La zona de descampado situada junto al IES Severo Ochoa de la Chana ha registrado un incendio alrededor de las 14.00 horas de hoy que ha sido extinguido por los Bomberos «sin demasiada dificultad». Los vecinos quieren que se desbrocen los numerosos solares de la zona.
El AMPA del IES Severo Ochoa denuncia el riesgo de incendio existente por la abundante vegetación seca de los solares que colindan con el exterior del centro educativo, que además están vallados, lo que dificultaría el acceso de los Bomberos en caso de producirse un fuego.
El último tramo de la ciudad que aún mantenía el nombre de Camino de las Vacas, en la Chana, pierde su nombre y pasa a convertirse en una unidad de actuación urbanística. Se resuelve así el enigma de la desaparición de las placas que indicaban los nombres de las calles en esta zona.
Los vecinos de la Chana están preocupados por el riesgo de incendio de los solares que han sido vallados en el barrio, donde existe gran vegetación y cuyo desbroce corresponde a sus propietarios.
Asuntos relativos a la Chana pasan a gestionarse desde las juntas de distrito de Ronda con la aplicación de los límites de los distritos de Granada. Los vecinos del barrio pretenden luchar para que lugares como el Parque de las Alquerías o la zona de los colegios pertenezcan oficialmente a la Chana
Las obras de reforma integral del IES Severo Ochoa de la Chana, incluidas en el Plan Ola, ya están en marcha. Las lluvias han provocado un retraso en el inicio de los trabajos que, no obstante, van a «bien ritmo» y finalizarán dentro del plazo, a finales de mayo.
Una nueva señalización frente al IES Severo Ochoa de la Chana da nombre a la Avenida de las Alpujarras. La señal indicadora es peculiar, no sólo por su formato, sino también por la errata que contiene.
El IES Severo Ochoa, el Juan XXIII, el Eugenia de Montijo, el We e incluso el Parque de las Alquerías pertenecen formalmente al distrito Ronda según el mapa de barrios de 1984. Los vecinos de la Chana reprochan al Ayuntamiento que no haya contado con ellos para poder acabar por fin con esta distribución que consideran «absurda».
