Los vecinos plantan cara al gobierno municipal

El concejal del PP y presidente de la Junta Municipal de Distrito del Albaicín, José Antonio Fuentes, ha tenido que tragar con las quejas de los vecinos del barrio histórico de Granada, contrarios a la peatonalización de la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes. El edil tan solo se ha comprometido a trasladar el malestar a la Concejalía de Movilidad.

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El concejal del PP José Antonio Fuentes tuvo que soportar las quejas de los vecinos del Albaicín

«Ustedes no viven en el Albaicín. Si no, otro gallo cantaría. Nos han engañado». Un vecino del Sacromonte, con su hija de corta edad en brazos, recriminaba esta tarde al teniente de alcalde y presidente de la Junta Municipal de Distrito del Albaicín, Juan Antonio Fuentes, la decisión de su equipo de gobierno de peatonalizar la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes.

Como él, otro centenar de vecinos del barrio, entre ellos muchos mayores, se ha dado cita en el Centro Cívico de la Plaza Aliatar para trasladarle al concejal el malestar por la eliminación del transporte público y el cambio de sentido por San Juan de los Reyes, medidas que afectan a los residentes del bajo y alto Albaicín, incluido el Sacromonte.

Fuentes ha tenido que hacer frente a un aluvión de críticas de los residentes del barrio que llenaban el salón de actos, exhibiendo carteles en los que reclamaban el restablecimiento del transporte público o denunciaban el aislamiento y la inseguridad, como preocupaciones derivadas del nuevo plan de movilidad que se ha aplicado en el Albaicín.

Quejas que el concejal se ha comprometido a trasladar a su compañera Telesfora Ruiz, la concejal de Movilidad, en un intento de echar balones fuera y tratar de serenar los ánimos, en ocasiones encendidos, de los allí presentes.

«Pasamos de ser un barrio céntrico de Granada, a una barriada en el extrarradio, mal comunicada»

El único argumento que ha jugado a su favor ha sido el de insistir en que la peatonalización del bajo Albaicín, una «histórica aspiración» de Granada, ha contado con el apoyo de las asociaciones vecinales y los propios hosteleros; una afirmación que ha sido rebatida por estos últimos mediante un escrito leído por uno de sus portavoces.

«Queremos insistir en que esto no es una peatonalización, si no un cierre al barrio, que dificulta en gran medida la vida de vecinos y la explotacion de los negocios existentes. Pasamos de ser un barrio céntrico de Granada, a una barriada en el extrarradio, mal comunicada y desconectada del resto», ha puntualizado el representante de la Asociación Empresarial de Hosteleros y Restauradores del Albaicín y Sacromonte.

Lo que sí parece palpable es el divorcio entre los afectados y sus asociaciones de vecinos que, con matices, están de acuerdo con la peatonalización de esta zona turística a pie de la Alhambra.

En cualquier caso, esta tarde se han conocido algunos situaciones dramáticas, como la que le expuso a un palmo de la cara del concejal una señora mayor que dijo estar sometiéndose a un tratamiento contra el cáncer y que tiene problemas para trasladarse al hospital. O el de una residente en la calle San Juan de los Reyes que, con el cambio de sentido, no puede sacar su vehículo de la cochera y que el otro día tuvo que acompañar a su padre, de 83 años, andando hasta Plaza Nueva, porque apenas hay taxis que quieran adentrarse por esta estrecha calle.

¿Desde que año lleva el Ayuntamiento sin controlar el horario de las pilonas?

Ahí queda todo un rosario de preguntas que, por el momento, no han tenido respuesta: ¿Desde que año lleva el Ayuntamiento sin controlar el horario de las pilonas? ¿Cuánto se ahorra el Ayuntamiento suprimiendo los autobuses? ¿Qué cuesta el servicio de taxis gratuitos que solo pueden utilizar personas con problemas de movilidad? ¿Verdaderamente era necesario peatonalizar una calle que está abandonada por los peatones durante los días laborables? ¿Quién se va a hacer cargo de nuestra seguridad cuando sea de noche y no pase el transporte público?

O preguntas que dicen mucho de quién canaliza los problemas del barrio:

– ¿Usted vive en el barrio?

– No. Eso no quita para que no conozca el barrio. Soy un enamorado del Albaicín -ha apostillado el edil.

«Rectifique». Fue quizá el grito casi unánime de los allí presentes, entre ellos el del concejal socialista Miguel Ángel Madrid -acompañado del portavoz Francisco Cuenca-, quien recriminó a Fuentes que se haya adoptada la medida sin consultar a los afectados y sin haber culminado el plan de movilidad de toda la ciudad. «No vas a conservar el Albaicín si dejamos que el Albaicín se muera», ha dejado caer el edil del principal partido de la oposición, que trata de hacer equilibrios por defender la peatonalización y ganarse la confianza de los vecinos.

De hecho, esta misma semana anunció la presentación de una moción para paralizar la medida adoptada por el equipo de gobierno. Su intervención fue aplaudida por un buen número de vecinos, si bien hubo quien censuró el intento de «politizar» el problema en plena campaña electoral, entre ellos el propio Fuentes.

El concejal del PP sabía perfectamente qué se iba a encontrar. Quizá por ello llegó dispuesto a repartir unas hojas informativas sobre las medidas de peatonalización. Una pareja de agentes de la Policía Local custodiaba una de las entradas ante la posibilidad de que el clima se enturbiara. No fue necesaria su intervención porque, más allá de los reproches de los vecinos, el encuentro transcurrió sin incidencia alguna.

(15-3-2012)

 

Comentarios en este artículo

  1. Espero que después de comprobar que más allá de las ideologías, los vecinos asistimos a la Junta de Distrito con ánimo constructivo y de defensa de los derechos propios y del barrio. Vecinos del Alto y Bajo Albaicin y del Sacromonte expusimos nuestras quejas y propuestas. El barrio no se puede quedar incomunicado, la peatonalización total es inviable. Parece que la solución más acertada hubiese sido una peatonalización horaria de la Carrera haciendo que esta sea más restrictiva en fines de semana o festivos.

    FRAN
  2. No intento hacer equilibrios entre la peatonalización y el partidismo. Supongo que eso que se llama la «clase política» se (nos) hemos ganado a pulso que así se nos vea. Peatonalización, sí, dentro de un plan integral de movilidad con carácter metropolitano, dentro del PEPRI; supresión de servicios públicos de transporte, no, y menos en el Albayzín. Ya defendí mi posición al respecto en mi blog. Ayer estábamos en un pleno municipal, e intervine porque algunos vecinos de edad avanzada me pidieron que así lo hiciera. ¿No soy su representante? Si eso es politizar, bien. Partidismo es otra cosa, salvo que queramos coartar la democracia representativa. Saludos

    Miguel Madrid

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