Las opiniones sobre si un cargo público ha de medir sus opiniones personales en internet son tantas como personas –o cargos–, pero lo que está claro es que acaban levantando más polvareda que las de otros ciudadanos. Si una opinión negativa justifica pedir una dimisión es ya otro debate. La concejal de Comercio del Ayuntamiento de Granada, María Francés, ha acabado en el centro de ambos debates por un ‘tuit’ criticando el servicio al cliente en Cortefiel.
Tras sentirse mal atendida por los trabajadores del negocio situado en el centro de Granada, el pasado miércoles 23 de enero, a eso de la cinco y media de la tarde, Francés tuiteaba lo siguiente: “Pésimo servicio de @Cortefiel_es. Si tenéis que hacer una inversión, mejor que no la hagáis allí, servicio al cliente fatal y desastroso!”. Un comentario como probablemente haya miles cada día en la red, pero que rápidamente otros ‘tuiteros’ le afearon por tratarse de una concejal y que además es delegada de Comercio.
Lo que no habría pasado de ahí si PSOE, a través de la concejal Raquel Ruz, no hubiese decidido pedir la dimisión de Francés por entender que el ‘tuit’ es “de extrema gravedad” porque la concejal estaría haciendo “un daño irreparable a una empresa de la que viven medio centenar de familias”, y, además, arremetía “contra el comercio granadino”, recordando de paso en el mismo comunicado que el área que dirige Francés ha recibido apenas 13.000 euros en los presupuestos de 2013.
Así las cosas, el asunto llegó hasta el pleno del pasado viernes 25, donde Francés atendió a la prensa para disculparse, alegar que lo hizo “sin medir la repercusión que podía tener” y aclarar que Cortefiel se ha puesto en contacto con ella para arreglar el incidente que provocó su queja. También aclaró que a partir de ahora tendrá más cuidado, y en cuanto al PSOE, opinó que no cree que este tipo de incidentes justifiquen pedir la dimisión de un concejal.
(25-01-2013)
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