«Los niños conviven con meadas y cagadas»

Parque-huerto-Carlos

Una pintada en la fuente de mármol alerta de la peligrosidad de la zona para los niños.

«Los padres y madres del Albaicín estamos hartos de tener un solo espacio de recreo para nuestros hijos y que no se respete». En el escrito que un grupo de vecinos ha dirigido al alcalde de Granada, José Torres Hurtado, se enumera de forma pormenorizada los numerosos problemas que presenta el parque infantil del Huerto del Carlos, un espacio en el que los niños juegan «expuestos a todo tipo de peligros y a una falta de higiene tremenda». También se refieren, sin mencionarlo de forma directa, a las molestias que ocasiona el botellón, en concreto a los «frecuentes borrachos que se acercan para intentar jugar con los niños».

Cualquiera que visite la zona de recreo que se instaló encima del aparcamiento de Santa Isabel la Real podrá comprobar el estado de dejadez que denuncia este grupo de padres y madres. El jueves entregaron en mano al concejal de Juventud del Ayuntamiento de Granada, Juan Francisco Gutiérrez, que presidió la Junta de Distrito Municipal del Albaicín, un escrito con una serie de propuestas de mejora.

Los progenitores hacen saber que el parque del Huerto del Carlos es el único espacio que existe en todo el barrio donde los niños de corta edad pueden jugar: «sólo hay un mísero tobogán y cuatro caballitos mugrientos». Pero más allá de las instalaciones lúdicas con las que cuenta el área recreativa, los tutores alertan de la suciedad y la peligrosidad de la zona.

«Cuando hace calor se hace insoportable el mero hecho de respirar»

«[Los niños] conviven con las cagadas y meadas de los perros, por no decir el olor nauseabundo que viene de la parte del descampado, donde todas las personas que van a beber acaban orinando. En el momento en el que hace un poco de calor se hace insoportable el mero hecho de respirar. Hay mucha suciedad, cristales rotos y pintadas. Es parte del ‘mobiliario infantil’ en el que nuestros hijos, por desgracia, se han acostumbrado a convivir».

Uno de los mayores peligros -según denuncian – es una enorme fuente de mármol, en forma de estrella, que ocupa la mitad del parque y que no tiene uso alguno. Por no tener no tiene ni agua. Los padres temen que sus hijos puedan sufrir algún accidente como darse en la cabeza con alguna de las esquinas de la fuente, donde alguien ha pinturrajeado recientemente la advertencia de ‘peligros para los niños’. También consideran una amenaza para la integridad de los críos las pronunciadas escaleras para acceder al parque infantil. De hecho -según cuentan- ya se ha producido alguna desgracia: «en alguna ocasión se ha caído un niño escaleras abajo yendo a parar a la calzada».

Es por ello que los progenitores reclaman que se acondicione y se cerque el parque infantil atendiendo a las necesidades de niños y padres, que se instale un nuevo mobiliario menos peligroso y que se amplíe la zona reservada a los niños para que unos puedan jugar en columpios y otros dispongan de un espacio para andar en bici o jugar a la pelota. Sin olvidar, la limpieza.

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(20-7-2012)

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