En pocos lugares como en los barrios del Albaicín y el Sacromonte el efecto de la nieve tiene tanta belleza. Las preciosas estampas que ha dejado la débil nevada caída en la tarde de ayer eran esta mañana visibles desde los lugares más elevados de los barrios. Un fina capa de nieve blanqueaba el paisaje del cerro del aceituno y los barrancos del Negro y los Naranjos, al otro lado de la muralla nazarí.
La nieve no llegó a cuajar con fuerza en el Albaicín pero sí dejó huella en los capós de los coches estacionados en las calles, donde se acumulaban unos pocos centímetros de nieve.
Desde el mirador de la ermita de San Miguel alto, uno de los lugares de Granada con unas vistas más espectaculares de la ciudad, la Alhambra asomaba revestida de un ligero manto de nieve, nada que ver con la copiosa nevada del 28 de Febrero de 2013, un Día de Andalucía para el recuerdo. Muchos vecinos han madrugado esta mañana para captar las primeras instantáneas de la ciudad en blanco desde el cerro de San Miguel, mientras los habitantes de las cuevas se desperezaban tras una fría noche de invierno.
Otros aprovechaban para pasear por los senderos que unen unos barrancos con otros hasta llegar a la Abadía del Sacromonte. Un día soleado de invierno para disfrutar de la belleza del paisaje natural que hoy amanecía teñido con una fina y ligera capa de nieve.
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