Alertan del peligro de derrumbe de una casa

calle toledo

El tejado de la tapia ya ha sufrido varios desprendimientos, según los vecinos.

Un estruendo procedente del exterior la despertó en plena noche hace unas semanas. De una casa cercana, deshabitada desde hace años, se habían desprendido fragmentos del tejado que habían terminado desparramados por la acera de la calle Toledo, enclavada en Casillas Bajas, una de las barriadas más antiguas del Zaidín.

viviendas degradadas

Ana Romera muestra una de las grietas que recorren el patio del inmueble que da a la calle Baden Powell.

La escena podría haber quedado en una ‘anécdota’, pero a consecuencia de las lluvias se repite con frecuencia, “poniendo en peligro” a los viandantes que transitan por la zona, en su mayoría escolares que se dirigen al colegio Juan XXIII. Ante los continuos desprendimientos, padres y vecinos alertan del “riesgo de derrumbe” de este inmueble -situado en el número 14- que ya ha dado un sobresalto «a más de uno».

Bien lo sabe Ana Romera, que hace una semana contempló con estupor como un fragmento del tejado casi hiere a uno de sus nietos cuando pasaban por la zona de camino al centro educativo. «Lo tuve que empujar para sacarlo de la acera y evitar así que le cayera en la cabeza. El susto fue tremendo pero, por suerte, logré reaccionar a tiempo», cuenta esta vecina del Zaidín que, desde entonces, ha cambiado de ruta para llevar a sus nietos al colegio. “Prefiero dar un rodeo, aunque tardemos más”, cuenta Romera.

No es la única a la que la deteriorada vivienda, con grietas visibles en sus muros, pone en peligro. Otros padres han protagonizado capítulos similares, cuentan vecinos de la calle, también afectados por las “ratas e incluso culebras” que «campan a sus anchas» en el patio del inmueble.

“El otro día una mujer le dio una patada a lo que creyó un palo y resultó ser una culebra. El miedo que pasó fue tremendo”, relata una residente en las inmediaciones.

calle toledo

Parte del balcón de la vivienda también ha sufrido desprendimientos.

Los vecinos se preguntan por qué no han instado al propietario, que se mudó hace años, a desinfectar y acometer reformas para asegurar la estructura tras la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Así, por su antigüedad -esta parte de Casillas Bajas es de las primeras que se construyó en el Zaidín- la vivienda está obligada a someterse a este examen, cuyo resultado «debe haber sido negativo», a la vista de su estado, infieren. Sin embargo, las únicas piedras que se han movido de momento en esta casa son las que se desprenden de su tejado. «Como llueva más veremos dónde acaba», lamentan, al tiempo que reparan en la degradación de la barriada debido al número de viviendas vacías.

Y es que en los últimos años han aumentado los carteles de ‘se vende’ en Casillas Bajas, debido principalmente al fallecimiento de sus propietarios y su paso a los herederos, detallan. Esta coyuntura ha provocado un incremento paulatino de casas deshabitadas en la barriada cuyo mantenimiento no siempre se atiende como debiera, coinciden.

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