Protesta frente a Bankia

Protesta frente a Bankia contra el desalojo de una familia del Zaidín.

Sucursal de Caja Madrid (ahora Bankia) situada entre Pablo Picasso y Andrés Segovia.

Mohass, Alima y sus cinco pequeños podrían quedarse en la calle el próximo lunes, 30 de abril, arrastrando la deuda de un hogar que dejará de serlo para pasar a manos del banco. Para evitar que se ejecute el desalojo de esta familia del Zaidín un grupo de ciudadanos convocado por el grupo Granada Stop Desahucios del 15M se ha concentrado esta mañana frente a la sucursal de Caja Madrid (Bankia actualmente) con la que firmaron su hipoteca para exigir al banco que paralice la orden de embargo mientras negocian una posible dación en pago (es decir la entrega de la vivienda a cambio de saldar la deuda).

Mohass y Alima se enfrentan a un desalojo porsegunda vez.

Mohass y Alima, frente a la sucursal de Caja Madrid.

Es la segunda vez en menos de un mes que esta familia se enfrenta al «miedo» de ser desahuciada por adeudar 600 euros de su hipoteca. La primera -el pasado 12 de abril- la presión popular impidió el acceso a la vivienda, con lo que Stop Desahucios consiguió paralizar el desalojo.

Según explica Paco Ortega, miembro del colectivo, desde entonces han tratado negociar con el director de la sucursal la dación en pago para esta familia, medida que debe aprobar una delegación de Bankia en Sevilla. Entre tanto, el proceso judicial sigue adelante, ya que la entidad financiera –que ha permanecido cerrada a cal y canto toda la mañana- se ha negado a retirarla mientras alcanzan un acuerdo definitivo.

“Solo queremos entregar las llaves de la casa y dejar atrás la deuda”, afirma Mohass tratando de mantener la entereza. Este padre de familia recuerda “la injusticia” que sufren desde que el verano pasado, por problemas económicos derivados de un accidente laboral, dejaron atrás tres cuotas de la hipoteca, en total algo más de 2.000 euros. “Llegué a un acuerdo verbal con Caja Madrid para fraccionar ese importe en tres pagos”, relata Mohass, que abonó las dos primeras cuotas y se encontró con la amarga sorpresa de que su hogar ya había sido subastado cuando se disponía a liquidar los últimos 600 euros.

“Pensábamos que al haber llegado a un acuerdo con el banco para liquidar la deuda habrían paralizado la orden de embargo, aunque no ha sido así”, lamenta Mohass, que solo quiere “empezar de cero” con Alima y sus niños.

La pareja, natural de Senegal, lleva en España más de 20 años. Hace siete que decidieron comprar una pequeña casa en Santa Adela, la zona más humilde del Zaidín, para construir un hogar juntos. Hasta que Mohass –actualmente de baja- sufrió el accidente habían abonado las cuotas de su hipoteca religiosamente.

«Por los 600 euros que quedaron atrás» el matrimonio se enfrenta nuevamente al “drama” de tratar de mantener a sus pequeños ajenos a la “amarga realidad” que se les viene encima. Para conseguirlo solo cuentan con la solidaridad ciudadana, a la que Stop Desahucios vuelve a apelar convocando una concentración a las 8.00 de la mañana del lunes (en la calle Pingarrón número 8) para “intentar oponer una resistencia pacífica que impida, en caso necesario, que saquen a la familia de su vivienda dejándola sin futuro”.

(27/07/2012)

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