Un escritor sobre ruedas

El taxista Ramón Alcaraz ha escrito su primera novela, ‘El poder de la reina’, entre carrera y carrera. En su libro aborda el problema de la heroína, un drama que conoce de cerca y que, por su oficio, se ve obligado a diario a acompañar a consumidores a pillar su dosis.

Taxista-Ramón-Alcaraz

Ramón Alcaraz muestra su novela ‘El poder de la reina’, escrita entre carrera y carrera.

Ramón Alcaraz, vecino del Albaicín, es escritor a tiempo parcial, el tiempo que le concede el duro trabajo de taxista. Entre carrera y carrera consume las horas devorando libros y desde hace ya algún tiempo se ha animado a escribir, a dar rienda suelta a su imaginación. El viernes pasado presentó en la gremial del taxi su primera novela ‘El poder de la Reina’, un descenso al mundo sórdido de la heroína.

La reina, como dice él, no es otra que la heroína, esa droga que corteja y esclaviza. “Me he criado en la Chana y he perdido amigos por culpa de la heroína, un veneno en pequeñas dosis que acaba poco a poco contigo”. En realidad, el libro gira en torno a la figura del padre, en este caso de Bernardo, golpeado por la adicción de su hijo y una víctima más del drama que, llegado un día, decide rebelarse y vivir su vida.

Ramón ha empleado dos años en escribir su primera novela sobre el volante del taxi, su improvisada oficina móvil. “Siempre llevo mi libreta tamaño folio y escribo sobre el volante. Le habré dedicado un año y medio entre carrera y carrera, y otro medio año para transcribir y corregir en casa”, confiesa.

La historia es de ficción pero real como la vida misma, y está aliñada con los habituales ingredientes que bien condimentados  hacen atractiva una novela: sexo, asesinatos, el amor, la muerte…

«Por lo general, [los clientes toxicómanos] tienen más miedo que tú cuando van a pillar su dosis»

La novela empezó a coger cuerpo cuando se dio cuenta de que merecía la pena detenerse en el ‘vía crucis’ de algunos de los ‘compañeros’ de viaje del 312 –su número de taxi-, de aquellos que a las tres de la madrugada necesitan acudir a su camello para combatir la  abstinencia. “Lo primero que te dan es el dinero para que luego les esperes. Por lo general tienen ellos más miedo que tú. A veces en medio de la noche ves que empiezan a emerger las sombras en la calle”, relata Ramón Alcaraz, quien en sus veinte años de taxista nunca se ha negado a llevar a un cliente por el sólo hecho de ser consumidor de drogas.

Como en todo libro ha habido un tiempo dedicado a la investigación, a recopilar datos que le eran ajenos. De hecho, algunos de los clientes toxicómanos se han prestado a informarle de los detalles que rodean el mundo de la heroína, un mercado negro presidido por el engaño y la traición. «La prohibición no ha dado resultados. La droga debería venderse, como otras sustancias, en las farmacias, pero de forma controlada. De esa manera se acabaría con el mercado negro y se irían vaciando las cárceles de yonquis y llenándose de políticos«, opina.

Ahora dedica el tiempo a su nueva novela, de la que ya lleva escritas 150 páginas. También a sus ocurrentes relatos de la serie Garnatix, donde lo mismo viaja a la Florentia Iliberritana del año 45 antes de nuestra era, como al Hawlbaicin del año 2072, con lugares y personajes que resultan familiares, demasiados paralelismos con la Granada actual. Y todo, sobre las ruedas del 312.

Más información:

  • El poder de la reina (Blog de Ramón Alcaraz donde se pueden leer algunos capítulos de su libro y relatos)

Comentarios en este artículo

  1. La historia de este libro empieza en Diciembre, así que es buen momento para empezar a leerlo, entretiene y engancha.

    Belén

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