El bulevar de Las Perlas, en la Chana, se ha convertido en el lugar de encuentro de los patinadores que integran la recien nacida asociación ‘Patinamos’, una agrupación que persigue el fomento de esta actividad desde el respeto y la convivencia.
El grupo municipal socialista critica que el Ayuntamiento use suelo público para hacer un colegio privado en la Chana y alerta de que el abandono del bulevar de Las Perlas «supone un grave peligro para los ciudadanos».
Una vez más, el alcalde, José Torres Hurtado, y la concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada, Isabel Nieto, anuncian a los vecinos de la Chana que no urbanizarán el bulevar de Las Perlas. El Consistorio ha iniciado un procedimiento para que el Ayuntamiento pueda tomar la iniciativa en la ejecución de los trabajos, pero son pocas las esperanzas depositadas en este nuevo trámite, pues se espera que los propietarios de las parcelas recurran.
Isabel Nieto y Manuel Lorente acuden a la Junta Municipal de Distrito de la Chana para aclarar que el Ayuntamiento no urbanizará la zona de acceso a los colegios. El gobierno local ejecutará de forma subsidiaria medidas de urgencia para evitar peligros, pero no asumirá la recepción de las obras porque los terrenos son de titularidad privada.
Los Bomberos sofocan un pequeño fuego originado en unos matorrales cercanos al colegio Juan XXIII de la Chana. Vecinos, AMPAS y PSOE llevan años denunciando el peligro que representa la vegetación seca de la zona, por donde circulan a diario multitud de alumnos para acceder a los centros educativos.
Desde que el Ayuntamiento decidiera retirar las puertas de los transformadores de la luz que recorren el bulevar de Las Perlas, después de que robasen los cables que había en su interior, estas casetas se han convertido en orinales públicos que generan malos olores y atraen mosquitos, especialmente cuando llueve o hace mucho calor.
Los vecinos de La Chana reivindican el acondicionamiento del bulevar de Las Perlas, que continúa sin luz, árboles ni bancos en la mayor parte de su extensión. Unos 5.000 alumnos de los tres centros educativos que existen en la zona pasan por allí cada día, pero el lugar aún no ha sido recepcionado, muchos de los accesos no están abiertos y bloques de hormigón y balizas abandonadas atraviesan algunas de las calles.
