Un mínimo de 200 personas en riesgo de exclusión social realizarán este año prácticas profesionales en empresas a través del Programa de Experiencias Profesionales para el Empleo (EPES), que en su pasada edición favoreció la inserción laboral en distintos sectores de 40 de los 254 desempleados que participaron de distintos perfiles.
El proyecto se gestiona desde el centro de empleo de Santa Rosalía, en el Zaidín, donde cinco profesionales de orientación e inserción ofrecen a los beneficiarios seguimiento de sus prácticas, tutorías y talleres con temáticas transversales, como «herramientas de búsqueda de empleo, marketing personal para la inserción, autoestima o conciliación de la vida familiar y laboral», entre otros contenidos, explica el coordinador, Antonio García.
El objetivo del programa, cofinanciado por la Junta de Andalucía y Ayuntamiento con 471.962 euros, no es otro que «favorecer la inserción de las personas desempleadas», explicó el alcalde en funciones, Juan Antonio Mérida, durante una visita a las instalaciones de Santa Rosalía, acompañado del concejal de Empleo, Jorge Saavedra.
Aunque el proyecto se dirige a desempleados de distintos perfiles, entre éstos menores de 30 sin experiencia laboral, minorías étnicas, personas discapacidad o en riesgo de exclusión social, en esta convocatoria, que comenzó en febrero y concluirá en diciembre, la totalidad de las plazas se ha reservado para este último colectivo. Así, en esta ocasión se benefician de estas practicas profesionales, remuneradas con unos 300 euros mensuales, perceptores del programa de solidaridad, menores de 30 procedentes de casas de acogida, mujeres víctimas de violencia de género, personas con problemas de alcoholismo o drogadicción en proceso de rehabilitación y ex reclusos.
De momento, 106 personas del cupo mínimo de 200, desarrollan sus prácticas EPES, con una duración de unos tres meses. «Aunque pueden prolongarse hasta seis, procuramos dejarlas en la mitad para dar posibilidad de participar al mayor número de usuarios posible, dada la situación de paro actual», señala García. Esta dinámica permite superar los 200 beneficiarios todos los años, agrega.
Para la puesta en marcha del programa, en el que el Ayuntamiento colabora desde 2006, «se han firmado 121 convenios con empresas de distintos sectores desde su inicio», recordó Mérida. Hasta la fecha se han consolidado, además, contactos con más de 250 de la capital y el área metropolitana.
Las propias compañías, para las que el programa tiene coste 0, junto a los profesionales del servicio Orienta de las administración autonómica, analizan los perfiles de los candidatos en función de las necesidades requeridas para sus puestos vacantes. Para optar a las prácticas es condición ‘sine qua non’ no haber trabajado nunca en el sector, ya que se busca «mejorar la empleabilidad» promoviendo «la primera experiencia en el mismo», indicó García. Todo con intención de favorecer la inserción laboral en tiempos de paro y precariedad en los que encontrar empleo se ha convertido en un duro trabajo y contar con condiciones dignas, en un derecho en peligro de extinción.
(04/07/2014)
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