La Policía Local de Granada hará una «batida especial» para multar a los ciclistas que utilizan las calles del Albaicín como circuito de carreras tras el reciente atropello de una vecina propietaria de un kiosko en la Carrera del Darro.
La decisión de redoblar la guardia se produce tras las reiteradas advertencias que en la Junta Municipal de Distrito viene realizando la Asociación de de Vecinos del Bajo Albaicín desde el pasado mes de octubre. De todas ellas ha obtenido la misma respuesta de la Policía Local: «Hay seguimiento abierto por la unidad Ciclo».
En la Junta Municipal de Distritito celebrada este jueves en Haza Grande, la portavoz vecinal del Bajo Albaicín, María Dolores Santos, no ha ocultado su indignación por no haberse adoptado medidas contra los infractores, casi todos ellos jóvenes que descienden por las calles del Albaicín a gran velocidad y que incluso graban sus videos para subirlos a las redes sociales, alguno de los cuales se han aportado como prueba en denuncias anteriores. «La vecina atropellada sufre un esguince, magulladuras en su cuerpo y se ha visto obligada a cerrar su negocio. ¿Quién va a resarcir de los perjuicios a esta vecina? Lo estáis consintiendo y la pelota ahora está en vuestro tejado», censuró María Dolores Santos, quien aclaró que su petición de sanciones «no se dirige contra los que usan la bicicleta como medio de transporte sino contra aquellos que utilizan las estrechas y empinadas calles del barrio como circuitos de carrera».
El portavoz del equipo de gobierno y presidente de la JMD del Albaicín, Juan García Montero, ha negado que no se persigan los excesos de velocidad por las calles del barrio y ha atribuido lo sucedido al «incivismo» de unos pocos ciclistas. García Montero considera que son hechos muy puntuales que ocurren en otras partes de la ciudad. «No se puede detener a todo el que tenga una bicicleta ni poner cortapisas para que no se use la bicicleta, un medio que tratamos de fomentar», señaló García Montero, quien dio orden el jefe de la Policía para que atienda las quejas vecinales y «se haga una batida especial».
El responsable de la Policía Local informó a que, en estos casos, se sanciona a los infractores por exceso de velocidad con peligro de atropello. Sin embargo, no le constaba que se hubiera sancionado a ciclistas en los últimos meses. Según la normativa, por aceras o zonas peatones la prioridad es siempre del peatón y el ciclista debe adecuarse a la velocidad de los viandantes. En ningún caso puede haber peligro para su integridad.
El concejal socialista Miguel Ángel Fernández Madrid también se mostró partidario de reforzar la presencial policial para disuadir a los jóvenes que práctican vertiginosos descensos por las calles del barrio. Desde la Asociación de Vecinos del Albaicín se atribuyó también a los ciclistas el deterioro del empedrado de la Cuesta de los Chinos, hoy en fase de remodelación.
Peleas de perros en San Miguel alto
Otro de los encargos que se llevó la Policía Local de Granada es controlar las peleas de perros que, según el portavoz de la Asociación de Vecinos del Albaicín, Alejandro Caballero, se llevan a cabo en una de las cuevas ocupadas del cerro de San Miguel alto, una versión que ratificaron residentes en la zona.
En los últimos meses se venía denunciando la peligrosidad que entrañaba la presencia en el cerro del aceituno de perros sueltos propiedad de las personas que ocupan las cuevas. Lo que denuncian los vecinos no son peleas de perros ilegales sino la falta de control de los dueños sobre sus mascotas, que acaban enzarzándose unas con otras.
Los vecinos también preguntaron por las gestiones que debía realizar la comisión integrada por los partidos políticos y representantes de otras instituciones para resolver el problema de ocupación de las cuevas del cerro de San Miguel alto, la mayoría de propiedad municipal que el Ayuntamiento trató de clausurar sin éxito en marzo del pasado año. García Montero admitió que, desde la aprobación de su constitución por unanimidad en el pleno, no se había llegado a reunir por problemas de agenda y también por coincidir con el adelanto de las elecciones autonómicas.
Gobierno y oposición comparten ahora la opinión de que la zona debe preservarse como un espacio verde de esparcimiento, descartando cualquier pretensión de levantar en un futuro un complejo hotelero. Lo que no se tiene claro es cómo abordar el desalojo y qué alternativas se les puede ofrecer a los que allí residen, algunos de ellos inmigrantes subsaharianos.
Las otras cuevas
Otro hábitat troglodita, el de la ladera de la colina de la Alhambra, en las inmediaciones de la fuente del Avellano, fue también objeto de debate. El portavoz del Sacromonte, Fran Ballesteros, solicitó la ayuda del Ayuntamiento de Granada para atajar los ruidos que se montan de madrugada en fiestas improvisadas, con sonidos de timbales que resuenan en todo el valle del río Darro.
García Montero señaló que es una zona que se incluye dentro del Plan Especial Alhambra, fuera de las competencias municipales. Desde el Sacromonte se quiso aclarar que su queja se centraba solo en el problema del ruido y no en la ocupación ilegal de las cuevas de la ladera habitadas -al igual que en el cerro de San Miguel- por jóvenes con escasos recursos.
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