El distrito Genil, una de las zonas residenciales más renovadas de la ciudad, alberga dos importantes centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): la Estación Experimental del Zaidín y el Instituto de Astrofísica de Andalucía. Sus seis barrios, dotados de amplias zonas verdes, presentan singularidades aunque mantienen definidos rasgos comunes. Granadaimedia se desplaza a cada uno para conocer de cerca las inquietudes de sus residentes y representantes de las asociaciones vecinales.
Cervantes: mayores sin espacio
En este barrio se encuentran tres puntos de especial interés: la propia Estación Experimental del Zaidín (EEZ) -creada en 1955-, la ‘Casa Amarilla’ –adquirida por la EZZ- y el Palacio de la Quinta Alegre, que ha recuperado desde hace dos décadas un protagonismo esencial para el distrito al convertirse en escenario de importantes actividades culturales, como el Memorial Manuel Cano, que ha cumplido su quinta edición este año.
Los problemas del barrio se centran en los escasos aparcamientos disponibles, según los vecinos, que reclaman más estacionamientos subterráneos. Para los responsables de las distintas asociaciones vecinales del distrito existen suficientes, aunque su precio debería reducirse.
Otra de las quejas vecinales se corresponde con el mantenimiento de las zonas verdes, asunto que el Ayuntamiento se comprometió a solucionar, según los colectivos. El asunto más polémico de la zona se debe al Centro Cívico Genil, creado hace seis años en sustitución del Área para Mayores. Los ancianos del barrio se quejan de no tener donde pasar los fines de semana desde entonces.
Bola de Oro, a la espera de centro de salud
El barrio debe su nombre la gran cantidad de dinero que distintos comerciantes lograban durante los carnavales celebrados en la zona, antes conocida como el Barranco de la Zorra. Los vecinos reivindican la construcción del centro de salud próximo a los estudios de Canal Sur, cuyas obras llevan años paralizadas. Reseñan , además, el poco comercio del barrio, un rasgo anterior a la crisis.
Camino de los Neveros: botellón bajo control
Camino de los Neveros, por colindancia, repite las notas de higiene de Bola de Oro. En su parte baja destaca la zona verde, próxima al río Genil, que conduce a la célebre Fuente de la Bicha. Pese a la tranquilidad generalizada, los alrededor de 5.000 vecinos de Camino de los Neveros sufren un mal no ajeno a otros barrios de la ciudad. Botellones y grupos de jóvenes fumando porros. Para cortar el problema de raíz sus vecinos lo comunicaron a la policía, que vigila las zonas afectadas, generalmente de paisano.
Al margen de este asunto, la asociación vecinal reconoce la “vida” generada por el Serrallo Plaza. Los más jóvenes del barrio agradecen, por otra parte, que el director del Instituto Miguel de Cervantes deje la llave a los vecinos para que puedan hacer uso de las instalaciones.
Castaño-Mirasierra, sin autobús
Casas residenciales, zonas verdes como los parques de avenida Europa y Torre de la Pólvora hacen merecedor a Castaño Mirasierra del calificativo de privilegiado. El barrio cuenta con varios centros educativos, como el Instituto Soto de Rojas, e instalaciones deportivas, como el polideportivo Núñez Blanca.
A pesar de gozar de avenidas amplias y tranquilidad, sus residentes lamentan la inexistencia de un autobús que pase por la zona. Vecinos de la calle Carmen de Burgos trasladan, a su vez, su preocupación por la ausencia de baños públicos los días de encuentros musicales y deportivos en el Palacio de Deportes, lo que provoca que el vial se colapse y numerosas personas hagan sus necesidades en la calle. Se quejan, además, de que el mercadillo «bloquea» la calle los sábados por la mañana.
Carretera de la Sierra presume de ‘ruta del colesterol’
Para los vecinos de Carretera de la Sierra “lo esencial” está cubierto, si bien en la zona cercana al restaurante Albanta reclama un parque infantil. El barrio presume de ‘Ruta del Colesterol’, paralela al río Genil y punto de encuentro diario de vecinos, deportistas y aficionados. Los nostálgicos recuerdan el desparecido tranvía de la Sierra, que conectaba este reclamo con la ciudad.
Sin Internet en Lancha del Genil
La escasa población no favorece que se trate el «problema de incomunicación» de este barrio, donde Internet solo llega a la mitad de la población -ni siquiera el centro cívico posee conexión a la red. Los vecinos se quejan, por otra parte, de la inexistencia de centros de salud o de las carecencias del único colegio de la zona, con aula prefabricada. Pese a deficiencias como éstas en el barrio existe un «férreo sentimiento comunitario», subraya Amalia López, presidenta de la asociación de vecinos desde hace cuatro años. De hecho las fiestas y actividades se celebran en un ambiente muy familiar, agrega.
La representante vecinal lamenta, por otra parte, que el pasado histórico del barrio haya caído en el olvido. Y es que existe en Lancha del Genil una mina de oro de origen romano, de las que no se extraían pepitas tradicionales sino pequeñas láminas de milímetros.
El olvido no se limita al pasado. Es extensible a las «nulas» inversiones en el barrio, critican sus residentes, para los que la imagen de la principal calle, Ordesa, resulta «lamentable». Pese a la indignación, López se muestra comprensiva ante la imposibilidad de acometer determinadas obras en la actual situación económica. Agradece, además, la mejora del acceso al santuario de la Virgen de Fátima, donde acuden numerosos devotos en la festividad de mayo.
Salvo por problemas como éstos que urge solucionar, el distrito Genil se presenta como una postal inmaculada. Un barrio con calidad de vida que hace de la cultura y de la presencia del Palacete de Quinta Alegre su mayor atractivo.
¡Danos tu opinión!