Las marquesinas, las vallas del metro, los semáforos… cualquier sitio de paso es bueno para dejar impresas en un cartel las esperanzas de encontrar trabajo. En tiempos de crisis son muchos los parados que han optado por pegar anuncios ofreciendo sus servicios como fórmula de autoempleo. El Zaidín –además del centro- se ha convertido en una de las zonas elegidas por excelencia con este propósito.

Anuncios pegados en un semáforo en Andrés Segovia.
De ahí que el barrio se haya llenado de carteles de todos los colores y tamaños en los que se resaltan los precios, servicios y profesionalidad. Alguno incluso ha echado mano del ingenio para llamar la atención de los viandantes. Es el caso de Gustavo, un vecino del Zaidín que ofrece arreglos de todo tipo bajo el ‘eslogan’ MacGyver, haciendo un guiño a la destreza del personaje de la popular serie de televisión de los 80.
Otros, como José, también del barrio, han preferido sintetizar en su anuncio los servicios que ofrece. Según relata, la caída del ladrillo hizo quebrar a la empresa para la que trabajaba. “Con la que está cayendo es difícil salir del paro”, comenta, de ahí que recurriera a colgar carteles anunciándose como carpintero, un oficio al que se dedica desde hace una década. “Antes que estar haciendo nada, se intenta”, sugiere, aunque al parecer la fórmula “tampoco está dando muchos resultados”. “Te pasas toda la tarde pegándolos y cuando vuelves, ya los han quitado o han puesto otros encima”, explica. A eso se suma que “han caído mucho las peticiones de reformas”.
Coincide con él Marcelo, quien detalla que “los carteles duran muy poco, con lo cual su efectividad habría que entrecomillarla”. Este vecino, residente en el centro, ha decidido dejar también su anuncio en las calles del barrio tras dos años buscando ocupación sin resultados. Su historia resume la de muchos desempleados en la actualidad. La constructora que lo contrató dejó en seis una plantilla de 25 personas. A Marcelo le tocó irse a la calle. Tras «mucho esfuerzo por encontrar algo» está convencido de que “el autoempleo es la única salida”.
Debido a la falta de recursos para promocionarse en formatos publicitarios de pago, “el buzoneo o la pegada de carteles” se presentan como “la alternativa más viable”, señalan estos trabajadores, que resaltan la “importancia de que el anuncio sea visible en una zona de paso frecuente”.

La mayoría de los carteles son arrancados para pegar otros.
Por este motivo, residentes del área metropolitana también han colgado su anuncio en las principales avenidas comerciales del Zaidín. Entre ellos se encuentra Antonio, de Peligros, cuya constructora, Obramar Maracena, atraviesa tiempos difíciles. “De 40 trabajadores quedamos tres. Seguimos constituidos como empresa, pero como la cosa está como está, ahora ofrecemos también todo tipo de reformas en carteles”, cuenta.
Junto a la construcción, los servicios que más se ofertan a través de cartelería son pintura, mudanzas, enseñanza (idiomas y refuerzo de distintas materias, principalmente) o cuidado de personas mayores. También se encuentran, sin embargo, anuncios un tanto insólitos como modelado de figuritas de escayola para niños o masajes a domicilio.
María Cuadros, de La Zubia, ha optado por un sector en alza, pero con bastante oferta en las calles: el cuidado de personas dependientes. Se tituló como técnica de integración social. No le importaría -sostiene- “hacer lo que sea”, pero su vocación es “trabajar con mayores y gente necesitada”. Por eso se ofrece para el cuidado de estos colectivos, así como de niños, en los carteles que ha dejado por el Zaidín.
Su esperanza de encontrar trabajo, al igual que la de los demás, están puestas ahora en un trozo de papel que, como un mensaje depositado en una botella, ha dejado ‘a la deriva’ con la ilusión de que lo encuentre quien necesite sus servicios.
(30/06/2011)
Como se hacen los carteles con el telefono apaisado. gracias
Alicia