Una iglesia para ritos profanos

El arquitecto chileno Sebastián Vizcarra ha obtenido el reconocimiento en su país por el proyecto de transformación de la iglesia de San Luis en un centro comunitario. El templo es propiedad municipal y su estado es ruinoso. El alcalde quería instalar allí un museo cofrade.

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Imagen reciente de la Iglesia de San Luis, en estado ruinoso.

Poco más de un año ha transcurrido de las últimas elecciones municipales. En aquella campaña el hoy alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, prometía a los vecinos del Albaicín rehabilitar la iglesia abandonada de San Luis y convertirla en un museo de la Semana Santa. No se ha vuelto a escuchar nada de aquel compromiso dirigido más a contentar a las hermandades y cofradías de la ciudad que a beneficiar a los propios vecinos del barrio. A los mayores, eso sí, les cedía un huerto para que se entretuvieran en labores agrícolas.

El de San Luis es un templo desacralizado en estado ruinoso -propiedad municipal desde 2006-, que ha permanecido abandonado desde que fuera destruido en las revueltas anarquistas de 1933. Lo sorprendente de todo es que ahora alguien, al otro lado del Atlántico, trate de rescatarlo del olvido. Esa persona es Sebastián Vizcarra Barahona, un joven arquitecto chileno que ha sido uno de los galardonados en el Concurso Nacional Proyectos de Título Arquitectura Caliente 2012 por un trabajo que transforma la iglesia de San Luis en un centro comunitario.

De los 10 proyectos seleccionados de un total de 144 participantes, el de Vizcarra es el único que está ubicado fuera de Chile. El jurado valoró que aborde «la complejidad de las actuales transformaciones de uso, el patrimonio y los cambios culturales de la sociedad contemporánea», y lo refleje todo ello «en una clara y expresiva propuesta arquitectónica».

Vizcarra

Sebastián Vizcarra, en los jardines del Triunfo.

GranadaiMedia se puso en contacto con Sebastián Vizcarra para conocer su interés por la iglesia de San Luis y su vinculación con Granada. A continuación se reproduce la entrevista con este joven arquitecto graduado en la Universidad de Santiago de Chile, donde actualmente imparte clases como profesor. Aclara que su estancia en Granada fue posible gracias a una beca de intercambio. Su trabajo de transformación de la Iglesia San Luis se convirtió en su proyecto de titulación, que fue evaluado con nota máxima y distinción unánime.

P. ¿Qué vinculación tiene con el Albaicín y Granada? 

R. En Chile tenemos hasta el día de hoy una cultura muy asociada con España. Para mi conocer Granada, el Albaicín y todo ese halo de historia relacionada con el mundo árabe era algo completamente nuevo. Con el tiempo generé una especie de “adicción” por Granada y el Albaicín, por eso en cada rato libre que tenía partía a recorrer sus calles. Actualmente tengo muy buenos amigos en esa ciudad, y espero volver pronto.

P.¿Cómo surge la idea de elaborar el proyecto de rehabilitación de la iglesia de San Luis? 

R. El patrimonio es un área de la arquitectura que siempre me ha llamado la atención, pero lo que encuentro más interesante es el poder crear un lenguaje común entre un edificio patrimonial y la arquitectura contemporánea, es ahí donde se desarrolla la sensibilidad y la puesta en valor del edificio patrimonial. Por esa razón me interesé por el curso de restauración del profesor Javier Gallego Roca, donde tuve la oportunidad de conocer la existencia de la iglesia de San Luis.

P. ¿Se interesó por la historia de la iglesia?

R. En un principio todo surgió por las investigaciones y antecedentes del curso de restauración, en donde Javier fue un aporte fundamental para el proceso. Posteriormente, cuando terminó el trabajo en las aulas, yo seguí interesado en la iglesia. En ese momento conté con la ayuda de Federico Wulff y Melina Guirnaldos, dos buenos amigos españoles que aportaron antecedentes muy relevantes para el desarrollo del proyecto.

«Me encantaría dar a conocer el proyecto a las autoridades»

P. ¿Por qué eligió la posibilidad de albergar en él un centro comunitario?

R. Siempre me llamó fuertemente la atención la cantidad de turistas que recorren la ciudad y sobre todo el Albaicín. Sentí por un momento que había que establecer un lugar que sirviera para que la comunidad reforzara sus tradiciones, ya sea la danza, la música o cualquier expresión artística propia del lugar, para fomentar la difusión de ellas y que al mismo tiempo pudiese recibir a los turistas como una parte más del paisaje.

P. ¿Mantuvo contacto con alguna autoridad de Granada para dar a conocer su proyecto?

R. Hasta el momento no ha habido ningún contacto, pero me encantaría que se diera a conocer el proyecto en ese ámbito. En caso de que alguna autoridad quiera conocer el proyecto, estoy completamente disponible para proporcionar cualquier tipo de información.

P. Teniendo en cuenta las peculiaridades de un barrio histórico como el Albaicín, ¿cree que su proyecto se integraría bien en la imagen del barrio?

R: Hay que entender el proyecto en base a dos premisas. La primera hace referencia a la recuperación de la iglesia, devolver a la comunidad un edificio que se encuentra en estado de ruina. La idea es que sus habitantes le devuelvan la vida al edificio y no quede abandonado nuevamente. Luego está el proyecto contemporáneo, un espacio abierto con una serie de plazas, como las que se encuentran insertas en la trama del Albaicín, en las cuales se puedan llevar a cabo las expresiones artísticas típicas. Los materiales fueron elegidos para poder contener las huellas del tiempo y la memoria, para que con los años el proyecto se integre a los matices del contexto.

P. ¿Considera que la modernidad en arquitectura está reñida con la tradición?

R. En arquitectura la modernidad y tradición circulan por carriles paralelos. El problema se suscita cuando ambas se encuentran y no logran un lenguaje en común. La arquitectura contemporánea deberá siempre respetar las tradiciones, tanto tangibles como intangibles. Siempre he creído en el respeto que debe tener un proyecto nuevo que se emplaza al lado de un edificio con tradición. Es tan simple de entender como el respeto que los jóvenes le deben a sus abuelos.

(24-7-2012)

 

Comentarios en este artículo

  1. Me parece un proyecto fantástico! No se queda solo en una simple rehabilitación sino que además está pensado por y para los vecinos del Albaicín, y por supuesto con una estética y un estilo arquitectónico propios del siglo en el que vivimos, no como si fuese un falso decorado.

    Me encanta! ojalá se ejecute.

    futurearqts
  2. Que aberración para el albayzín por favor dejemos de cicatrizar Granada bastante tenemos con los edificios zaidineros del paseo de los tristes… ¿Cuado aprenderemos!

    Seguridad YA
  3. En el Master de arquitectura y patrimonio de la Universidad de Sevilla hemos trabajado este año también San Luis. Aparte de opniones estéticas la Casa del Sacristán no puedes destruirla, es más la fachada hay que conservarla según el nivel de catalogación del PEPRI. No solo por eso sino que se desvirtúa el amcho de la calle. La trama urbana no se debe tocar a la ligera en uno de los pocos sitios dónde se conserva la misma trama desde tiempos de la Plataforma de Vico. Otra curiosidad, la viabilidad y sostenibilidad, económica?

    Jesus Jiménez

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