El gobierno municipal no ha solucionado los problemas de accesibilidad del centro de servicios sociales del Albaicín. La Junta de Andalucía volvió a requerirle en julio que subsanara las graves deficiencias detectadas en una inspección. El concejal Fernando Egea evita hablar del tema.
Amigos del Albaicín Bajo. Así rezaba el cartel utilizado por distintos colectivos para anunciar la paella popular celebrada hoy en San Miguel bajo. Se trataba de revitalizar la plaza. La Hermandad de la Aurora ha aprovechado para abrir la torre de la Iglesia con vistas espectaculares de la ciudad y la Alhambra.
La Policía Local ha detenido a tres jóvenes cuando realizaban pintadas en el entorno del Palacio de Dar-al Horra, en concreto en una chapa metálica que tapona el acceso al interior del recinto amurallado donde se encuentra la Puerta de Monaita y la muralla zirí. En esta ocasión, ninguno de los monumentos se ha visto afectado por los grafitis.
El servicio de inspección de Junta de Andalucía ha tardado casi un año en comprobar lo que todos los vecinos del Albaicín, Sacromonte, Fargue y Haza Grande tenían a la vista: el centro de servicios sociales del Callejón del Gallo no reúne las condiciones necesarias porque no es accesible. Lo curioso es que ni siquiera cuenta con autorización de funcionamiento.
Las deficiencias detectadas en el edificio del callejón del Gallo, que alberga los servicios comunitarios del Albaicín, son «cuestiones menores», según explica la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto. El Ayuntamiento deberá asumir la reparación después de conocer que la empresa que ejecutó los trabajos se ha declarado en quiebra.
Carteles de intervenciones ya acabadas, como las del ‘Plan E’ de Zapatero o la muralla de Puerta Elvira; propaganda de actuaciones pendientes, como las del Zenete; o rótulos con más de diez años de historia, como el de la Iglesia de San Andrés, afean el Albaicín. Las administraciones los colocaron y a las administraciones les compete retirarlos.
La basura se acumula en el interior del aljibe de la Lona, en el corazón del Albaicín, sin que las autoridades municipales hayan limpiado la zona donde hace justo un mes se produjo un incendio. El aljibe ha servido de residencia a indigentes y ahora es un foco de infección.
El fuego en el solar abandonado de la Lona, en el Albaicín, se propagó con rapidez y causó la alarma entre los vecinos. La intervención de los bomberos evitó males mayores.
