
Concentración frente a la casa de Teresa Lechuga, en el Zaidín
“En los años que tengo nunca había visto algo igual. Que el que nos tiene que defender nos ataque de esa manera. Ha sido un acto de cobardía criminal”. Con estas palabras denunciaba Matilde Solero, una zaidinera con más de 70 años a la que la policía “ha empujado” y “roto las gafas” esta mañana, la “violencia” empleada por los agentes durante el desalojo de Teresa Lechuga, una vecina del Zaidín víctima de malos tratos, y su hijo de 13 años.
Matilde se encontraba entre las más de 100 personas convocadas por Stop Desahucios para tratar de oponer resistencia pacífica al desalojo de esta mujer, cuando los agentes “comenzaron a empujar a los manifestantes, propinar patadas y puñetazos” –según denuncian- para “romper el cordón humano” que impedía el acceso a la vivienda al cerrajero y la responsable del juzgado que, ante la presión ciudadana, optó por paralizar el desahucio y abandonar el lugar en compañía de los más de 50 antidisturbios que cercaban las inmediaciones.
Horas después de lo que inicialmente parecía una nueva victoria ciudadana –que se saldaba no obstante con un detenido y al menos cinco sancionados -, Policía y responsable judicial volvían a la casa, aprovechando que la movilización se había disuelto.
“Han esperado que me quedara sola e indefensa para venir a desahuciarme”, contaba abatida y, prácticamente sin fuerzas, Teresa, que se ha quedado sin hogar por no poder hacer frente al alquiler ante los impagos de la empresa para la que trabajaba, Armisad, que finalmente la despidió.
Stop Desahucios ha calificado de “estratagema ilegal desproporcionada” por parte del juzgado número 4 de Granada este desalojo, que se ha ejecutado “sin ajustarse al día y hora señalados”, explica Pepe Iglesias, abogado e integrante del colectivo, que anuncia posibles medidas legales ante lo ocurrido.
Teresa se enfrentaba, por segunda vez, a la terrible realidad de quedarse en la calle junto al menor de sus tres hijos. Así, hace algo más de una semana que la movilización de un centenar de personas logró evitar que perdiera el que ha sido su hogar. Aunque Stop Desahucios solicitó entonces «tiempo» al juzgado para que pudiera encontrar otra residencia, el juez decidió hacer «oídos sordos» y dictó la nueva orden de desalojo, prevista esta mañana a las 9.
El primer intento de desahucio, truncado
El reloj estaba lejos de esta hora –apenas eran las seis y media de la mañana– cuando varias lecheras y furgones policiales con más de 50 agentes acordonaron los accesos a la vivienda, situada en la calle Bernarda Alba, para impedir que ciudadanía volviera a truncar su desalojo de Teresa, cuyo casero se ha negado a descontar los 1.200 euros que le adeuda de los 3.000 euros de depósito que esta mujer le entregó para tener opción a compra.
En el interior de la casa aguardaba Teresa, junto a los más de 20 integrantes de Stop Desahucios que esta noche han dormido a su lado con la certeza de que, en esta ocasión, y con la policía sobre aviso, sería “muy duro detener el desalojo”.
Así ha sido. Las personas que comenzaron a congregarse alrededor de la vivienda, a la que los agentes impedían el acceso por cualquiera de las calles circundantes, han creado su propio cordón, tras la línea marcada por los antidisturbios, para impedir la entrada de cerrajero y responsable judicial.
Para facilitar su acceso –relataron los presentes- la policía comenzó a “empujar y zarandear” a los de la primera línea, “propinando patadas y puñetazos” a los que intentaron alcanzar el portal de Teresa. “Me cogieron por el cuello, me dieron puntapiés y tortazos hasta que la nariz comenzó a sangrarme”, relata uno de ellos.
No ha sido el único que se ha cruzado con “el brazo de la justicia”, coincidieron todos. Varias personas mayores, con las que ha podido hablar Granadaimedia, han sufrido “golpes en el pecho y empujonazos” que incluso los han hecho caer, cuentan.
En el momento de mayor tensión entre Policía y ciudadanos, los efectivos “agarraron a un joven y lo sacaron del grupo para, momentos después, colocarle las esposas frente al balcón de Teresa”, aseguraron los concentrados, que subrayaron el hecho de que “podía haberle tocado a cualquiera”.
“Veíamos a nuestros compañeros retorciéndose de dolor en el cristal del portal, contra el que la Policía los agarraba para que fuésemos conscientes de lo que iba a hacer después con los que esperábamos dentro”, denuncia Ana Guardia, integrante de Stop Desahucios.
La versión policial
La versión de la Policía difiere, en cambio, de la del centenar de personas congregadas para impedir el desahucio. “Cuando se produce violencia se trata de un efecto rebote porque ellos nos agreden y nosotros repelemos esa agresión”, asegura el cuerpo, que procedió a la detención del joven, de 19 años, por “agredir a dos policías nacionales causándoles lesiones” en una mano, a uno, y en cuello y zona lumbar, al otro. Durante la actuación policial se han impuesto, además, «varias sanciones administrativas» entre los congregados, indican.
Tras estos momentos de tensión, la responsable judicial decidió posponer el desahucio y abandonó la zona en compañía de los agentes, que eran despedidos con un clamoroso “sí se puede” pasadas las 10 de la mañana.
Aunque la mayoría de los manifestantes permanecieron en la puerta de Teresa algunas horas después, en cuanto se marcharon los últimos, la Policía volvió al piso para ejecutar el desalojo. “Me dijeron que o abría o echaban la puerta abajo. Les supliqué que me diesen un margen de dos días para recoger mis cosas y buscar un lugar, pero se negaron”, explicó esta vecina, a la que la responsable judicial la apremió, al parecer, a recoger todo en cuanto entraron y procedieron a cambiar la cerradura. “Venga, a qué esperas para sacarlo todo, me dijo”, parafrasea Teresa, que tiene hasta las 13.30 horas de mañana de plazo para dejar las llaves en el juzgado.
(21-03-2013)
Policía: La parte de los pobres pagada por los ricos para mantener a raya al resto de pobres.
Bert
Hay un detenido… no me creo hay la gente actuara con violencia es una excusa más para que ellos actuen con violencia vaya gentuza.
ánonima
[…] CRÓNICA POR PARTE DE GRANADAIMEDIA. […]
La triste verdad de un desahucio en el Zaidin | 15mGranada
[…] Teresa tiene que entregar hoy a las 13:30 horas las llaves del piso donde vive en el Zaidín con uno…. Ayer, por unas horas, el movimiento Stop Desahucios cantó victoria y dio por paralizado un desalojo que la autoridad judicial, con el apoyo de la Policía, ejecutó después, cuando no había resistencia ciudadana en la calle Bernarda Alba. Los vecinos denuncian la violencia empleada por los agentes y puede que este desahucio a deshora termine en los tribunales, recoge Lorena Moreno en GranadaiMedia con vídeos y audios. […]
Granada despierta con Teresa en la calle | Granada despierta
La señora tiene otros dos hijos que pueden auxiliarla.Y si no, los servicios sociales. No le corresponde a los antiguos propietarios estar manteniendola, esto no es el piso de un banco, la gente debería tener dos dedos de frente.
Menchi