La implantación de las nuevas líneas de autobús en Granada no sólo ha generado desconcierto en los barrios. En la Chana muchos comercios, en particular los del entorno de la calle Sagrada Familia, denuncian que la eliminación de líneas como la 4 y la 9, con paradas en esta arteria comercial del barrio, está acabando con el pequeño comercio.
«Nos están matando. David Moda lleva 40 años en el barrio, tengo clientes en el Zaidín, Maracena, Santa Fe y Atarfe y con esto de la LAC y los transbordos ya no vienen», comenta Juan Fernández Narváez, dueño de la tienda de moda y presidente de la Asociación de Comerciantes del barrio. «Han dejado el Centro muy bonito, pero a los barrios nos han partido por la mitad», se lamenta.

Juan Fernández Narváez, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Chana
Con la entrada en funcionamiento del nuevo sistema de autobús, la calle Sagrada Familia ha perdido la inmensa mayoría de las líneas. Ahora sólo discurre por esta calle que atraviesa la Chana desde la Avenida de Andalucía hasta la Carretera de Málaga la línea universitaria U1, que va hasta el Campus de Cartuja dibujando una parábola al pasar por Caleta. «Ni siquiera son ciertas las frecuencias, porque pasa cada hora», acota Fernández Narváez.
Su comentario se refuerza con la opinión de la empleada de una perfumería próxima. «Antes esta calle estaba llena de vida. Los miércoles de mercadillo venía mucha gente de otros barrios, como del Zaidín, que ahora tienen que coger tres autobuses para llegar a la Chana».
El representante de los comercios del barrio, junto a otros vecinos y comerciantes, tuvo un encuentro esta mañana con los concejales del PSOE, que se acercaron hasta el barrio para conocer de primera mano el disgusto de los chaneros con las nuevas líneas de autobús.
“El corazón de La Chana se ha quedado literalmente incomunicado con el centro de la ciudad», criticaba el portavoz socialista, Paco Cuenca y añadía que “la supresión de las antiguas líneas 4 y 9 ha supuesto perdidas económicas de más del 50% para los negocios de la zona”.
No todos los negocios atribuyen el desastre de septiembre a las líneas de autobús. La empleada de una tienda de alimentación de la calle asegura que «siempre ha sido un mes malo por la vuelta al cole», pero sí reconoce que para los vecinos ha sido un trastorno el cambio de líneas y de numeración de los autobuses. «La gente mayor está muy perdida», se lamenta.
«Han hecho los cambios sin contar con la gente, sin saber a quiénes iban a perjudicar. Por eso reclamamos que se recuperen las paradas y las líneas que pasaban por el barrio», defiende el presidente de los comerciantes de la Chana.
Fernández Narváez refiere que los problemas generados por el cambio de las líneas de autobús no son exclusivos de la Chana. Hace dos semanas los presidentes de las asociaciones de comerciantes de los barrios de Granada tuvieron una reunión precisamente para abordar la manera en que esta medida está afectando al pequeño comercio.
«Vamos a recoger firmas y si no nos hacen caso, nos echaremos a la calle», sentencia.
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