte. Está ubicado en el rectángulo que forman las calles Teté Montoliú, Pedro Machuca, Casería del Cerro y Avenida de Juan Pablo II (ver mapa).

Con 9.984 vecinos, Joaquina Eguaras es el barrio más populoso de la zona Norte. Es un barrio eminentemente obrero, pero estructurado, al contrario que otros de la zona como La Paz, Cartuja o Almanjáyar donde, además de empleo, faltan servicios e infraestructuras. Posee cinco de las ocho oficinas bancarias del distrito, un Centro de Mayores, la Escuela de Flamenco recién inaugurada, y tiene en su demarcación el Centro Comercial Alcampo, un Día y un Dani y el único colegio público en la zona baja del distrito, el María Zambrano. El traslado hace dos años de varias delegaciones de Junta de Andalucía al nuevo edificio administrativo de la avenida Joaquina Eguaras ha dado un impulso a la zona con la implantación de nuevos establecimientos, fundamentalmente bares.

Desde ahora, ya no está en Norte, sino en Beiro, donde también será el barrio más poblado y compartirá distrito con San Francisco Javier, La Cruz, Cercado bajo de Cartuja, Plaza de Toros-Doctores-San Lázaro, Pajaritos y San Ildefonso. De esta forma, Beiro pasa a ser el tercer distrito más poblado de Granada.

¿Qué te parecen los cambios?

(30/08/2011)