La marea celeste, color que simboliza la lucha de Santa Adela por la vivienda digna, está de enhorabuena. Tras más de un año de originales protestas, los vecinos empiezan a vislumbrar la luz al final del túnel. El próximo viernes, 31 de octubre, el Ayuntamiento aprobará en pleno la necesaria innovación del plan general para retomar la remodelación integral de esta humilde barriada del Zaidín, cumpliendo así el compromiso que la administración local y autonómica contrajeron con el objetivo de hacer viable el proyecto.
La modificación que se plantea pasa por subdividir en tres la tercera fase y aumentar la edificabilidad de Santa Adela con la finalidad de adaptar el plan a la nueva normativa. Urbanismo pondrá sobre la mesa, además, la necesidad de iniciar las obras por la zona situada frente al centro de salud, en lugar de arrancar por la calle Ebro. De esta forma se podrán minimizar costes, ya que «de otro modo sería necesaria la demolición de más bloques y el realojo de un mayor número de vecinos de entrada para cuadrar el espacio que ocuparán los futuros edificios».
Así lo ha trasladado la edil del ramo, Isabel Nieto, en una reunión este 20 de octubre con residentes de la zona, informa la plataforma de Santa Adela, muy «satisfecha por el avance». En el encuentro, al que han asistido representantes del colectivo ciudadano, de la asociación de vecinos Zaidín Vergeles, técnicos de Urbanismo y Emuvyssa, además de concejales del gobierno local, entre éstos el alcalde de barrio, Antonio Granados, se han explicado los pormenores del nuevo plan y sus trámites administrativos.
Una vez aprobada su innovación en pleno se abrirá un plazo de alegaciones previo a su envío a Sevilla, donde la consejería de Fomento y Vivienda deberá darle el visto bueno definitivo. Entre tanto, el gobierno local «solicitará ayudas de la Unión Europea, así como del Gobierno y la Junta», indica la plataforma de Santa Adela, que ha celebrado un posterior encuentro con los vecinos para informarles del desarrollo de la reunión.
«Garantizados los fondos europeos», que representan la mayor partida, el Ayuntamiento prevé librar una «cuantía, aún por determinar, para la demolición del primer edificio y el realojo de sus alrededor de 400 vecinos», avanzó el colectivo ciudadano, esperanzado en que trámite permita acabar con el serio problema de infravivienda de la barriada, abriendo sus puertas a «hogares dignos en un futuro».
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