Hace poco más de un mes abrió en el Cerrillo de Maracena la tienda ecológica La línea verde. El pasado martes, cuando su propietario, Salvador González, subió la persiana de su negocio, se encontró con que le habían cortado la luz. Salvador aún tenía el contrato provisional de suministro eléctrico por obras con Endesa, y sabía que vencía en el mes de enero, pues ya había concluido las obras, tenía la licencia y, de hecho, la tienda estaba abierta. Por eso había tramitado con tiempo el alta definitiva con la comercializadora malagueña Zencer, una cooperativa que apuesta por la energía renovable.
Pese a haber realizado los trámites a tiempo «y tener todas las facturas pagadas», el establecimiento se encontró sin suministro eléctrico «sin previo aviso». La razón que Endesa dio a la comercializadora que se quedaría con el contrato definitivo cuando ésta pidió explicaciones era que se había solicitado menos potencia de la necesaria para el local, por lo que habían dado por ‘inválida’ la solicitud de alta definitiva con Zencer y habían paralizado la tramitación. Una vez concluido el contrato por obras, y «sin avisar» ni al propietario de La Línea Verde ni a la suministradora Zencer, Endesa cortó la luz al establecimiento, según explica el propietario del mismo.
Ante esta situación, Zencer justificó la necesidad energética de la tienda y Endesa aceptó dicha justificación, pero el restablecimiento del suministro no se ha llevado a cabo hasta siete días después.
En medio de este embrollo burocrático, Salvador González ha tenido que trabajar en una tienda sin luz durante una semana. Ha tenido que adaptar los horarios de cierre del establecimiento a la luz solar, limitando considerablemente las horas de apertura. Se ha visto obligado a llevar a su casa la carga del frigorífico, ha tenido un ala de la tienda -la más alejada de la entrada- a oscuras y ha pasado una semana sin calefacción. Todo ello, con un establecimiento que apenas cumple el mes de vida y a pesar de «cumplir con los trámites, los plazos y los pagos».
Desprotección del pequeño empresario
Salvador reconoce que no sabe quién es el culpable de esta situación, si es problema de Endesa o de Zencer pero, en cualquier caso, es él quien sufre las consecuencias. Cuando la semana pasada se encontró con la sorpresa del corte de luz, acudió Consumo, pero allí no lo podían ayudar porque «sólo prestan servicio al consumidor final», no a las empresas. «Me dijeron que mi caso se considera un litigio entre dos empresas», apunta.
«Lo más indignante es que no haya ningún servicio público que ofrezca mediación en este tipo de conflictos y que la única salida que quede sea la vía judicial»
Fue entonces a la Cámara de Comercio de Granada, pero allí le informaron de que ya no prestan el servicio de mediación porque han dejado de recibir la subvención para tal fin. El resultado, es la sensación de «impotencia y total desprotección» del pequeño empresario ante los problemas que puedan surgir con proveedores o grandes empresas. «Lo más indignante es que no haya ningún servicio público que ofrezca mediación en este tipo de conflictos y que la única salida que quede sea la vía judicial», explica el afectado, que no duda en que contactará con un abogado para que se depuren responsabilidades por las pérdidas de toda una semana sin luz.
(04-02-2014)
V E R G O N Z O S O ! Ánimo Salva !
Sergio