«¿Es que no vivimos en Granada y pagamos impuestos como los de la Gran Vía?». Encarni Castillo García fue, junto a su marido, una de las familias que desalojaron del Zenete cuando hace seis años se vino abajo parte de la calle por la obra de remodelación urbana de la ladera. No le han pagado los desperfectos ocasionados en el vestíbulo del portal donde aún se aprecian grietas que asomaron cuando los operarios tuvieron que cimentar el subsuelo. «Nos han dejado de la mano de Dios», se lamenta. De aquel ambicioso proyecto sólo están en pie los aparcamientos, a los que los vecinos no podrán acceder hasta que no acabe la obra. Por cierto, paralizada desde casi cinco años.
Si los responsables de las administraciones consultaran las hemerotecas de los periódicos, cuanto menos, se sonrojarían. En enero de 2008, Francisco Cuenca, hoy candidato del PSOE al Ayuntamiento de Granada y por entonces delegado de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, y Teresa Jiménez, hoy secretaria provincial de los socialistas y en aquellos días delegada del Gobierno andaluz en Granada, visitaban las obras del Zenete. Faltaban pocos meses para las elecciones autonómicas y generales de 2008, que ganaría el PSOE, y significaba la enésima presentación de un ambicioso proyecto para la recuperación de la ladera del Zenete, que se inició en 2005 con la construcción de un aparcamiento para 99 vehículos, no sin contratiempos -derrumbes y grietas en las viviendas adyacentes-, al que el Ayuntamiento de Granada se niega a dar la licencia de apertura. «A mí no me falta garaje pero los vecinos tendrían que ponerse de acuerdo para echar la puerta abajo y meter los coches en la cochera», opina Encarni, consciente de los problemas para estacionar en una calle sin salida.
La obra, que contempla la construcción de 39 viviendas protegidas en régimen de alquiler, un centro cívico y una plaza pública, ya llevaba paralizada algún tiempo cuando los responsables de la administración autonómica -promotora de la obra- se personaron en el lugar. Entonces, los planes de la Oficina Concertada de Rehabilitación daba como plazo de finalización el horizonte de 2010. La realidad es que la obra no se ha retomado desde aquel anuncio. Y lo que es peor, el deterioro ocasionado en la calle por el paso de los camiones cuando se hicieron los cimientos de aparcamiento no ha sido reparado ni por la empresa ni por el Ayuntamiento de Granada. En dos ocasiones, las tuberías de conducción del agua han reventado ocasionando problemas a los vecinos, el empedrado de la calle sigue levantado y la imagen se asemeja a una zona de guerra que ha sufrido los despiadados bombardeos del enemigo.
En total, la Junta pensaba recuperar 2.510 metros cuadrados de ladera que había “sido utilizada como basurero históricamente”, decía entonces el arquitecto del proyecto, Rafael Sola Márquez. De ahí que la inversión prevista fuera elevada: 7,7 millones de euros. Y para lograr la recuperación del espacio el proyecto apostaba, además, por incorporar cierta actividad comercial y de ocio.
Hace unos días, la concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada, Isabel Nieto (PP), rescataba del olvido la situación de la ladera para cargar contra la Junta de Andalucía, con la que firmó un convenio de cesión de terrenos en la zona siempre que se ejecutaran las obras. La respuesta de la promotora de la obra, la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), a través de su directora Mar Román, no aclara nada a los vecinos. Atribuyó la paralización de la obra a la necesidad de un cambio urbanístico para poder vender los aparcamientos pero que, una vez desbloqueado el problema administrativo, se trabajaba ahora en los preparativos para retomar la obra.
Lo realidad es que el problema persiste y, pese a los reiterados llamamientos de los vecinos de la zona para que se pudiera utilizar al menos el aparcamiento, cuyo deterioro ya es visible, el Ayuntamiento de Granada, de signo político distinto a la Junta, se niega a conceder la licencia de ocupación.
Enhorabuena, en la presentación con vosotros en este momento. Suerte
jorge
Enhorabuena por esta iniciativa.Iba siendo hora que alguien hablara de barrios, especialmente del Albaicín, ahora que «otros» sólo hablan de Bilbao y Cádiz, los pueblos de sus dueños. La mayor parte del turismo viene a Granada buncando Albaicín, Alhambra y Sacromonte, no Ganivet ni Camino de Ronda, pero el Ayto. los tiene olvidados, cuando son el mejor activo. El Albaicín, especialmente el Zenete, está dejado de la mano de PPTorres. Suerte.
Marina
magnífico
ssh
[…] del barrio. De ahí que Fuentes tratara hoy de repartir responsabilidades. Y no le falta razón. El proyecto de remodelación más importante del bajo Albaicín, la zona sin duda más abandonada, es competencia de la Junta de Andalucía. Ni siquiera la crisis […]
"Solos no podemos arreglar el Albaicín" | GranadaiMedia