No los mueve el ánimo de lucro ni la especulación. Solo el deseo de impulsar un club con instalaciones dignas para entrenar deportes acuáticos, como la natación, el waterpolo o el trialón. Así lo aseguran los deportistas y directivos de clubes que promueven un complejo acuático privado en Granada, un equipamiento inicialmente anunciado en el solar propiedad del Grupo García Arrabal (CGA) junto al edificio Fórum, aunque su ubicación definitiva «aún está por definir», anuncian sus responsables.
El complejo despertó recelos vecinales en Parque Tico Medina-Parque Lagos debido a sus diferencias con el espacio deportivo que originalmente se contemplaba en el terreno. Ante las suspicacias, sus promotores han querido despejar dudas, aclarando, en esta línea, que de momento no hay «nada cerrado». Hasta ahora han celebrado una «reunión preliminar» para buscar clubes y deportistas interesados en convertirse en socios invirtiendo 3.000 euros -en tres cuotas de 1.000 euros «financiables sin intereses»- «para construir las instalaciones como una comunidad de propietarios o de bienes», indicó Iván Díez, director técnico del club de natación Granada y uno de los responsables de la iniciativa a título particular, especificó.
Según concretó, en caso de que el Ayuntamiento no conceda licencia para que el futuro centro acuático privado se integre en el proyecto original, buscarán una ubicación alternativa, garantizan. «Somos familias y si hacemos una inversión como ésta no es para arriesgarnos a que haya un litigio que lo paralice durante años. Sería una irresponsabilidad por nuestra parte», incidió.
El solar de García Arrabal les pareció interesante, entre las ubicaciones que barajan, por tratarse de un terreno donde ya se proyecta un complejo deportivo. «El 70% de la parcela en cuestión debe albergar instalaciones con este uso para poder levantar el edificio de oficinas y terciario» que también albergará, detalló. «Ante la posibilidad de crear sinergias, propusimos a CGA unir fuerzas de modo que nosotros asumimos la construcción de la piscina y su empresa el resto del complejo, como ya estaba previsto, para beneficiarnos mutuamente de las instalaciones», señaló por su parte Pío Salvador, presidente del Club Waterpolo Huétor Vega e impulsor de la iniciativa como particular.
«Mendigando» espacios para entrenar
Tanto Díez como Salvador ahondaron en las dificultades que sufren los nadadores granadinos debido a la ausencia de instalaciones dedicadas a su entrenamiento. «Los que nos dedicamos al deporte federado relacionado con la natación nos vemos obligados a mendigar a patronatos y ayuntamientos calles de piscinas para practicar», coinciden. Aunque pueden hacer uso de estas instalaciones, no les permiten emplear aletas para evitar molestias a otros usuarios. Además, para que no coincidan con las horas de apertura al público, debido a su amplio número, la disponibilidad de los espacios suele ser nocturna, «un horario inadecuado para los más pequeños». A estos problemas se suman «las altas cuotas, de hasta 2.000 euros al mes por dos calles», un coste «difícil de asumir para un club de natación», lamentaron.
«Me llama la atención que habiendo 500 nadadores federados en Granada cada uno esté mendigando espacios para practicar. Por eso pensamos en impulsar la unión de todos para crear un club privado y construir instalaciones propias», subrayó Salvador, quien incidió en que se trata de deportistas «sin ánimo de lucro ni ambición de especular». «Nuestra única intención es fomentar la cultura de la natación y este deporte», concluyó.
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