Al ritmo de conocidas piezas clásicas y bandas sonoras, estudiantes de música del conservatorio Ángel Barrios han protagonizado junto a sus familias una melódica concentración para reivindicar plaza para aquellos que se han quedado a las puertas de entrar en el grado profesional, pese a haber superado el «duro examen de acceso».
Durante la protesta, frente a la delegación de Educación, el colectivo de padres y madres de los alumnos afectados denunció la «injusticia» que representa haber «pasado difíciles pruebas teóricas y prácticas frente a un tribunal» para quedarse en idéntica situación a los que han suspendido. A este problema se enfrentan 26 estudiantes de Granada y 12 de Guadix -alrededor de 300 en Andalucía.
Es el caso de Patricia Godoy que, después de tres años esforzándose para aprobar su examen de flauta travesera, lograba su reto en esta convocatoria. Su «alegría» inicial por saberse más cerca de su sueño -convertirse en una música profesional e impartir clases en el futuro- se hacía añicos al descubrir que se había quedado sin plaza. «Lo hemos vivido como un drama familiar, después de tantos nervios, horas de ensayo y estudio paralelas a las de Secundaria para luchar por su gran pasión, la música», criticaron sus padres, María Ester Albaladejo y Pedro Godoy.
«En muchos casos se trata de virtuosos de la música de apenas cinco años cuyo potencial artístico se deja perder», lamentaron ambos, entristecidos por la «falta de apoyo a la cultura musical». El problema, señalaron, es que se trata de pequeños que han pasado cuatro años especializándose en el grado elemental de un instrumento específico, por lo que «no es viable cambiar a otro con plazas disponibles».
Por esto mismo, el director del conservatorio, Luis Vidueira Ávila, «había solicitado que las vacantes en otros instrumentos se pasen a aquellos en los que falten», apuntó Rufino Quesada, portavoz de los afectados. Según anunció, el colectivo no dejará de luchar hasta que haya «una plaza por cada niño aprobado». Para conseguirlo, organizará «todas las semanas una concentración pacífica en la que los niños estarán tocando». Su intención es promover, asimismo, «una moción en el Ayuntamiento de Granada para llegar al Parlamento andaluz».
Precederá estas iniciativas una protesta, el próximo 11 de julio, frente a la consejería de Educación, en Sevilla, donde se congregarán los padres y alumnos de los conservatorios andaluces con este problema. Su intención es que su máximo responsable, Luciano Alonso, «cumpla su palabra» de ampliar en septiembre el cupo de matrículas, refirió Quesada. «No nos conformaremos con que acepten a algunos alumnos más. Queremos que entren todos los aprobados y no pararemos hasta conseguirlo», concluyó el también padre de uno de los estudiantes afectados del Ángel Barrios.
El conservatorio, con 1.300 alumnos entre elemental y profesional actualmente, se construyó después de años de lucha colectiva en el Zaidín, donde los vecinos se echaron a la calle en los 90, precisamente, en respuesta a la falta de plazas para alumnos del barrio. «Aunque finalmente se levantó en Genil, limitando con el distrito, conseguimos nuestro objetivo, contar con un conservatorio en la zona», recuerda el entonces presidente de la asociación de vecinos Zaidín Vergeles, Antonio Fernández, sin olvidar las originales protestas que promovieron.
(09/07/2014)
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