Luisa lleva 40 años en el barrio. Llegó recién casada desde Güéjar Sierra. Allí, en sus años mozos, ayudaba al padre en labores de labranza. De ahí la soltura que se le ve en su parcela, unas de las 30 adjudicadas a los vecinos por la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) en el solar de la Madraza, en la barriada de Cartuja.
El sueño de Luisa era plantar un cerezo, pero en su parcela más que cerezas empiezan a crecer habichuelas, tomates y lechugas.
Que el terreno donde se ve más verde sea en estos momentos el de Luisa no es casual. Prácticamente a diario, y mañana y tarde, va a darle una vuelta cuando es necesario regar.
«Es como si me hubiera tocado la Lotería», asegura cuando se le pregunta qué ha significado para ella este proyecto de convertir un solar destinado a viviendas en ecohuertos urbanos.
Luisa es, junto a Antonio, una de las adjudicatarias de las parcelas de los huertos de La Madraza, un proyecto financiado por la UE dentro de la iniciativa transfronteriza Habitar 2.0, que busca la implicación de los vecinos en la cogestión del espacio público.
(12-05-2014)
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